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L.M.A.
5/12/19.- Madrid .- Presidido el
acto por la compositora y concertista Teresina Jordà, ha tenido lugar la
Presentación del libro “Cacao” de Silvia Santamaría Gutiérrez, I Premio Nacional Literario de relato breve
sobre el respeto y amor hacia los animales y plantas “Sacramento Jaraba
Jurado” en el Espacio Ronda de Madrid en el que intervino la escritora y patrocinadora
del premio Sacramento Jaraba para agradecer al jurado del premio su trabajo, la
confianza de los participantes y animar a los escritores a hacerlo en la
segunda edición, que quiere hacerse internacional para ampliarlo a los
escritores en español del otro lado del Atlántico y ampliar su campo a la
poesía.
La periodista Carolina Pinedo comentó los distintos avatares por los que ha
pasado el premio y Julia Sáez-Angulo hizo una breve disertación sobre la
presencia de los animales en las artes:
“La literatura, la música y las artes
visuales cuentan con ellos”, dijo. Vayan por delante algunos ejemplos: en Literatura
está El coloquio de los perros (1613), de Miguel de Cervantes Saavedra. Al inmortal Manco de Lepanto le interesaban los cánidos.
Tanto como para dedicarles también una de sus famosas Novelas ejemplares. Aunque se suele editar en
forma independiente ,el Coloquio forma
parte de estos relatos morales. Cipión y
Berganza son dos perros con la capacidad de hablar durante las noches y la
emplean en contarse mutuamente sus vidas. La ironía de Cervantes está presente.
Los fabulistas La Fontaine, Iriarte y Samaniego, después de la fábula
greco-latina de Fedro y Esopo, merecen una atención especial a la hora de
representar animales en sus fábulas morales, con enseñanzas o moralejas muy
claras como la de La zorra y las uvas; El
burro flautista; La abeja y el cuclillo; El perro que suelta la presa. Es patente el brillo alcanzado por el
género de la fábula, durante la
segunda mitad del siglo XVIII, debido a las circunstancias socioculturales e
históricas que concurrieron en la centuria ilustrada, que lo favorecieron. Sólo
en el siglo XX se aprecia un descenso en su actualidad, desapareciendo
prácticamente la fábula y los fabulistas, aunque no sus cultivadores
ocasionales, y manteniéndose el género residualmente en publicaciones infantiles, siempre bien aceptadas por sus pequeños receptores.
Los niños siempre aman los animales y les ayudan a
reaccionar en su mutismo o autismo. Walt Disney bien lo sabe.
En la narrativa americana está el
celebre relato de Jack London El llamado de los bosques (o de la
selva), la vida y avatares de Buck,
un perro, desde la comodidad burguesa de unos dueños acomodados, a la dureza de
la nieve y la entrada al origen del bosque. Del mismo autor, la novela Colmillo
blanco, con recorrido
contrario al de Buck. También está la
novela de Flush (1933), de Virginia Wolf. Flush es un cocker spaniel a-do-ra-ble. La escritora
inglesa Mary Russell Mitford se lo regala de cachorro a su amiga Elisabeth
Barret, una mujer enferma que vive prácticamente encerrada en su casa
londinense. Así que Flush debe acostumbrarse a cambiar la bucólica campiña
inglesa por la turbulenta Londres, pero como es amable logra adaptarse bien
y de paso consolar la vida difícil de los humanos.
En Música tenemos como ejemplo el célebre Duetto
bufo de los gatos, divertida composición
atribuida a Rossini, pieza popular de 1825 para dos sopranos; en realidad, una
compilación de pasajes de Otello, por el británico G. Berthold o El lago de los cisnes, un ballet hermoso
y universal.
En pintura podríamos citar a los perros pintados por Velázquez en los retratos del Felipe IV
o del Cardenal Infante, sitos en el Museo del Prado, donde se puede observar
que la mirada del can es un reflejo o espejo de la mirada de su dueño, porque
la empatía de perro y dueño suele ser una constante.
En el mundo del cómic, tenemos al perro de Tintín, un Fox Terrier que se
llama Milú. Y así no podríamos dejar de citar otros ejemplos de perros, gatos u
otras mascotas en el cine o en series televisivas, como el célebre Rex, perro policía, o Zou, la cebra que vive en la ciudad.
La presencia de los animales en la
vida de los hombre hace lógica esa misma presencia en las artes, concluyó la
periodista.
Teresina
Jordá cerró el acto con un elogio a la poeta y mecenas del premio Sacramento
Jaraba. Seguidamente tuvo lugar un concierto de Teresina Jordà y sus alumnos Camino,
Candela, Andrea, Arturo, Carlos y Daniel
El jurado del premio estuvo compuesto por: Sacamento Jaraba, Julia Sáez-Angulo, Teresina Jordà, Jesús Rodríguez Picó, Stela Manaut, Carolina Pinedo del Olmo y Laura Gaona Seco.
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