martes, 4 de abril de 2017

El taller del artista en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando


 Hasta el 21 de mayo

·    Una exposición de fotografías procedentes de los archivos del Instituto del Patrimonio Cultural de España

L.M.A.
06.04,17.- El director general de Bellas Artes y Patrimonio Cultural del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Luis Lafuente, y el director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Fernando de Terán, han inaugurado la exposición El taller del artista. Una mirada desde los archivos fotográficos del Instituto del Patrimonio Cultural de España, en la sala de exposiciones de la Real Academia.
La exposición, organizada por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes y la Real Academia, y comisariada por Isabel Argerich y Óscar Muñoz, comprende noventa fotografías y publicaciones de época que reflejan diversos espacios de creación de pintores y escultores, en un arco cronológico que abarca desde la última década del siglo XIX hasta los años cincuenta del XX. Las obras han sido seleccionadas entre los fondos conservados en el IPCE, especialmente el archivo fotográfico Moreno.
La exposición El taller del artista. Una mirada desde los archivos fotográficos del Instituto del Patrimonio Cultural de España se articula en cinco bloques. El primer ámbito presenta el bagaje decimonónico a través de la pintura de historia (Moreno Carbonero) y paisaje (Aureliano de Beruete), así como la herencia del academicismo y del arte clásico que queda simbolizada por la imagen del salón central del Museo de Reproducciones Artísticas alojado en el Casón del Buen Retiro, al que acudían numerosos artistas para dibujar los modelos de la Antigüedad grecorromana. Las imágenes muestran que la pervivencia del clasicismo en la enseñanza académica de aquella época, unida a la exuberancia formal y expresiva del modernismo, propició el eclecticismo característico de la escultura monumental y conmemorativa en España (Benlliure, Querol).
El segundo y tercer bloques se centran tanto en los artistas de sociedad como en aquellos que practicaban un arte que se recrea en el folklore, las costumbres, indumentarias y tradiciones de las regiones y pueblos de España (López Mezquita, Eduardo Chicharro, Juan de Echevarría...), adoptando un enfoque sobre la realidad nacional que, en algunos aspectos, sintoniza con la obra literaria de la denominada Generación del 98, con cuyos miembros mantuvieron relación a través de tertulias y encuentros.
Un cuarto espacio, denominado “Aires de renovación”, incluye a pintores y escultores en quienes se advierte un estilo y una actitud más moderna y desenfadada, ajena tanto a las normas académicas como a la temática castiza. Sus obras viran hacia otros asuntos y estilos más definitorios del siglo XX, llegando en algunos casos, como Maruja Mallo y Jorge Oteiza, a transitar el terreno de la vanguardia.
La exposición concluye con un grupo de imágenes correspondientes a la época de guerra y posguerra, hasta comienzos de la década de 1950. En ellas alterna el arte oficial y conmemorativo del régimen franquista (Fructuoso Orduna, Juan Cristóbal...) con algunos ejemplos que muestran el incipiente resurgir de una cierta modernidad (Javier Clavo y su pintura reminiscente de Picasso o de Antoni Clavé).
Las imágenes seleccionadas para la muestra no pretenden ser una representación exhaustiva de las diversas tendencias del arte español en la primera mitad del siglo XX, pero sí permiten adivinar la riqueza de su entramado y de las distintas realidades que coexistieron durante aquellas décadas: desde el arte más conservador, oficial y académico, hasta visiones más frescas y novedosas, pasando por un amplio espectro de trayectorias individuales en las que se entreveró lo moderno con la herencia del clasicismo y de la pintura española del Siglo de Oro. Artistas y obras mostrados en sus estudios y talleres, a través de la cámara de destacados maestros de la fotografía de arte en España.




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