-->
Julia
Sáez-Angulo
20/06/18
.- MADRID .- Lola Angulo Muñoz lleva 25 años vendiendo libros en la caseta 14
de la Cuesta de Moyano de Madrid, donde ahora se ha instalado también el Corral
Cervantes para teatro cervantino durante el verano. Un oficio que le satisface
a una mujer que también le gusta leer, sobre todo novelas, y que ofrece
igualmente sus acuarelas sobre la propia cuesta de Moyano o las fuentes del Parque
del Retiro cercano, colgadas de un cordón en lo alto de la caseta.
Dolores
Angulo Muñoz (Madrid, 1959) heredó el negocio de su tío Pedro Muñoz Brea (1929
– 1996), una caseta de 15 metros cuadrados para venta de libros de segunda
mano, que en sentido jurídico es una concesión del Ayuntamiento de Madrid, quien
renueva las concesiones periódicamente, pues solo respeta a los descendiente
directos o cercanos si siguen con el negocio, como fue su caso.
Son
27 casetas de venta de libros en total; hoy hay dos cerradas a la espera de
nuevas concesiones municipales.
Las
casetas de la cuesta de Moyano nacieron en 1925 y no cerraron ni siquiera
durante la guerra civil de 1936-39, pese a que los obuses pasaban por encima.
Si se cerraron tres días después de la guerra para la requisa de libros
“inadecuados” a los tiempos de la dictadura.
“Los
clientes actuales son muy variados, desde los extranjeros de los hoteles
cercanos, que buscan libros para practicar español, sobre todo el libro Cien años de soledad de Gabriel García Márquez (se vende siempre) o
algunos clásicos españoles. También se acercan y compran los grupos de
visitantes que recorren Madrid, y se acercan a esta zona”, explica Lola.
Gloria
Fuertes y Stephan Zweig, best-sellers
“Gloria
Fuertes es una autora best-seller. Se vende y se lee mucho y no precisamente
por un público infantil, sino adulto, que gusta de sus versos asequibles y su
filosofía de vida. También Stephan Zweig es otro autor del que se vende todo.
Los latinoamericanos Borges, Cortázar,
Piglia o Bolaño se piden mucho, al igual que los norteamericanos de la
novela negra o Philip Roth ”, añade la librera.
Lola Angulo
Muñoz presume de su sección de ensayo sobre las artes plásticas y visuales –más
que catálogos- y de la de ciencia a un nivel superior sobre Química, Física o Matemáticas.
“Los niveles bajos no me interesan”.
Le
pregunto por la relación con otros colegas de la cuesta de Moyano y me dice que
es buena en general, aunque hay cierta misoginia encubierta. Somos solo cuatro
mujeres y yo percibo como, a veces, algunos libreros nos tratan con
condescendencia como si no fuéramos libreras, sino simples mujeres que vendemos
libros”, cuenta la vendedora de la caseta 14 de la cuesta de Moyano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario