Julia
Sáez-Angulo
Anunciada Fernández de Córdova y Alonso-Viguera (Madrid, 1958) habla
del Arte, la Poesía y la Diplomacia en esta entrevista. Diplomática y escritora de poesía y
narrativa, siempre interesada por las artes plásticas, ha sido responsable de
actividades en la Secretaría General en la Casa Real y embajadora de Eslovenia.
En septiembre de 2015 fue nombrada responsable de la Oficina de Cultura y
Turismo de la Comunidad de Madrid, cargo que actualmente ostenta.
Entre
sus libros: Media luna (1999); Las islas
del tiempo (2004) ; De algo incierto (2007); La percepción inquietante,
accésit del XVII premio Jaime Gil de Biedma y, El vuelo de los días (2010), I premio Internacional Rara Avis de
Ensayo y Memorabilia.
1.
¿Cómo casan
Diplomacia y Literatura?
Mi “partida de nacimiento” es un telegrama que leyó mi
padre en el aeropuerto de Buenos Aires, y mi primer viaje, con dos meses, en un
barco que nos transportó a mi madre y a mí de Santander a Valparaíso. Lo digo
en un poema que quizás ayude a entender, en mi caso, este maridaje. Me gusta
viajar, y quien dice viajar dice conocer (viviendo) otros países y sentir
curiosidad por otras personas y costumbres. Entre las funciones de un
diplomático está informar de lo que sucede en el país donde está acreditado, y
eso se hace escribiendo. Soy curiosa, me inquietan los mundos, me gusta mirar y
necesito contar lo que veo o lo que siento; algunos pintan, otros componen, y
la literatura es la mejor forma que yo tengo de expresarme.
2.
¿Qué escritores
diplomáticos españoles destacaría?
En la actualidad: Rafael Dezcallar, Santiago Miralles,
Miguel Albero, Luis María Marina; fallecidos: Agustín de Foxá, Emilio
Garrigues, José María de Areilza.
3.
¿Y extranjeros?
Iberoamérica es una gran
cuna de diplomáticos escritores. Muchos de ellos son cumbre de la literatura
universal: Sergio Pitol, Jorge Edwards; fallecidos: Octavio Paz, Pablo Neruda, Gabriela
Mistral, Rubén Darío. Y de otras nacionalidades: John Le Carré, Paul Claudel.
4.
La mujer se ha
hecho muy presente en la docencia, la medicina y la judicatura. ¿Qué lugar y
porcentajes tienen en la diplomacia española?
La proporción entre hombres y mujeres que ingresan en
la carrera diplomática tiende a equilibrarse; no fruto de cuotas sino del
mérito de ellas, de nosotras. Estas cifras no son en absoluto equiparables con
las de mi generación, ni con las más antiguas. El promedio de mujeres en la
carrera diplomática, actualmente, es del 23,7%. Falta que tengan una
representación proporcional en Embajadas y puestos de dirección del Ministerio.
No ha habido aún ninguna Embajadora en Washington, Nueva York, París, Londres,
Rabat… o en tantas otras capitales importantes.
5.
¿De qué lugares
guarda buen recuerdo y por qué, en su trayectoria como diplomática?
Mi último destino fue como Embajadora en Eslovenia,
donde viví seis años. Guardo un imborrable recuerdo de ese exótico país (exótico
porque pocos lo conocen, y es una maravilla) donde tantas y tan buenas
experiencias personales y profesionales he tenido. Acabo de volver de allí de
presentar mi libro “Estaciones en Ljubljana”, donde digo que en Eslovenia he
constatado mi esencial carácter de forastera, que me da perspectiva para mirar
y verter mi mirada en palabras, he aceptado que ser distinta no sólo no es
malo, sino que puede ser hasta bueno. He descubierto la razón y meta de mi
viaje, mi tesoro hallado en Ljubljana: la libertad.
6.
¿Viajar a nuevos
destinos le lleva a escribir? ¿Hace un dietario de sus días?
Ese dietario se llama “El vuelo de los días”. Hubo unos
años, como Directora General de Organismos Multilaterales Iberoamericanos y
antes como Subdirectora General de Relaciones Culturales, en que viajaba tanto
que para encontrarme a mi misma entre fingers
de aeropuertos y lugares muy distintos con diferentes horarios y estaciones del
año, anotaba cosas en mi cuaderno; en un avión (hacía viajes muy largos) te
metes en una cápsula donde tiempo y espacio se diluyen, una especie de limbo
para escribir. Sea novela o poesía, yo escribo cartas, todo tiene un tú, un
interlocutor. Quizás esa costumbre de contar me viene de pequeña, cuando era
una niña tímida y callada, y al volver a casa, mi padre me preguntaba: “¿Saliste
y…?” y yo tenía que rellenar los puntos suspensivos. Desde entonces me enamoré
de las palabras, me gusta exprimirlas, sacarles el jugo y jugar con los matices
de sus sonidos, evocar imágenes más allá del mero significado. Además, a lo
largo de mi vida profesional he podido comprobar el inestimable tesoro que
tenemos con nuestro idioma, el español.
