domingo, 8 de noviembre de 2020

"GOYA, TRES LECTURAS. LA MUJER, LA GUERRA Y EL ROSTRO", exposición en la Academia de San Fernando


Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

calle Alcalá - Madrid

Del 29 de septiembre de 2020 al 3 de enero de 2021

Entrada libre





Maica NÖIS

    Madrid 8 de noviembre de 2020.- El proyecto,  con obra procedente de la Calcografía Nacional,  ha sido patrocinado por la académica honoraria Dª Alicia Koplowitz a través de su Fundación con una nueva intercomunicación en las  salas de Goya en el Museo de la Academia y el Gabinete Goya de la Calcografía Nacional.

En la obra gráfica de Goya destacan sus cinco series calcográficas:" Los cuadros de Velázquez" (1778) "Los Caprichos (1810-1815) "La Tauromaquia" (1814-1816) "Los disparates (1815-1824) además de otros  grabados y su serie de "Los toros de Burdeos" (1824-1825). En todos con un discurso crítico que le convierte en el artista más comprometido de la historia. Sus desafíos sociales y políticos en una sociedad represiva.. Su lenguaje plástico tan personal ha hecho universal e intemporal su pensamiento.

Al margen de su singular y extraordinaria  obra pictórica, con su trabajo como grabador le habría bastado para ser considerado uno de los grandes genios de la historia del arte, en el que la historia del grabado se podría reducir a tres nombres:  Durero, Rembrandt y Goya.

Goya adopta en sus creaciones gráficas una profunda reflexión crítica y determinante en tres claves: el papel de la mujer, la crónica de guerra y el estudio de la fisionomía.

La primera mirada en la exposición es con Goya y la mujer, que tiene gran presencia en su obra gráfica. La temática femenina abunda en la serie "Los caprichos" y "Los desastres de la guerra". La mujer suele mostrar su fortaleza y sensibilidad o es espectadora juiciosa. Mientras que los personajes masculinos suelen presentar sus aspectos negativos. 80 son las estampas que se exhiben en "Los caprichos" y en 40 de ellas la mujer tiene un protagonismo absoluto y en otras es secundario.  Se muestra el mundo de la mujer dentro de sus actividades cotidianas, sus momentos de ocio y diversión, también cuando es objeto de la violencia masculina, victima de abusos y sometimiento a la autoridad patriarcal. Y al mismo tiempo otras mujeres fuertes capaces de defenderse a sí mismas y a sus hijos e incluso sus ideales de patria. Recoge las prácticas oscurantistas que pervivían a finales del siglo XVIII y que usualmente se le atribuían a las mujeres.

La segunda mirada   refleja el horror de la guerra . El ser humano como protagonista de los hechos. Personajes al límite, sin bandos ni juicios morales, que son capaces de realizar atrocidades para sobrevivir. La selección de estampas con este motivo y bajo el título "Goya cronista de todas las guerras" recorrió a principios de este siglo varias sedes del Instituto Cervantes en Europa y Asia.

Presenta todos los Desastres que origina una guerra. Describe el frente donde se produce el choque de los ejércitos y no le concede una visión heroica . Se sitúa en una posición neutral y denuncia la violencia de los contrincantes de todos los bandos. Muestra las ejecuciones sumarias, los linchamientos, las victimas que se van dejando atrás con el paso del ejército. Hace un relato de la retaguardia en sus escenas de éxodos, saqueos , el  hambre y las represiones de posguerra.

Goya  se convierte así, por su anticipación, en el primer reportero pre-fotográfico de todas las guerras. Un precursor y pionero del daguerrotipo, primera formulación de la fotografía a primeros de la década del siglo XIX que se extendió mundialmente a partir de 1839. Se anticipa a la "instantánea" fotográfica con su intención de levantar testimonio como lo atestiguan títulos como "yo lo ví" ó "esto también".

Sabe trasmitir el caos que se genera en el frente: el heroísmo de las tropas, órdenes que se contradicen, enfrentamientos brutales entre las fuerzas, muertes anónimas, atención a los heridos. Las victimas que son la imagen más trágica de la guerra con sus cuerpos que yacen amontonados sin vida. Generalmente con pérdida de identidad. Añade detalles como la humillación de la mutilación sexual. Escenas de enterramientos con la escenificación de gran dolor. En las ejecuciones con escenas de muerte a espada, en la horca, a garrote, linchamientos, fusilamientos. Goya condenó la pena de muerte  que se producía en juicios sumarísimos.  Nos muestra la perversión de los verdugos y sus ensañamientos. Se pronuncia  sobre los linchamientos y ejecuciones del "populacho".

En las consecuencias de la guerra  más trágicas los éxodos y saqueos. Huidas de los pueblos amenazados por la llegada de tropas invasoras que se agravan por la pérdida de sus hogares a veces incendiados. Estas escenas las pudo ver  personalmente cuando acudió a Zaragoza invitado por el general Palafox que había pedido a varios artistas que expusieran el sufrimiento del pueblo zaragozano tras su primer asedio. Así como el saqueo a las victimas y al patrimonio artístico de la Iglesia. El hambre en la tragedia que sufrió Madrid en 1811 que vivió personalmente. La escasez de alimentos ante la impasividad de los nobles e invasores frente a la solidaridad de los que compartían los escasos recursos. Los muertos amontonados en las calles generando enfermedades.

La posguerra con el régimen absolutista, implantado por Fernando VII, que representa mediante metáforas animalescas con los "caprichos enfáticos" que muestran la inutilidad del sacrificio. Se denuncia la gestión política. Sin embargo esta serie de "Los Desastres" la termina con una esperanza: resucitar la verdad con una nueva Constitución.

La tercera y última mirada  en los rostros . La fisonomía, al margen de la credibilidad científica y la teoría dominante en tiempos de Goya en tres apartados: 1) La fisiognomía animal atribuida al comportamiento dominante en los humanos con rasgos faciales similares. 2) La Fisiognomía degradada y caricaturizada, con origen y propósitos diferentes. Uno con  la deformación de la cara y el otro exagerar los rasgos para darle un aspecto de burla y 3) La fisiognomía patológica , durante el siglo XVIII se relacionaron las patologías mentales con ciertas anormalidades en las expresiones faciales. El trabajo y el genio de Goya muestran las sutilezas de estos cambios que luego se lograrían  captar con la fotografía.

A través de la fisonomía se relata el recurso más intenso de comunicación de ideas. Los retratos del horror de la guerra en Goya son así recogidos en sus grabados con magistrales caligrafías. Las emociones son mostradas en estado puro en su brutalidad. Propio de la intuición de un genio captados en sus tres estadios -animal, patológica y degradada o caricaturesca. Para el rostro de la mujer se reserva en una extensa gama de expresiones.

El recorrido de la exposición nos envuelve con lo que  Goya y su  genialidad de artista sabe trasmitir y dialogar directamente con el espectador y el pueblo en el mensaje de sus estampas. Admirable siempre como pintor y como persona involucrado profundamente con el ser humano lo que expresa con su pintura para plantearnos la realidad al margen de máscaras y disimulos.





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