11.12.17 .- MADRID .- Decía José Manuel
Broto (Zaragoza, 1949) cuando recibió el Premio Nacional de Arte Gráfico 2017,
el pasado mes de octubre, que en su pintura actual "el color sigue siendo el
protagonista. Quiero hacer un arte alegre y deliberadamente
optimista. Está el mundo tan turbulento que no quiero colaborar al pesimismo
reinante. Me inclino por una
pintura vitalista, luminosa, feliz. Pero también una pintura
equilibrada, armoniosa, sin imágenes turbulentas. Yo no soy un pensador ni un
ideólogo. En mi pintura, abstracta, no
hay un programa. Mis cuadros no son narraciones, pero sí
intento que atraigan, que atrapen, que generen inquietud, interés y
emoción".
Las
palabras del propio artista sobre la exposición que se inaugurará en la galería
Fernández-Braso de Madrid constituyen una buena guía para adentrarnos en sus
obras, agrupadas bajo el título de Otros
universos. En esta nueva serie de pinturas, unas estructuras de color,
estables y dinámicas al tiempo, y que dialogan e interactúan entre ellas y con
el espectador, aparecen desplegadas y flotantes sobre unos fondos recorridos
por una trama de gestualidad mecánica.
En
el catálogo que se ha editado con motivo de la exposición, los comisarios y
críticos de arte Carlos Jover y Asun Clar analizan el contexto, sentido y
características de la obra de Broto. Jover destaca que "lo verdaderamente difícil, lo que no
está al alcance de casi nadie, es el producir una obra de arte contemporánea,
con todo lo que ello supone de carga contextual, que además represente un nuevo
hito en su campo, sin utilizar esos mecanismos mendaces del feísmo, del
malditismo, en definitiva, producir una obra de arte que se enfrente sin
subterfugios al reto de su tiempo desde el corazón del problema, que tiene que
ver con la búsqueda de nuevas formas de expresión, de nuevas imágenes (en el
caso de las artes plásticas) que destilen las nuevas realidades y los nuevos
sentimientos del ser humano, que proyecten el nuevo rumbo que el desarrollo del
hombre –de acuerdo con las nuevas capacidades y las nuevas tecnologías- puede
plantearse".
Asun Clar, por su parte, se adentra en la pintura de Broto y
resalta que esta obra "incide en la necesidad de acceder a las nuevas
realidades que se nos acercan a toda velocidad. El efecto de pulsión magnética
que transmiten estas obras, sustentado en los mismos fondos vibratorios con que
los lienzos están ejecutados, que desestiman la coloración plana para abrir un
escenario ondulatorio que confiere una extraña profundidad a las piezas, nos
coloca en un escenario de rotunda contemporaneidad científica, además de lo que
a plástica obviamente se refiere".
Así pues, el uso del color y las formas generadas, así como
la técnica empleada, van encaminados a crear una obra plenamente contemporánea,
representativa de su tiempo y que sea capaz de contrarrestar "la vía del
tremendismo", en palabras de Jover, a través de una pintura que agrade y
que transmita valores positivos.
Otros universos es la segunda exposición de Broto
en la galería Fernández-Braso. La primera tuvo lugar en 2013. Desde entonces,
ha expuesto en Montevideo, Zaragoza, Mallorca, Ibiza, Gijón y Huesca. A lo
largo de su carrera, el pintor zaragozano ha sido galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas (1995), el Premio Arco de la
Asociación de Críticos (1997) y el Premio Aragón Goya de Grabado (2003), entre
otros. Asimismo, algunas de sus obras se pueden encontrar, además de en museos
españoles, en otros como el The Metropolitan Museum of Art, de Nueva York; el
Ateneum Museum, de Helsinki; la Colección Preussag, de Hanover; o el The Kampo
Collection, de Tokio.
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La exposición finalizará
el 30 de diciembre.
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