Prólogo por Pedro Feduchi
L.M.A.
5/5/20 .- Madrid
La obra de Jesús de la Sota, conocido fundamentalmente por sus diseños de muebles, que a menudo complementaban los edificios de reconocidos arquitectos (como Alejandro de la Sota, su hermano mayor), constituye un caso singular dentro del diseño español del siglo XX. Destacó siempre por su elegante sobriedad, su brillante refinamiento y su trazo limpio y potente. Experimentó en muchos y variados campos de la creatividad: pintor, muralista, ilustrador, dibujante y grafista, diseñó sillas, butacas, mesas, lámparas y también libros, telas, tapices... en un intento de reunir utilidad y belleza en todas las esferas de lo cotidiano. Puso en marcha la firma Cores y Sota, un proyecto integral de interiorismo capaz de generar arquitectura desde la pequeña escala, en una búsqueda constante de lo esencial y lo mínimo.
A pesar del indudable valor que posee su trabajo, la obra y figura de Jesús de la Sota han permanecido difuminadas entre la de sus contemporáneos, probablemente debido a la multiplicidad de sus registros creativos, a su perfeccionismo que resultó en una producción limitada y a su rechazo al exhibicionismo en busca del trabajo realizado en silencio. Ahora, gracias a las investigaciones que han desarrollado estos últimos años Silvia Blanco Agüeira y Antonio S. Río Vázquez, registrando sus proyectos y realizaciones, desvelando las cualidades más características de su actividad, revisando las sucesivas colaboraciones con arquitectos, estableciendo paralelismos y divergencias con otros artistas y diseñadores, se puede apreciar adecuadamente su trayectoria y valorar la calidad de sus variadas realizaciones.
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