Julia
Sáez-Angulo
La
madrileña iglesia del Caballero de Gracia en Madrid prepara la conmemoración
del V centenario del nacimiento del Venerable Jacobo de Trenci,
conocido como Jacobo de Gratii o Caballero de Gracia para 2017, al tiempo que se reabre
la causa de su beatificación y canonización, que se abrió al poco de su muerte.
Desaparecido este expediente, no se ha podido encontrar hasta el momento. Se
está intentando reiniciar el expediente de beatificación
y canonización, aunque se sigue buscando el primero. La postuladora de la beatificación es Juliana Congosto González.
Religioso
español, Jacobo Jacobo de Gratii (Módena. Italia, 1517 – 1619),
pertenecía a una familia noble y estudió en Bolonia. Llegó a España junto al
cardenal Juan Bautista Castagna, arzobispo de Rossano, que fue nombrado nuncio
del Papa en la corte de Felipe II, arzobispo que llegaría a ser el papa Urbano
VII, al que siguió el Caballero de Gracia, quien participó en los trabajos del
concilio de Trento. Después Jacobo de Grattis regresó a Madrid donde residió
hasta su muerte, realizando grandes tareas de caridad, entre ellas la fundación de hospitales, de un colegio para niñas
necesitadas, y ayudó a distintas órdenes y congregaciones
religiosas a establecerse en el centro de la capital de
España.
“Pese
a ser un personaje muy madrileño, no es tan conocido como debiera, y, si lo es,
resulta de una manera un tanto sesgada, anecdótica y falsa, entre otras cosas por la
leyenda romántica que se ha forjado en torno a él como “un Tenorio” por la
zarzuela de Chueca”.
Esta
celebración del V centenario del Caballero de Gracia va a ser ocasión excelente
para dar a conocer su figura y toda su labor religiosa y humanitaria en Madrid.
Se anuncian una serie de conferencias, conciertos y representaciones teatrales
en torno a su figura histórica.
Jacobo
de Gratii bebió de las ideas cristianas caritativas de san Felipe de Neri y
fundó Congregación de los Indignos Esclavos del
Santísimo Sacramento, aprobada por los papas Paulo V y Urbano VIII, congregación
que llegó a tener casi dos mil esclavos. A ella pertenecieron personajes
ilustres, entre ellos el escritor Lope de Vega y los mismísimos Reyes de
España. Su símbolo es una gran “S”, atravesada por un clavo. En el nombre de Caballero de Gracia también influye el que le fuera
concedido el Hábito de Cristo por el Rey de Portugal, lo que conllevaba el
título de Caballero.
Amplia
bibliografía
Sobre
el Caballero de Gracia existe una amplia bibliografía. El primer libro que se escribió y se publicó en 1620 fue el de Alonso
Remón, fraile mercedario. En 2009 Pedro Antonio Urbina hizo una versión de
esta obra, corrigiendo los modos de decir, puntuación, etc., para que la
lectura fuese más fácil y agradable. También escribieron del Caballero de
Gracia el mercedario Tirso de Molina, pasando por José María Muñoz,
Graciliano Roscales, Antonio Restori o José María Sanabria. Una visión más
cercana y certera que la romántico-legendaria de Antonio Capmani y Montpalau en
1863 y Luis Mariano de Larra en 1871, que desvirtuaron al personaje histórico a
un “Don Juan” sin fundamento documental alguno.
Jacobo
Trenci fue un laico hasta que se ordenó sacerdote a los 70 años. Murió en olor de santidad a los
102 años y su epitafio en el oratorio del Caballero de Gracia dice: “Noble por
sangre, ejemplar por las virtudes, admirable por la vida y ajustado por la
muerte”. Simón de Rojas –luego santo- le sucedió e inició el proceso
de beatificación del Caballero de Gracia. El Oratorio del Caballero de Gracia,
con entrada también por la Gran Vía madrileña, es una hermosa construcción del
arquitecto Juan de Villanueva, artífice del edificio del Museo del Prado. El
oratorio pertenece a la Asociación Eucarística del Caballero de Gracia; su Rector, don Juan Moya Corredor.
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