Fernando Almena (escritor)
Cuestionario por Julia Sáez-Angulo
05/05/20 .- Madrid .- Fernando Almena, cordobés, de La Rambla. Aparejador y diplomado en Planificación y Administración de Empresas por la UPM. Fue profesor de la Escuela de Arquitectura T. de Granada y de la UNED del curso para el profesorado “El teatro como recurso educativo”. Fue Director de TEU en Madrid.
Se inicia en la literatura como autor teatral. Cultiva el teatro y la narrativa. Destaca su labor dentro de la Literatura Infantil y Juvenil. Ha participado en congresos, cursos, seminarios y mesas redondas sobre teatro infantil y juvenil.
De la junta directiva de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles y socio correspondiente de la vetusta y cultural Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Ha sido presidente de ASSITEJ-España y de las juntas directivas de la que fuera Asociación de Autores de Teatro, hoy con otro nombre, y de la Asociación de Amigos del Libro Infantil y Juvenil y de la OEPLI (IBBY).
Ha estrenado numerosas obras para adultos y niños, y de estas además en Hispanoamérica. Ha publicado medio centenar de libros en español y diez en otros idiomas, además de publicaciones en obras colectivas, revistas, prensa, etc. Traducido al catalán, gallego, vasco, valenciano, francés, árabe, italiano y turco.
Ha obtenido numerosos premios, de lo que de teatro, entre otros, cabe señalar: Barahona de Soto, Diego Sánchez de Badajoz y Federico García Lorca y para niños: Aetij y Teatro Guerra. De narrativa: Vieira de Humor (Internacional) y dos Huchas de Plata, entre otros. Y para niños: El Barco de Vapor y Villa de Ibi.
SELECCIÓN BIBLIOGRÁFICA:
Teatro: “Ejercicios para ahuyentar fantasmas”, “Ex, o la irrefrenable marcha del cangrejo - “¡Viva Cardona! - Made in Spain”, “Jambre”, Discretamente muerto y otros textos breves”.
Ensayo: “El teatro como recurso educativo”. (En colabor. con Julia Butiñá). UNED. Diversos artículos.
Teatro de niños: “Teatro para escolares”.
Teatro para niños y jóvenes: “La boda del comecocos”, “El cisne negro”, “¡Catacroc!”, “Los pieles rojas no quieren hacer el indio”, “Mis queridos monstruos”, “Los pieles rojas no quieren hacer el indio” “La última”…
Teatro de títeres para niños: “El príncipe minúsculo”.
Poesía para niños: “El jardín de los cantares”.
Novela infantil y juvenil: “Un solo de clarinete”, “El pavo Facundo”, “El maestro Ciruela”, “Tartesos”, “Pocachicha”, “Marcelo Crecepelos”, “El beso de la princesa”, “La ballena Filomena”, “Ay, ay, ay, ¡que me la pego!...
Adaptaciones literarias: “El pequeño Otto ha desaparecido”, de Manfred Limmrooth.
1. ¿Dramaturgo o narrador?
¿Acaso hay diferencia? El dramaturgo cuenta mediante diálogos la acción, y sin perder de vista las importantes acotaciones -pura narrativa-, de las que Valle fue ejemplo, pero a las que muchos autores actuales renuncian por su sometimiento al director o porque solo saben dialogar. La narración también se surte de diálogos, y si no, los narra. Prueba: teatralizar convertir narrativa en teatro y narratizar o narrativizar, lo inverso, luego la esencia es la misma. Pues amo y practico los dos géneros, me considero ambas cosas.
2. ¿Por qué esa vocación tan acendrada por el teatro?
Porque en el teatro mi inicié, el gran descubrimiento de mis 15 años, y nunca lo he abandonado, desde la dirección teatral hasta director del TEU y finalmente autor. Tras un paréntesis, volví a escribir, pero como pervivía la dictadura, lo dejé porque mis obras solo tenían dos caminos para mí, no estrenarlas o la cárcel, si no ambas. Esperaría tiempos más favorables, mis obras eran claras y contundentes, no me iba lo de no digo pero digo, el teatro de la insinuación mojigata, a veces falsa, inventada por el espectador. Después no tenían ya sentido y durmieron al calor de las ascuas.
3. ¿Se produce buen teatro hoy en España? ¿Se puede representar, dónde, quiénes?
