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Joan Oliver Torrents
2.8.2020 .- Palma de Mallorca.- OPINO que estamos viviendo una gran crisis, crisis de valores. La raza blanca, en su mayoría, está perdiendo los valores que la hicieron liderar la humanidad. Valores que crearon la cultura occidental e imperios como los de Grecia, Roma o España, etc.
Hoy los valores no son apreciados. Todo es válido. El fin justifica los medios. Por desgracia, el objetivo, hoy, es conseguir lo que quiero con el menor esfuerzo y sin tener en cuenta al otro.
Uno de estos síntomas de la crisis actual son los ataques que están sufriendo, en todo el mundo, estatuas o monumentos de insignes personalidades históricas. Éstos son los síntomas, la enfermedad, repito, es la falta de valores. Valores que deberían encarnarse en líderes para ser seguidos por los ciudadanos. ¿A nivel mundial cuántos lideres tenemos a los que seguir por sus valores? Si somos religiosos tenemos a un gran líder, el Papa Francisco. Si también nos importan otros valores ¿Quiénes son nuestros líderes? Líderes nacionales e internacionales que aporten valores y enriquezcan a nuestra sociedad hay pocos, muy pocos. Esta falta lideres no debemos tomarla de excusa para justificarnos, todo lo contrario. Es obligación de cada uno sacar lo mejor, de sí mismo, para engrandecer a la sociedad donde vivimos.
Cuando hablo de enriquecer no me refiero a riqueza económica o material, me refiero a los valores que nos enriquecen interiormente. Valores como el amor sincero entre personas, entre toda la familia, la religión, la fidelidad, la honradez mutua, el amor a las cosas bien hechas, a la belleza interior, a la cultura, a la historia, a la justicia, a nuestros héroes anteriores, a los forjadores de nuestra historia, etc., etc.
La historia no empieza hoy. Debemos ser respetuosos hacia nuestro pasado del mismo modo que deseo lo sean dentro de cien, doscientos o quinientos años nuestros descendientes. Seguro vivirán unas normalidades muy distintas a las que hoy nos damos o a las que existieron hace cien, doscientos, quinientos o mil años. Nuestra visión de los hechos anteriores no debe ser analizada y juzgada con la normalidad de hoy y, menos, con la influencia de tendencias pasajeras. Se que es un gran esfuerzo intentar saber cuáles eran los valores y las normalidades de hace uno, dos, cinco, o más siglos. Sólo intentando conocer estas normalidades podremos saber de ellas, pero nunca juzgarlas con la mentalidad de hoy.
Quiero, ante todo, expresar mi respeto por la vida de cualquier persona. Sea del color que sea. Toda persona, toda vida, merece el máximo de respeto. La vida es un regalo de Dios y sólo Él es dueño de la misma.
Nadie, bajo ningún aspecto, puede disponer de la vida de un semejante.
Opino que Cristóbal Colón o San Junípero Serra no son merecedores de los atentados que están sufriendo en sus monumentos. Recuerdos u honores que otras personas creyeron que merecían y, por ello, erigieron. ¿Bajo qué norma, valor o ley se consideran con la autoridad de atentar contra lo que otros ciudadanos creyeron?, ¿En base a qué se creen con derecho a atentar?, ¿Creen, estas personas, que sus actos son tan beneficiosos para la humanidad como lo han sido las obras y vidas de los Colón, fray Junípero Serra, etc.?
El Almirante con su Descubrimiento engrandeció el mundo. Cambió el mundo. Hay que valorarlo. Recordar un poco de historia nos puede ir bien; Las primeras víctimas del Descubrimiento fueron los 39 españoles que quedaron en el “Fuerte Navidad” y fueron asesinados por los taínos. Las primeras víctimas fueron españolas.
Es cierto que hubo miles y miles de muertos. No considero que se lo puedan imputar a Colón. De haber sido otro el descubridor habría habido las mismas muertes, o más. La mayoría fueron debidas al choque de dos sociedades; una, la española, autovacunada de muchas enfermedades que, al comunicarse con la indígena, carente de defensas ante estas enfermedades de los europeos, causo muchas muertes. De estas consecuencias naturales no se puede culpar[U1] a Colón.
