Julia
Sáez-Angulo
El
pintor y poeta japonés, residente en España, Yurihito Otsuki ha ilustrado el
libro de Alejandra Sánchez Triondo, La
nana de Shada, publicado por Ediciones Alymar. Un libro singular de
cotización bibliográfica-
Alejandra
Sánchez Iriondo (Madrid, 2000 – 2014) es la joven autora que dejó escritos una
serie de relatos y cuentos que se han compilado en este libro tras su muerte
por leucemia a la edad de 13 años. El pintor japonés la conocía junto a toda la
familia de ella y se interesó por los escritos que había dejado la adolescente
y los compiló en esta hermosa publicación.
Yurihito
Otsuki (Wakoshi, Japón, 1968), un erudito de pro, lleva a cabo una interesante
introducción de los nueve cuentos, titulada “La llama de Alejandra sigue viva”,
en ella dice: “…cuando empecé a leer las primeras hojas, la emoción y el
asombro se apoderaron de mí. En su texto conocí la voz de Alejandra en toda su
vivacidad, como una pequeña diosa contando historias”.
Los
cuentos hablan de bosques de personajes míticos, mitológicos… Una escritura
sensible y madura para la edad que tenía su autora, madurez seguramente debida
a la sensibilidad que despierta el padecer una enfermedad, máxime tan joven.
El
ilustrador japonés nos ofrece unos dibujos de grafito y/o hermosos coloreados
al pastel. “Es un libro mágico”, asegura Yurihito Otsuki, que se siente
entusiasmado por la cuidada edición de La
nana de Shada. “Estos cuentos no podían perderse”, dice el poeta japonés,
quien destaca la vivacidad de Alejandra, “como una pequeña diosa contando
historias, una fuente inagotable, donde borboteaban sus personajes entrañables,
seres mágicos y divinos, el prodigio de la imaginación deslumbrante de una niña”.
La
estética narrativa del pintor Otsuki acoge el vocabulario icónico de su pintura
como son los hombres alados, las aguas misteriosas y la mujeres de fábula. Pintura y literatura juntas, texto e ilustración imbricados sin solución de continuidad.
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