7.
¿Qué opina del
dicterio: “los diplomáticos son siempre casi
inteligentes, casi elegantes… pero nunca lo consiguen?
En algún libro he dicho que yo soy un “casi”, como
cantaba Vinicius de Moraes, “poeta e diplomata”. La mayor pelea que tuve con
una íntima amiga fue por un tema de tribus: frente a lo que ella decía, yo
sostenía (y sostengo) que siempre soy la de fuera de la tribu. Por la profesión
de mi padre, también diplomático, estuve en once colegios, en distintos países,
y tengo grabada en la frente la sensación de ser “la nueva”. Me costó cincuenta
años aceptar mi diferencia.
8.
¿Cuál es su
programa como responsable de Cultura en la Comunidad de Madrid? ¿Qué proyectos
alberga?
Mi propósito es trabajar por una Cultura abierta,
abierta en cuanto a los creadores, y abierta para intentar llegar al máximo de
gente. La Cultura permite trasladar mensajes pacíficos, que calan hondo y crean
puentes (en ese sentido, he dicho muchas veces que la Cultura es un excelente
ingeniero de caminos y puentes); una población culta está más capacitada para
la vida social y política. Quiero hablar con todos, y trabajo para apoyar la
libertad de creación. Creo en Madrid como potencia cultural, sus museos están a
la cabeza del mundo, sus instituciones culturales son buques insignia, creo en
su efervescencia creativa, tanto en artes escénicas como en danza y música, me
enorgullecen sus índices de lectura que nos sitúan en primer lugar de los
rankings de España… Nuestros festivales, nuestras tres ciudades patrimonio de
la humanidad, nuestra riqueza patrimonial, nuestra naturaleza, nuestra
gastronomía, nuestro clima envidiable, nuestro estilo de vida, hacen además de
Madrid un destino turístico de primer orden que hay que poner en valor con una
marca única y diferenciada. Eso es mucho, pero no me conformo, quiero llegar
más lejos. Me gustaría dar más proyección internacional a Madrid.
9.
¿Cuál es la
filosofía de su literatura hasta hoy? ¿Qué asuntos le llevan a escribir?
La necesidad de expresarme. Creo que todo lo que uno
escribe es autobiográfico, ya sea prosa o poesía. Para escribir necesito
enamorarme. Soy enamoradiza, me enamoro de personas, de lugares, de
situaciones, y tengo que contarlo.
10.
¿Desde cuándo
escribe poesía y qué le llevó a ello?
Escribo poesía desde muy joven, pero nunca me atreví a
publicarla, hasta que una amiga, leyendo los poemas que le enseñé (nunca antes
había enseñado mis poemas a nadie, salvo ripios jocosos y festeros) me dijo lo
mejor que me han dicho nunca: “tienes voz propia”; eso me dio mucha seguridad.
Para mí, la poesía combina filosofía y música, es el modo de sacar todo lo que
las palabras y sus sonidos llevan dentro; consigue evocar imágenes,
sentimientos o estados de ánimo a los que ningún otro modo de expresión
alcanza.
11.
Hábleme de sus
lecturas pasadas y presentes.
Mis libros de “isla desierta” serían “Cien años de
soledad” de García Márquez, “El cuarteto de Alejandría” de Durrell y “Madame
Bovary” de Flaubert. El responsable de mi pasión por la poesía fue Pablo
Neruda; mis otros poetas “de cabecera” son José Hierro, Juan Gelman, José Ángel
Valente y Ángel González. En cuanto a novela, sigo con asiduidad a Vila-Matas,
y en los últimos tiempos he leído bastante literatura centroeuropea: acabo de
empezar “La marcha Radeztky” de Joseph Roth, y por citar algún otro, “El hombre
sin atributos” de Robert Musil, o “Yo serví al Rey de Inglaterra” de Bohoumil
Hrabal. También me parece magnífico David Foster Wallace.
12.
¿Qué tipo de
pintura, escultura o videoarte le interesa? ¿Qué cuadros o esculturas tiene
cerca de sí?
