La muestra de la artista, filóloga y poeta lucense, fue presentada por Rosa Martínez de Lahidalga, presidenta de la Asociación Española de Pintores y Escultores
L.M.A.
Madrid, 4 de abril de 2017. La Delegación de la Xunta en Madrid/Casa de Galicia acoge hasta el 28 de abril la exposición de pintura “Alboradas”, de la artista, filóloga y poeta lucense, Dolores Guerrero, cuya inauguración se realizó hoy y corrió a cargo de la presidenta de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Rosa Martínez de Lahidalga. En la muestra Guerrero ofrece en su obra su personal interpretación del mundo, siempre en clave poética, sugerente e intimista, realizada con una técnica impecable, de cuidada y esmerada factura. Sus lienzos están llenos de gradaciones tonales, y especialmente de matices líricos de blancos, violetas, verdes y ocres.
En el acto intervinieron también el coordinador de Actividades Culturales de la Casa de Galicia, Ramón Jiménez, -quien lo hizo en nombre del delegado de la Xunta y director de la Casa, José Ramón Ónega-, y la propia autora, Dolores Guerrero.
Para Jiménez, “como Italo Calvino en sus ciudades invisibles, Dolores Guerrero ha construido sus mares y cielos invisibles y nos los muestra ahora con toda la fuerza de su arte”. Explicó que “son mares y cielos acogedores, llenos de bondad y de poesía, por los que nuestra mirada puede volar como lo haría la pluma del ala de un ángel”. Destacó además los títulos de los cuadros “que nos ensanchan el alma, liberándola así de las pequeñeces de la vida: en paz, tranquilidad, inmensidad, cielo blanco, montañas, onda en el cielo, agua azul castillos en el cielo… en fin palabras todas que se entrelazan en una escalera por la que elevarnos hacia lo sublime”, señaló.
Para Martínez de Lahidalga, “Dolores trae desde su tierra, prendidos en sus lienzos, girones de miradas al mar, vuelos al blanco y atmósferas que el agua mece hasta hacer de ellas un aleteo tan sutil como intenso”. También resaltó que en sus cuadros “se refleja una naturaleza que la luz y el color tornan ingrávida y etérea. Sobre el Agua azul, blancos y verdes acompasan su encuentro; en el Día de lluvia, la pincelada serpentea sobre la línea de un horizonte inabarcable”.
Por su parte, Dolores Guerrero, quien ya realizó otra exposición en la Casa hace cerca de diez años, dijo en relación a sus cuadros que “son reflejo de los sueños, sentimientos e ilusiones”. Añadió que la naturaleza está en la base de todas sus obras. Pero es una naturaleza “transustanciada, idealizada, despojada de elementos superfluos”. Para la pintora, el cielo, el agua o las montañas se bastan por sí mismas para llenar un espacio. Es un espacio limpio en el que han desaparecido las aves, los árboles o los peces; porque “a veces no hace falta mostrarlo todo sino que hay que dejar que el observador imagine” y participe para llegar a sentir lo que el autor ha querido expresar. “Sueño paisajes con los que reflejar estados de ánimo, alegría, nostalgia, paz, tranquilidad, denuncia... y aunque el libre albedrío existe, también está esa fuerza que te arrastra contra la que no quieres luchar porque en el fondo te atrae resistiblemente. Esa fuerza es el arte", subrayó. “La pintura es un arte que lleva implícitas muchas emociones y yo quisiera que mi pintura les emocionara”, dijo.
La exposición, cuyas obras ocuparán la sala A del edificio, podrá verse hasta el 28 de abril, en horario de: laborables de 10 a 14 y de 16 a 20 horas. Domingos y festivos: de 10 a 14 horas.
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