L.M.A.
La galería Marlborough se complace en presentar la exposición
Contra viento y marea del artista Rafael Cidoncha, que se celebrará desde el 12
de enero hasta el 11 de febrero. La
muestra se compone de alrededor de una veintena de obras entre las que, además
de pinturas, hay cinco dibujos y ocho esculturas. El de la escultura es un
camino que Cidoncha lleva años explorando pero que en esta ocasión expone por
primera vez.
En la obra reunida en esta muestra, la perspectiva del artista es
la de un observador oculto que toma una instantánea, la de un flâneur
espontáneo que congela un instante percibido y percibir, como dice el propio
artista “es más que ver, igual que escuchar es más que oír. El resultado de lo
que se percibe trata de comunicar algo que va más allá de las apariencias”.
Cidoncha trabaja sobre la emoción y la honestidad, restándole importancia al
análisis teórico. “La obra existe en el ojo de cada espectador y teorizar es
levantar barreras entre la pieza y la lectura que le pueda dar quien la ve”.
Cidoncha, que vive a caballo entre Madrid y su estudio en París,
se define como un pintor reflexivo, casi un monje, y apunta que, con la
madurez, le ha llegado una consciencia mucho más intensa de todo lo que le
rodea. “El creador funciona con un ojo educado
y entrenado en años de observación, y es la emoción la que pone en marcha los
mecanismos de creación. En este caso, con este conjunto de obras todas de nueva
creación, he tratado de captar la fragilidad del instante”.
Aunque Rafael Cidoncha es un pintor conocido
por sus retratos de personajes de la cultura o la política, desde Vargas Llosa
hasta André Leon Talley pasando por Lee Radziwill, para él, el retrato no es un
fin en sí mismo, sino una consecuencia de su interés por lo humano. “Igual que
en la música, la voz es el instrumento
que más me transmite, en la pintura el retrato me apasiona en la medida
en que es la expresión el alma y la psicología, en su capacidad de estar más allá
de la técnica”. En esta exposición ha explorado otros caminos.
En palabras del poeta Carlos Alcorta: “La mirada de Cidoncha
parece estar fuera del tiempo, se adentra en los espacios intocados de una
naturaleza recién creada en el lienzo con la intención de esclarecer los
secretos mecanismos que llevan a relacionar simbólicamente determinados objetos
representados con la imagen mental que los provoca. El espectador, testigo
privilegiado, puede participar en el descubrimiento, porque su percepción,
contaminada por un pasado en el que el arte se consideraba un misterio, una
revelación, le mostrará improvisados vínculos con su propia vida y memorizará
la plenitud de una belleza que en sí misma se justifica”.
Por su parte el filósofo Bernard-Henri Lévy,
uno de sus retratados más célebres escribió sobre el artista: “Sus lienzos
hablan. Sí, puede sorprender, pero realmente creo que hablan. Aguzad el oído,
veréis. O más bien escucharéis. Hay pintores que deslumbran, Cidoncha más bien
nos aturde”.
La obra de Rafael Cidoncha está presente en
numerosas colecciones internacionales públicas y privadas, entre las que
destacan: las de la familia Abelló y Alicia Koplowitz, The Museum of Fine Arts
de Boston MA, el Ministerio de Educación Cultura y Deportes, la Biblioteca
Nacional (Madrid), College de France (París), Colección Duques de Alba
(Madrid), Colección Forbes (EEUU), Fundación Pedro Barrié de La Maza (A
Coruña), Colección Ministerio de la Presidencia (Madrid), Colección Ministerio
de Medio Ambiente (Madrid), Museo de Baltimore (EEUU), MNCARS (Madrid), Palacio
de la Zarzuela (Madrid) Colección Príncipe Loewenstein (Inglaterra), Colección
Yves Saint Laurent (París).
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