Julia
Sáez-Angulo
01.07.2015.-
La vida perra de Juanita Narboni es una novela mítica de Ángel Vázquez, que
en edición de Virginia Trueba, va por la sexta edición, publicada por la editorial
Cátedra en la colección Letras Hispánicas. Una obra que transcurre en Tánger de primeros del siglo XX, cuando la
ciudad norteafricana políglota, gozaba de un Estatuto internacional, y congregó
a numerosos escritores, hombres de
negocios o refugiados de las guerras europeas.
El
lenguaje de La vida perra de Juanita
Narboni –publicada por primera vez n 1976 y más tarde en 1982- es un
reflejo del habla de aquellos momentos en Tánger y recoge la haquitía, dialecto
de los judíos españoles en la ciudad, a los que Ángel Vázquez trataba.
Antonio
Vázquez Molina –Ángel Vázquez para la literatura- (Tánger, 1929 – Madrid, 1980)
ganó el Premio Planeta en 1962 y La vida
perra de Juanita Narboni es su novela más lograda, por cuanto refleja una
época singular del Tánger que lo vio nacer, a través de una protagonista
femenina, que tiene mucho del propio autor, de la misma manera que Gustave
Flaubert dijera de su novela: Madame
Bovary soy yo.
“La
escritura fue para A. Vázquez su auténtica vida, el disfraz que le permite
decirse a sí mismo y por ello es en todo momento una necesidad que quiere
abrirse paso entre las numerosas asperezas que tanto la vida como el mismo
Vázquez colocan a lo largo del camino”, dice Virginia Trueba en el estudio
introductorio a la novela La vida perra
de Juanita Narboni .
Tres
novelas y nueve cuentos son la obra publicada por Ángel Vázquez, el resto, dos
novelas inacabadas y algunos cuentos los destruye, porque aquellas primeras no
logra acabarlas satisfactoriamente. Un acto de desesperación bohemia fue la
quema de sus manuscritos, pero Vázquez no se suicida, una crisis cardiaca acaba
con su vida atacada por la diabetes y la bebida.
Los
títulos de sus anteriores novelas son: Se
enciende y se apaga la luz (1962), por la que obtuvo el premio Planeta, y Fiesta
para una mujer sola (1964).
En una
entrevista que le hicieron en 1976, Vázquez dijo: “No soy escritor político. No
soy de derechas porque la derecha española la encuentro medieval, ni tampoco de
izquierdas porque en España se me asemeja esa tendencia a la condesa Alexandra
o a la familia Romanoff. En el fondo soy anarquista solo en el sentido de que
hago lo que me da la gana y pretendo que me dejen en paz”.
En suma un hombre
independiente pero solitario, al que se sumaba la homosexualidad mal disimulada
o llevada y los problemas económicos para subsistir en medio de una vida
castigada por el alcohol.
Emilio y
Carlos Sanz de Soto, así como Eduardo Haro Tecglen fueron sus amigos, con los
que compartió tertulias en Tánger y en Madrid. Ellos escribieron el obituario
laudatorio de Ángel Vázquez
La vida perra de Juanita Narboni, la
gran obra de Ángel Vázquez, la que vela y refleja su alter ego, ha sido llevada al cine en dos ocasiones, una de ellas
dirigida por Javier Aguirre con Esperanza Roy como intérprete, pero situada fuera de Tánger, y otra versión soberbia
dirigida por la marroquí Farida Benlyazid, con Lou Doillon como magnífica
intérprete.
Para
Virginia Trueba “Con La vida perra de
Juanita Narboni, Ángel Vázquez ha construido, sin saberlo, una novela posmoderna, un texto que apuesta
por la hibridez del lenguaje y la imaginación, por la paradoja, la ambigüedad o
la plurisignificación. Una novela prodigiosa, insólita y original de un autor
casi desconocido, de “un escritor fuera de nómina”, de “un hombre en la sombra
detrás de muchas genialidades”.
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