12/6/19 .-
Madrid .- En el marco del Bicentenario, cuya idea motriz es celebrar el
Museo del Prado como el gran regalo que se ha dado la nación española, esta
exposición, en la sala 61 A del edificio Villanueva, conmemora, hasta
el 30 de junio, el 150 aniversario de la nacionalización de las colecciones
reales con la única pintura de historia que se encargó por el Estado con
destino al Prado, Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las
playas de Málaga, obra de Antonio Gisbert, que se exhibe, con la
colaboración de Ramón y Cajal Abogados, junto a su boceto preparatorio
(expuesto por vez primera tras su reciente restauración), óleos, estampas y
documentos relacionados con la pintura.
En 1868, durante el mandato de Antonio Gisbert en la dirección del Museo y
al iniciarse el Sexenio Revolucionario, tuvo lugar la nacionalización de
las colecciones reales, que pasaron a depender del Estado, para
convertir el Prado en Museo Nacional de Pintura y Escultura.
En 1886 el gabinete liberal de Práxedes Mateo Sagasta encargó la obra en
torno a la que se articula la exposición, que se convirtió en un elemento
simbólico de la construcción de la nación española desde la perspectiva de
la defensa de la libertad.
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