Los
fondos de la BNE atesoran la memoria de celebraciones y tradiciones relacionadas
con estas fechas
L.M.A.
-28 de marzo de 2018- La
Biblioteca Nacional de España conserva un amplio patrimonio artístico-cultural que
informa de la historia de las celebraciones que están teniendo lugar estos días.
Desde carteles hasta recetarios, pasando por grabaciones sonoras, las
colecciones de la BNE permiten explorar las diferentes tradiciones asociadas a
la Semana Santa.
Aunque las salas de consulta de la
BNE permanecerán cerradas durante los días festivos (no así las exposiciones), aquí
se presenta una pequeña selección de fondos digitalizados y de libre acceso que
se pueden consultar desde cualquier sitio a través de la Biblioteca Digital
Hispánica:
1. El
libro Semana Santa ilustrada con muchos
grabados (1845)
Esta
suerte de ‘guía’ de la Semana Santa enseña qué se conmemora y qué ritos y
oraciones deben regir cada jornada, todo ello amenizado por una serie de
grabados que funcionan como complemento visual de lo que se relata. Además,
contiene otra clase de informaciones, como sendas biografías de Jesucristo y su
madre, María, así como de otros personajes relevantes de la Semana Santa, como
Judas Iscariote, María Magdalena o Poncio Pilato. La obra se enmarca en un
momento en que era necesario conocer y dominar estos temas por la relevancia
que tenían en la vida pública y privada.
2. Saetas
cantadas por El Mochuelo (1922)
En este
disco, el célebre cantaor de flamenco Antonio Pozo ‘‘El Mochuelo’’
(1868-1937) interpreta dos saetas, ‘‘Madre mía de la esperanza’’ y ‘‘En el
patio de Caifás’’, acompañado por la Banda del Regimiento de Wad-Ras nº 50.
Este género musical se asocia todavía hoy a las procesiones de varias regiones
españolas, con un especial arraigo en Andalucía. La grabación en cuestión corresponde
a la Semana Santa sevillana de 1922.
3. Partitura
manuscrita de las Siete Palabras, de
Cosme José de Benito (1859?)
Los temas de la Semana Santa representan una fuente
de inspiración fundamental para la música religiosa. Sirva como ejemplo esta
pieza para seis voces y conjunto instrumental compuesta por el que sería
maestro de la Real Capilla del Escorial durante 26 años, desde 1859 hasta 1885,
que empleó un texto del escritor hispano-peruano Juan Manuel de Berriozábal, VI
Marqués de Casajara, basado en las siete últimas frases que se le atribuyen a
Jesús durante la crucifixión. La obra aparece dedicada al Duque de Osuna, que
posibilitó su estreno en la madrileña parroquia de San Andrés.
4. Dibujos de
la indumentaria propia de la Semana Santa (1777)
La vestimenta, tanto
femenina como masculina, es posiblemente uno de los elementos que más han
llamado siempre la atención de la Semana Santa española. Por ello, en una obra
con un título como Colección de trajes de
España no podían faltar grabados de personas con indumentaria específica de
esa época del año. En la BNE se conservan dos dibujos preparatorios realizados
por el pintor y grabador madrileño Manuel de la Cruz Vázquez (1750-1792) para
el citado libro: el
primero dice representar a una ‘pitimetra’ española ataviada con traje
negro y mantilla y el
otro, que no se llegó a grabar, muestra a un trompetero con tonelete y
caperuzo negro.
En Sevilla, la Semana Santa (declarada de Interés
Turístico Internacional en 1980) y la Feria de Abril son dos celebraciones
indisociables desde 1847, cuando Isabel II autorizó la segunda mediante un
decreto. La ciudad ha sido siempre consciente del atractivo que ejercen tanto
sobre sus habitantes como en visitantes de otros puntos de España y
extranjeros. De ahí que se conserven estos dos carteles encargados por la
Corporación Municipal para difundir los actos organizados a tal efecto. Gracias
a ellos se puede saber, por ejemplo, que además de las cofradías que hacían estación
en la Catedral, era tradición que se interpretase el Miserere del compositor
navarro Hilarión Eslava las noches del Miércoles y Jueves Santos.
6. El Álbum
religioso y artístico de Zamora (1925)
Zamora es otra de las provincias
españolas donde la Semana Santa cuenta con una asentada y reconocida tradición
por la que ha sido declarada como Fiesta de Interés Turístico Internacional
(1986) y Bien de Interés Cultural (2015). Este
libro explica la iconografía de los pasos y la historia de las cofradías
que se podían ver en las procesiones del primer cuarto del siglo XX, así como los
momentos en que cada uno de ellos paseaba por las calles.
7. El recetario
Cocina de Cuaresma (1908)
Aunque como muestra su
título no es exactamente propio de la Semana Santa sino de los 40 días que la
preceden, resulta interesante en la medida en que refleja la estricta
observancia de la prohibición de comer carne a la que estaba acostumbrada la
sociedad de cara a una adecuada preparación del tiempo litúrgico más importante
según la doctrina cristiana, lo que se traducía en la aparición de obras como esta,
que sugerían recetas con ingredientes ‘permitidos’ y, al mismo tiempo, recordaban
las normas del ayuno y abstinencia.
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