Carmen
Valero
Fotos A. Zapisek
15.03.17 .- Madrid .- Doña
Ana de Orleans, presidenta de honor de las Bienales "20 Pintores unidos por la Acuarela" y Javier Otamendi, Director de Relaciones Institucionales de
Metro Madrid, han inaugurado con sus palabras la IV Bienal “20 Pintores unidos
por la Acuarela” en la Nave de Motores del Metro.
El comisario de la IV Bienal, el acuarelista Pablo Reviriego, acompañado de la pintora Mercedes Ballesteros, diseñadora del catálogo y autora de la portada del mismo, cerró las intervenciones haciendo un recorrido por la historia de las bienales, que han sido visitadas por casi doscientas mil personas en diversas ciudades de toda España.
El comisario de la IV Bienal, el acuarelista Pablo Reviriego, acompañado de la pintora Mercedes Ballesteros, diseñadora del catálogo y autora de la portada del mismo, cerró las intervenciones haciendo un recorrido por la historia de las bienales, que han sido visitadas por casi doscientas mil personas en diversas ciudades de toda España.
Los
pintores participantes en la IV Bienal son: Antonio Arcones, Mercedes
Ballesteros, Frutos Casado de Lucas, Aurora Charlo, María Jesús de Frutos,
Julio Gómez Mena, Camilo Huéscar, Victoria Moreno, Ana Muñoz, Jorge Pedraza,
Pablo Reviriego, Ricardo Rodríguez, Pablo Rubén, Piedad Santa maría, Paco
Segovia, Maite Uzurruanzaga, José Zorrita y Javier Zorrilla.
Texto del
Catálogo
Julia
Sáez-Angulo es la autora del texto del catálogo en el que dice:
“Si hay un arte en el que la luz brilla en transparencias, ese arte es
la acuarela. Oriente, cultura milenaria más antigua que la de Occidente, ha
desarrollado con maestría el arte de la acuarela, la pintura diluida al agua de
manera monocroma o polícroma. Un gran vehículo de expresión artística. Pintura
delicada y valiosa. Luz, forma y movimiento. Luz y éxtasis.
Lograr
la transparencia y la luminosidad equilibrada es la aspiración de los buenos
acuarelistas, siempre menos numerosos que los pintores al óleo, aunque buena parte
de ellos practiquen con ambos pigmentos y técnicas.
En su
maridaje con el papel, la acuarela es una técnica pictórica que se remonta en
China a un siglo anterior a nuestra era. En Europa se afirmó en el Renacimiento
y llegó a la cima con dos grandes nombres, Albert Durero y Joseph Mallord William Turner, éste último
precursor de la abstracción y la vanguardia avant
la letre.
Turner
ha dejado una fecunda estela de acuarelistas en Inglaterra, donde el mismo
Príncipe de Gales la cultiva con pasión. Doña Ana de Orleáns, princesa de
Francia, también cuenta que en su familia se ha practicado siempre la acuarela,
porque, desde niños, se ha contado con un profesor de esta técnica artística. Entre
los Orleans hay acuarelistas notables.
España
ha dado grandes nombres de acuarelistas como el gran Mariano Fortuny y Marsal
(1838 – 1874), del que nuestra primera pinacoteca hizo una singular exposición
en 2011, bajo el elocuente título de Fortuny
y el esplendor de la acuarela en el Museo del Prado. Fortuny fue un acuarelista suntuoso, preciosista.
El orientalismo y el paisaje fueron sus temas preferidos. Los grandes
seguidores del arte de Fortuny fueron Martín Rico, José Jiménez Aranda, José
Tapiró, Antonio Fabrés, José Villegas o Francisco Pradilla. El Museo del Prado
atesora una buena colección de acuarelas procedentes del legado de Ramón de
Errazu.
El
comisario de la exposición 20 Pintores
unidos por la Acuarela, Pablo Reviriego,
cita en su libro de recuerdos
personales Del valle a la ciudad, a
sus dos grandes maestros admirados:
Rafael Requena y Julio Quesada, “mis dos acuarelistas de referencia” los llama.
El mismo comisario se siente orgulloso de haber iniciado la Bienal
Iberoamericana de la Acuarela, nacida de la colaboración entre la Agrupación Española
de Acuarelistas, AEDA, y el Museo de la Real Casa de la Moneda. Esta Bienal ha
permitido confrontar los trabajos pictóricos de uno y otro lado del Atlántico.
En la
obra actual de estos 20 Pintores unidos
por la Acuarela encontramos esa transparencia y luminosidad requeridas.
Belleza en definitiva, con toda la carga que esta palabra encierra. El escritor
austriaco Thomas Bernhard decía que “la belleza sobrecoge y paraliza”, mientras
que la poeta Margarita Larramendi habla en uno de sus versos del “venenoso
dolor de la belleza”.
Como
bien nos recuerda, el profesor Félix Ruiz
de la Puerta: “La aventura del conocimiento comenzó con los griegos, un pueblo
inquieto que se sintió seducido por las ideas de verdad y de belleza”. El arte de la acuarela nos ha proporcionado
hitos y cumbres de conocimiento y belleza. Una buena razón poética”.
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