Cuando termino de ver una exposición o un museo, hago
con frecuencia esta pregunta: “¿Tú cual robarías?”. Yo, sin duda, la
Anunciación de Fra Angélico, Las hilanderas de Velázquez y alguno del Bosco
(quizás sea buena ocasión ahora que se prepara una excelente exposición), en El
Prado. Me encantan Rothko, Kiefer y Miquel Barceló. Cerca de mi tengo un cuadro
de Francys Alis muy sutil, uno muy potente de Sophie von Hellermann y una
escultura mística y telúrica de Carlos Lizariturry.
13.
Usted fue socia
de la galería Vacío 9 ¿Le queda nostalgia de aquello?
Fue una experiencia intelectualmente muy estimulante,
conocí a muchos artistas y fue mi primera incursión directa en el arte
contemporáneo. Algunos de los artistas que pasaron por allí están ahora
encumbrados. Además lo pasé muy bien; tengo un poema que se titula “Juego,
inocencia”: Esencial y juego / desanudar resabios / para la inocencia, /
mantener desde la verdad propia / el juego, / hallar la verdad del otro / en la
inocencia. Pues eso.
14.
¿Qué exposiciones
ha visitado últimamente y le han interesado? ¿Por qué?
La de Ai Weiwei en la Royal Academy en Londres, porque
une su crítica social y política a un profundo pensamiento sobre el arte, la de
Munch en la Thyssen, por su fuerza y por lo avanzado de su obra. Elvira
Gonzalez tiene una programación exquisita. Y espero con ilusión la de Realistas madrileños que inauguramos el
9 de febrero en la Thyssen.
15.
¿Qué museo es su
preferido y por qué?
El Prado sin duda. Cuando venía a Madrid estos años
que vivía fuera, era una de mis visitas obligadas. La tarjeta de Amigos del
Prado es de los mejores regalos que me ha hecho mi marido, porque tiene la
ventaja adicional de permitir saltarte la cola. Conozco muy bien el Museo y es,
sin falsa modestia, la mejor pinacoteca del mundo.
16.
¿Qué libro recomendaría?
Depende a quien. Los míos de “isla desierta” son los
que cité más arriba. Siendo más concreta, quizás “Veinte poemas de amor y una
canción desesperada” de Neruda.
BIOGRAFÍA
Directora de la Oficina de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid
Embajadora de España en Eslovenia (2009)
Directora General de Organismos Multilaterales Iberoamericanos,
MAEC (2006)
Subdirectora General de Relaciones Culturales, MAEC (2004)
Asesora
en la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (2000)
Casa
de S.M. el Rey. (1993-1999)
Ingresó
en la Carrera diplomática en 1983.
PUBLICACIONES
“Estaciones en Ljubljana”. Ed.Likovne besede, 2015
Poemario “Invasiones” en edición bilingüe español-esloveno,
Ed.Studenska Zalozba, 2011.
Carpeta
de autor con el pintor Antonio Maya, “Cinco poemas y cinco variaciones”,
Ed.Vuelapluma, 2011.
“El
vuelo de los días”, I Premio Rara Avis de Ensayo y Memorabilia. Ediciones
Irreverentes, 2010.
Poemario
“La percepción inquietante”, Ed. Visor, 2007, I Accésit del Premio de Gil de
Biedma de Poesía Iberoamericana 2007.
Poemario
“De algo incierto”, Ed. SIAL, 2004
Novela
“Las islas del tiempo”, Ed. SIAL, 2004.
Novela
“Media luna”, Ed. SOPEC, 1999 finalista del Premio Fray Luis de León de
Narrativa.
Poemas
y relatos en varias antologías.
OTRAS
ACTIVIDADES
Ha
organizado encuentros de escritores, foros de teatro, publicaciones,
exposiciones, conciertos… Ha participado en talleres literarios y lecturas
poéticas. Promovió una serie de televisión sobre cultura y naturaleza hispanas.
Fue socia fundadora del espacio cultural y galería de arte Vacío 9 de Madrid.
Miembro de varios jurados literarios.
Bilingüe
en francés, inglés e italiano. Alemán básico
Ha
organizado encuentros de escritores, foros de teatro, publicaciones,
exposiciones, conciertos… Ha participado en talleres literarios y lecturas
poéticas. Promovió una serie de televisión sobre cultura y naturaleza hispanas.
Fue socia fundadora del espacio cultural y galería de arte Vacío 9 de Madrid.
Miembro de varios jurados literarios.
Bilingüe
en francés, inglés e italiano. Alemán básico
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