Julia Sáez-Angulo
Miguel
de Unamuno hablaba de la intrahistoria como la verdadera historia de los
hombres y los ciudadanos, más al iterior de las grandes decisiones del poder y
el gobierno. El escritor Juan Eslava Galán ha publicado el libro La segunda guerra mundial contada para escépticos,
publicada por Planeta.
El libro se suma a la serie
del autor Historia de España contada para
escépticos (2010); Historia del mundo
contada para escépticos (2012); La
primera guerra mundial contada para escépticos (2014), publicada en el
centenario de la conmemoración de dicha contienda bélica.
Eslava Galán es un escritor
ameno y prolífico o viceversa; una cosa se relaciona con la otra. En el libro La segunda guerra mundial contada para
escépticos ha recogido 158 capítulos, una buena bibliografía y un índice
alfabético que enriquece lo expuesto, amén de una serie de fotografías en color
y blanco y negro que ilustran con imágenes lo que fue aquella guerra brutal,
que muchos califican como guerra civil entre europeos y sobre todo entre
alemanes y franceses.
El introito del libro
comienza por una comparación de dos fotos, el nazi alemán Goebbels y el fotógrafo
judío Alfred Eisenstaedt en una anécdota sobre su encuentro, reveladora de lo
que iba a suceder y sucedió. Casi ochocientas páginas cuentan el resto del
libro. Un capítulo especial titulado Dramatis
Personae aclara sobre el futuro de los protagonistas tras la contienda.
¿Qué hacer con Alemania?
“Al terminar la segunda guerra mundial, los vencedores
compensaron parcialmente el estropicio que Alemania les había ocasionado
expoliándole algunos territorios”, escribe Eslava Galán en el epílogo. Después
se plantearon qué hacer con Alemania. Henos aquí, se dijeron, ante una nación,
que poco a poco que se lo proponga, nos supera a todos en industria, en investigación
y desarrollo y en esfuerzo, una nación que ha demostrado una capacidad de recuperación
alarmante. Cortémosle las alas para que no vuelva a levantar cabeza…”
Ciertamente la segunda guerra mundial fue escalofriante y el
libro de Eslava Galán viene ante el 70 aniversario del fin de la misma, que se
conmemora sobre la misma en 2015. La
segunda guerra mundial contada para escépticos vale la pena leerse porque
informa, ilustra e invita a la recapacitación. La intrahistoria dice más que la
historia.
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