Desde la autoría sí se produce, pero en mi opinión, solo en una minoría, pues el resto está plagado de obras a las que les sobra gran parte de su extensión, hay una súper abundancia de tendenciosidad política -desequilibrada-, partidismo sectario y sumisión a ciertos movimientos radicales, a lo políticamente correcto -para mí diferente de lo correctamente político-, a la comedia vulgar, frente a la escasez de alta comedia, etc. En cuanto a producción teatral para la representación o montaje, la privada tampoco es generosa, y la pública, castigada porque en las comunidades autónomas mayormente se atiende, pondera y apoya a sus autores, con independencia de la valía de sus obras, por culpa de ese provincianismo de “lonuestrosolo” que, entre otros males, nos ha traído la cateta fragmentación autonómica y que afecta, por ende, a las producciones auspiciadas y contratadas por las entidades culturales de tales comunidades.
4. ¿Qué cabe esperar de la Administración pública cultural que no sea simplemente dinero? ¿Son buenas las subvenciones o acaban condicionando la libertad y la crítica?
Mucho y nada. MUCHO cabría esperar con un fomento de la cultura digno en pro de la educación, el desarrollo analítico y crítico de la sociedad y su divertimiento, que hoy en general suena igual que aburrimiento. NADA para la mayoría de lo que desde ella se oficia. Se necesitan gestiones sin timoneles políticos sino con expertos capitanes: funcionarios especializados por oposición sin enjuagues.
En relación con el dinero, MUCHO la mayoría espera y pretende de la generosidad de la Administración como si fuera monjita de lo cultural, y NADA debería haber si no se destina de forma inteligente, no favorecedora y sin compadreo, tampoco de castas y signos políticos, y los que reciban, que no sea gratis et amore sin control, sino de ayudas tras la oportuna criba de un comité de funcionarios expertos a proyectos prometedores, convincentes y ambiciosos, así como al sostenimiento real de las estructuras de las asociaciones sin ánimo de lucro merecedoras, sin camuflajes chanchulleros, y posterior comprobación de si lo realizado corresponde con rigor y calidad a los proyectos y fines aprobados, pero si mienten, falsean o la jiñan por desinterés y confianza en falta de control por lo recibido, pues a reclamárselo, con las exigencias de responsabilidad que hubiere, y las protestas, al segurata de la puerta de la Administración correspondiente.
5. ¿En qué direcciones trabaja la Asociación de Autores de Teatro?
Sus fines eran en pro del teatro y de los autores, conseguido gracias a la eficacia de sus gestores y de la generosidad del ministerio de Cultura. Supongo que seguirá con idénticos objetivos, porque siendo socio veterano y 15 años en su junta directiva, dimití e incluso me di de baja de la asociación tras una maniobra radical feminista por la que se aprobó el cambio del nombre fundacional al de Autoras y Autores, obviando la palabra asociación para aprovechar las siglas, gracias al buenis/borreguismo imperante y a la confianza de los socios antiguos en que no prosperaría tal despropósito, que contravenía la norma de la RAE sobre el uso del neutro y para mayor inri, de una asociación de escritores y vinculada a la Colegial de Escritores, y que otras asociaciones teatrales o de escritores no han hecho. Hay autores escritores y autores escribe diálogos.
6. ¿Cómo nació su interés literario por el público infantil?
Comencé por el teatro porque, como autor, muy pronto comprendí su importancia para la infancia por sus grandes bondades, tanto del teatro para niños realizado por adultos como el hecho por aquellos. Me referiré en concreto a este último, que les ayuda a desarrollar la personalidad, a perder el miedo ante los demás y, por ende, la timidez, a mejorar su dicción y capacidad de expresión oral y corporal, a relacionarse con los demás por su poder socializante, a desarrollar la memoria y la comprensión, entre otros muchos beneficios, además de amar el teatro, del que serán sus futuros espectadores.
Después, cuando mis hijos eran pequeños, entendí la necesidad de que los niños leyeran narrativa, y eso me animó, aunque para sorpresa de muchos, a los niños les gusta leer teatro, incluso no pocos me confesaron que lo preferían a la narrativa, lo que no es de extrañar porque el teatro va más al grano y todo lo pone su imaginación. Empecé escribiendo una novela corta y la presenté al Premio El Barco de Vapor, fui finalista y el jurado la recomendó para su publicación, cosa que la editorial SM no hizo porque tenía demasiados libros comprometidos. Esto me indignó bastante y decidí que el año siguiente lo iba a publicar porque iba a ganar el primer premio, y así fue.
7. ¿Cuándo hay que iniciar a los niños en el teatro y por qué?
