-->
Julia Sáez-Angulo
13/2/19
.- MADRID .- Hace cinco años que no expone en Madrid, en su galería habitual
David Bardía, y ahora ha vuelto con su última serie Rock Art a base de pinturas y objetos escultóricos pintados con su particular caligrafía pictórica. El resultado es satisfactorio, pintura más suelta, menos
abigarrada, más luminosa con fondos blancos y bien enmarcada en negro mediados de discretos -passe-par-tout -paspartú . Un montaje excelente
Todavía
se percibe en ella el magisterio de su mentor, Pedro Sandoval, pero
paulatinamente va tomando su dicción propia, en este caso hay cierta floración
abstracta, tallos, flores y capullos se adivinan en entrelazado gestual y matérico -casi relieves- que
caracteriza su obra. Aplicaciones ligeras de purpurina plateada singularizan
también esta serie.
Cuatro
piezas distintas se inscriben en la pequeña sala del fondo, con ciertas formas
poligonales y menos orgánicas, obras procedentes de la serie anterior, que la pintora presentó en
Málaga para una causa solidaria, porque Blanca Cuesta es hoy por hoy una de las
artistas que más contribuye a cuestiones benéficas y eso le honra.
La
muestra, que se inaugura el 14 de febrero, día de los enamorados, añade tres
objetos escultóricos: un corazón y dos perros fieles pintados con la caligrafía singular
de Blanca Cuesta, una dicción propia con ciento automatismo gestual que tiene
su gracia artística.
El
título de las exposición Rock Art fue
decidido por la propia autora, en un deseo de conciliar música con fuerza y
armonía del arte al mismo tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario