Hasta el 21 de mayo
· Una exposición de fotografías procedentes de los
archivos del Instituto del Patrimonio Cultural de España
L.M.A.
06.04,17.- El director
general de Bellas Artes y Patrimonio Cultural del Ministerio de Educación,
Cultura y Deporte, Luis Lafuente, y el director de la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando, Fernando de Terán, han inaugurado la exposición El
taller del artista. Una mirada
desde los archivos fotográficos del Instituto del Patrimonio Cultural de España, en la sala de exposiciones de la Real
Academia.
La exposición, organizada por el Instituto del
Patrimonio Cultural de España (IPCE), la Subdirección General de Promoción de
las Bellas Artes y la Real Academia, y comisariada por Isabel Argerich y Óscar
Muñoz, comprende noventa fotografías y publicaciones de época que reflejan
diversos espacios de creación de pintores y escultores, en un arco cronológico
que abarca desde la última década del siglo XIX hasta los años cincuenta del
XX. Las obras han sido seleccionadas entre los fondos conservados en el IPCE,
especialmente el archivo fotográfico Moreno.
La
exposición El taller del artista. Una mirada desde los archivos
fotográficos del Instituto del Patrimonio Cultural de España se
articula en cinco bloques. El primer ámbito presenta el bagaje decimonónico a
través de la pintura de historia (Moreno Carbonero) y paisaje (Aureliano de
Beruete), así como la herencia del academicismo y del arte clásico que queda
simbolizada por la imagen del salón central del Museo de Reproducciones
Artísticas alojado en el Casón del Buen Retiro, al que acudían numerosos
artistas para dibujar los modelos de la Antigüedad grecorromana. Las imágenes muestran
que la pervivencia del clasicismo en la enseñanza académica de aquella época,
unida a la exuberancia formal y expresiva del modernismo, propició el
eclecticismo característico de la escultura monumental y conmemorativa en
España (Benlliure, Querol).
El
segundo y tercer bloques se centran tanto en los artistas de sociedad como en
aquellos que practicaban un arte que se recrea en el folklore, las costumbres,
indumentarias y tradiciones de las regiones y pueblos de España (López
Mezquita, Eduardo Chicharro, Juan de Echevarría...), adoptando un enfoque sobre
la realidad nacional que, en algunos aspectos, sintoniza con la obra literaria
de la denominada Generación del 98, con cuyos miembros mantuvieron relación a
través de tertulias y encuentros.
Un
cuarto espacio, denominado “Aires de renovación”, incluye a pintores y
escultores en quienes se advierte un estilo y una actitud más moderna y
desenfadada, ajena tanto a las normas académicas como a la temática castiza.
Sus obras viran hacia otros asuntos y estilos más definitorios del siglo XX,
llegando en algunos casos, como Maruja Mallo y Jorge Oteiza, a transitar el
terreno de la vanguardia.
La
exposición concluye con un grupo de imágenes correspondientes a la época de
guerra y posguerra, hasta comienzos de la década de 1950. En ellas alterna el
arte oficial y conmemorativo del régimen franquista (Fructuoso Orduna, Juan
Cristóbal...) con algunos ejemplos que muestran el incipiente resurgir de una
cierta modernidad (Javier Clavo y su pintura reminiscente de Picasso o de
Antoni Clavé).
Las
imágenes seleccionadas para la muestra no pretenden ser una representación
exhaustiva de las diversas tendencias del arte español en la primera mitad del
siglo XX, pero sí permiten adivinar la riqueza de su entramado y de las distintas
realidades que coexistieron durante aquellas décadas: desde el arte más
conservador, oficial y académico, hasta visiones más frescas y novedosas,
pasando por un amplio espectro de trayectorias individuales en las que se
entreveró lo moderno con la herencia del clasicismo y de la pintura española
del Siglo de Oro. Artistas y obras mostrados en sus estudios y talleres, a
través de la cámara de destacados maestros de la fotografía de arte en España.
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