Sería interesante que estas personas “destructoras de historia” investigasen, sin influencias, al nauta. Cristóbal Colón fue calumniado y juzgado, sin juicio, por personas interesadas en su caída. A Colón le solicitaban, o exigían, la entrega de más, y más, nativos para cuidar las tierras de los colonizadores, fidalgos, etc. Colón se negaba a ello y éste fue el primer motivo de su caída en desgracia. Pago por la defensa de los nativos.
Debemos recordar que la esclavitud, en España, se abolió en 1888.
Fray Junípero Serra se marchó al Nuevo Mundo a los 35 años siendo catedrático de Teología. Inició sus estudios en el convento franciscano de Palma de Mallorca a los catorce años.
Su labor fue muy amplia; creó 9 misiones de las que hoy son importantes ciudades San Francisco, Los Ángeles, etc. Cristianizó y civilizó a infinidad de indios enseñándoles las artes de la ganadería, agricultura, cocina, carpintería, etc. Les entregó tierras para hacerlos personas libres y autosuficientes frente a la nueva sociedad que irremediablemente se iba imponiendo en el Nuevo Mundo. Defendió a los nativos y lucho contra su esclavitud.
Del hacer del fraile y de los españoles hoy, California, tiene infinidad de poblaciones, misiones, iglesias, ríos, montañas, etc. con nombre castellano: Rio Sacramento, rio San Joaquín. Sierras de Santa Lucía, San Rafael, Santa Ynés, San Gabriel, Santa Ana, San Bernardino, San Jacinto, etc.
California es un Estado muy importante de los EEUU. Gracias, en parte, al hacer de españoles.
Los principios morales de los que ensucian o rompen monumentos históricos, en nuestro caso Cristóbal Colón y San Junípero Serra, no se corresponden con los “normales” de hace quinientos o trescientos años. Opino que tampoco con los de la mayoría de la sociedad de hoy. Son una minoría, que fuera de la normalidad de ayer y de hoy, campa a sus anchas aprovechando el ambiente de crisis. Crisis que les sirve para sacar sus instintos más bajos apoyados en una democracia en la que no creen y en la que se apoyan para destrozarla.
Opino que cualquier muerte es injustificable. De la misma manera que son injustificables los atentados a personajes históricos. Figuras respetadas y admiradas por millones de personas durante cientos de años.
¿Sería inteligente y apropiado hacer una revisión histórica, en España, de las guerras y romanización de la Península Ibérica? ¿De la invasión musulmana? Hubo víctimas como en todas las guerras. ¿Tenemos que revisionarlas y atentar contra todo lo que representan?
Para aclarar conceptos y mentalidades, habidas en la labor colonizadora, expongo dos formas de ver a los nativos americanos;
“El mejor indio es el indio muerto”. Un general británico.
“No parece conveniente forzarlos a abandonar su lengua natural: sólo habrá que disponer de unos maestros para los que quieran aprender voluntariamente nuestro idioma”. Felipe II al Consejo de Indias, 1596
Es la verdadera historia que unos cuantos quieren silenciar. España no quiso matar indios ni destruir las culturas nativas. Culturas y lenguas que, aún hoy, perduran y son riqueza para todos los habitantes de nuestro tiempo.
La equivocación, o mal enfoque, de esta crispación es ver en la labor civilizadora y cristianizadora de España, y de los españoles, unos hechos deplorables. Opino que no fue lo que se realizó. Todo lo contrario.
En los territorios colonizados por España se crearon unas nuevas razas nacidas del mestizaje de españoles con nativas y españolas con nativos. Millones de personas actuales son descendientes de este mestizaje. No pueden presumir del mismo hecho en tierras o naciones no colonizadas por España. Otras naciones eliminaron infinidad de pueblos. Hoy sólo quedan muy pocos descendientes de aquellos pueblos originales a los que se les condeno a reservas sin posibilidad de unirse con los invasores.
La herencia de Cristóbal Colón, de San Junípero Serra y de España es muy diferente a la de otras naciones o personajes. Debemos analizarlo bien. Como españoles no debemos permitir los atropellos que están sucediendo. Debemos sentirnos muy orgullosos de la labor y de los resultados de nuestros Cristóbal Colón, San Junípero Serra y demás españoles que contribuyeron en el Descubrimiento, en la civilización y cristianización del Nuevo Mundo.
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