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Lourdes Ventura
Julia
Sáez-Angulo
17/2/19
.- MADRID .- A principios de los 90, me recibió junto a mi hija pequeña en su
casa de Wimbledom, durante un fin de semana de un verano, en que ambas descansábamos
en las islas británicas. Se lo agradecí enormemente y no lo olvido nunca,
porque fue un consuelo, cuando yo entonces andaba como una garza malferida.
Lourdes Ventura me siguió invitando en Madrid y recibiendo más adelante, junto a otras escritoras –Ana Bikandi, Carmen Santamaría, Julia Arroyo...- en su casa de Las Vistillas, desde la que se veía la mejor iglesia de la Villa y Corte: san Francisco el Grande. Allí tomábamos el té sobre manteles de hilo y porcelana primorosa de la anfitriona.
Lourdes Ventura me siguió invitando en Madrid y recibiendo más adelante, junto a otras escritoras –Ana Bikandi, Carmen Santamaría, Julia Arroyo...- en su casa de Las Vistillas, desde la que se veía la mejor iglesia de la Villa y Corte: san Francisco el Grande. Allí tomábamos el té sobre manteles de hilo y porcelana primorosa de la anfitriona.
Trabajé
con Lourdes Fernández-Ventura Álvarez (Palencia, 1956) –Lourdes Ventura para la
Literatura, que es como entrar en religión- en el gabinete de prensa del
Ministerio de Cultura, donde hicimos tareas juntas, hablamos mucho de libros y
arte e incluso tuvimos unas diferencias puntuales por colisión, a la hora de
disfrutar de unos días libres que llamábamos moscosos. La tensión duró apenas dos días.
Como nos hemos tratado mucho, sé que ella fue “la niña del milagro”. Me
va a matar por contarles esto, pero fue así. En su casa solo nacían niños y,
entre tanto varón, su madre ansiaba una hembra. Viajó al santuario de Lourdes,
imploró a la Virgen y en su siguiente parto alumbró una niña bonica y lista,
que apuntaba maneras desde la cuna: “la niña del notario” José
Fernández-Ventura, según supo toda Palencia. Su nombre, naturalmente, no podía ser otro que el de
Lourdes. Le vino bien jugar y bregar entre hermanos varones en la pinada (no se dice pineda en ciertos
puntos de la geografía peninsular) de Guardamar del Segura (Alicante), donde
veraneaba toda la familia. Lourdes sabe hablar con precisión, placar y llamar a
las cosas por su nombre llegado el caso.
Siempre
me atrajo la inteligencia y por tanto la mente de esta mujer periodista,
narradora, ensayista, crítica literaria, novelista... escritora en suma. Hay
que estar y tratar con gente inteligente, porque la estulticia es contagiosa. Y ella, además de lista, guapa. La vida, ya se sabe, no es equitativa.
He
vivido con emoción todos sus alumbramientos literarios, porque su escritura es
cuidada y hermosa. Tiene lenguaje y voluntad de estilo. Pule cada frase y cada
párrafo, porque es perfeccionista. Yo la
he visto auscultar mis libros con pensamiento crítico. Entre los títulos de sus
libros figuran: Fuera de temporada (1994),
Donde nadie nos encuentre (1997), Casa de amantes (2000) y El poeta sin párpados (2002) sobre
Gustavo Adolfo Becquer y la época romántica en España. También tiene el ensayo La tiranía de la belleza (2000),
expresión que hizo fortuna por doquier.
Su
amistad con el filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovestki es harto
conocida. Le hemos visto en actos culturales conjuntos y a la hora de las
fotos, el galo, asombrosamente, echaba su brazo a los hombros, como si
estuviéramos en una verbena. A Lourdes
también la he visto coordinar un diálogo sabroso con el escritor chileno Jorge
Edward en la Fundación Telefónica. Ella fue la escritora europea invitada a la
Villa Marguerite Yourcenar en 2007.
Siempre
me pareció anglófila, y lo es, porque vivió largos meses en Inglaterra y ha
escrito números artículos y críticas literarias sobre escritoras anglosajonas
con Virginia Woolf a la cabeza, mayormente en el diario El Mundo, pero de pronto en Francia prestaron atención a su
literatura y le tradujeron algunos de sus libros. Ha impartido conferencias en
universidades galas y obtenido el doctorado en la de Pau (ciudad dos veces
real, por doble cuna dinástica) con una tesis sobresaliente cum laude sobre una
escritora del 27, de la que va a extraer lo necesario para un libro.
Es
experta en literatura escrita por mujeres y sus estudios apreciaciones
comparadas son de gran sagacidad y riqueza, tanto en conferencias, prólogos o
artículos. Lourdes se defiende muy bien en inglés y francés, lo que le ayuda a
entrar con holgura y suficiencia en la literatura de ambas lenguas europeas. Es
una mujer observadora, además de inteligente y eso le honra.
Tuvo
la suerte al casarse con Fernando Verdugo, un sevillano gentil y excelente
persona, amén de un sensible pintor con carrera en Holanda y España,
principalmente, y que ha expuesto hace poco en Marsella. Yo vi las fotos de ese
matrimonio en Sitges, en las que Lourdes estaba preciosa con un sombrero blanco de pico hacia la frente y
velo sobre media cara. Ella explicaba, que ciertos protocolos, incluidos los
nupciales, hay que guardarlos, no en balde es uno de los hitos fundamentales de
la Antropología (nacimiento, cópula y muerte), que requieren sus propios
rituales y ceremonias en todas las culturas.
Hace
un par de años, Lourdes y Fernando se fueron a vivir a una casa en Villa del Prado (Madrid), que afronta una gran pinada
desde la terraza y sus ventanas, algo así como un eco de la de Guardamar. Allí se escribe y pinta divinamente,
según Lourdes, al tiempo que la tenemos a un tiro de coche de la capital.
Prepara
una novela de la que, como las folklóricas, no suelta prenda y hace bien,
porque luego se cuenta todo. Yo misma lo hubiera hecho de haberlo sabido, para
eso soy periodista y me debo a mi publico, también como las folklóricas. Me
muero de ganas por leerla. Las novelas de Lourdes Ventura son dignas de ser
llevadas al cine.
Más información
http://revistas.educa.jcyl.es/revista_digital/index.php/lectura/entrevistas/3158-presentamos-a-lourdes-fernandez-ventura
Lourdes Ventura
3 comentarios:
Interesante fichaje querida Julia. Personas como ella debían multiplicarse, claro que tu no andas lejos de ser una excelente perosna, escritora y erudita en diversos temas.
Un beso
May
Magnifico retrato y magnifica persona y escritora !
Bravo ! Mil veces bravo !
.Y si cenamos un día?
Si quieres, búscame en FB
ángel c. De Lera
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