Desde pequeños, tres o cuatro años, con el juego teatral, para mí preferible a juego dramático, juego en cualquier caso y sin representaciones ante nadie. Al principio, los más pequeños van a su aire y es necesario que un animador o profesor los conduzca. Con el tiempo los niños tendrán unas intervenciones más directas hasta que la figura del animador desaparezca. Solo decir que no me gustan las representaciones de pequeños para mayor gloria de sus familiares y publicidad del colegio, tal que fueran monitos en carnaval, aunque haya tenido que asistir a algunas. Incluso cuando ya se valen por sí mismos como actores, me inclino porque las representaciones las hagan para compañeros de otras clases, y los adultos, en casa con sus maquinitas.
8. ¿Qué satisfacciones ha tenido ud. en estos campos?
Muchas, podría contar innumerables anécdotas, pero no ha lugar. La mayor, ver a los niños disfrutar con algunas de mis obras teatrales, sirva como ejemplo “Mis queridos monstruos”, que lleva 15 años representándose en Halloween en el Teatro Tarambana de Madrid, y ver allí disfrutar a niños y padres por igual. Y en narrativa, además de goce, lograr que niños que no eran lectores, se conviertan con mis libros. Sobre todo con los de humor, aunque he escrito en casi todos los subgéneros. Incluso para un tercer campo, que no había tocado y en el que no quise quedarme fuera, decidí escribir un libro de poemas para niños, que al primer intento, aceptó y publicó Hiperión. Si publico nuevos libros para niños serán de humor, para mí lo más satisfactorio, y en general, para ellos. El humor reclamado por editores y especialistas, pero después relegado, cuando no vilipendiado, por la mayoría de ellos.
9. ¿Abundan las mujeres en este campo?
Sí, mucho, más que los hombres, ya que tienen mayor sensibilidad y además nos superan en todo en lo que no se les pongan piedras en el camino, algo que felizmente ya es casi anecdótico. Su lugar ha de estar por encima, no la parida de la paridad, movimiento machista en el fondo, creado por los hombres para poner techo a la mujer porque ven que les come el terreno. Una prueba, la mayor parte de los países avanzados que pusieron en marcha sistemas para evitar con éxito la pandemia actual, están gobernados por mujeres.
10. ¿Por qué algunos escritores consagrados no se atreven a escribir para niños? ¿Tan difícil es?
Algunos dicen que no saben, y los que lo hicieron, fue por criterio de los adultos, y en buena parte fueron rechazados por los niños. Hace tiempo, crearon una colección para escritores de adultos, en su mayoría de renombre, y fue tal fracaso, que tuvieron que cerrarla. Tuve la suerte de que el editor me dijo a tiempo que, si quería, recuperara el texto que se había comprometido a publicarme, pues aunque yo no tenía contrato firmado, no había retirado por ética, lo que agradecí infinitamente, y el resultado ha sido de 225.000 ejemplares editados hasta hoy más seis ediciones en catalán.
Difícil no es, solo tener sensibilidad y ponerse a la altura de los niños.
11. ¿Hay buena relación entre los autores de literatura infantil?
Excelente, al menos los de mi generación, grandes amigos, no fácil entre escritores.
12. Ud. ha escrito también teatro para adultos. ¿Qué filosofía o qué temas le ha interesado transmitir conceptualmente?
Así comencé y sigo, aunque llevo tiempo en que solo escribo teatro breve, el goce de la síntesis. Mis temas principales, la defensa de ser humano y de sus derechos frente al abuso y opresión del poderoso, desde el lado histórico y, sobre todo, desde la farsa, que me entusiasma. También he cultivado alta comedia de crítica política y al poder.
13. ¿Qué libro está leyendo ahora y qué libro recomendaría?
El último que he terminado, “Otra vida por vivir”, de Theodor Kallifatides, con el que he disfrutado y recomiendo a los mayores, sobre todo escritores. Bueno, y algún picoteo entre libros de dietética y ensayo, además de seguir entrevistas y conferencias en línea.
13. ¿Qué proyectos se trae entre manos?
Hacer una escalera, aunque sea con sábanas entre anudadas, para escapar del torpe encierro cotidiano. Es broma, para encerrarme no ha sido necesaria la policía, pero lo sería para sacarme, según está el patio… Proyectos, un libro para niños y escribir artículos, pero esto lo estoy dejando para mi alter ego.
1 comentario:
Grandísima entrevista, Julia. Porque mi gran amigo y colega, Fernando Almena, hace una exposición detallada y de enorme interés de una parte fundamental de la problemática literaria y teatral en nuestros días y en nuestro país. Fernando es un gran escritor teatral y, por si alguien no lo sabe, el autor de Literatura infantil más vendido y reconocido en España. Fernando Almena es una figura literaria de primer orden y esta entrevista, de gran nivel, lo demuestra.
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