viernes, 18 de febrero de 2022

BRUNO MUNARI. La Fundación Juan March presenta su primera retrospectiva dedicada en España

300 obras del artista, diseñador y pedagogo italiano podrán verse en la sala de exposiciones de la sede madrileña de la Fundación del 18 de febrero al 22 de mayo. La muestra incluye uno de sus célebres “laboratorios”, inventados por Munari para fomentar la capacidad de crear a través del juego. 

Obra de Bruno Munari

Bruno Munari, artista multidisciplinar, multifacético, polivalente


L.M.A.

           Madrid, 14 de febrero de 2022. Un “Leonardo de nuestro tiempo”. Así describía Picasso a Bruno Munari (Milán, 1907-1998), una de las figuras más significantes del diseño y de la comunicación visual del siglo XX. El próximo viernes 18 de febrero la Fundación Juan March inaugura la primera retrospectiva dedicada en España a este artista, diseñador y pedagogo que buscó la esencia del arte y del diseño en el equilibrio entre el rigor y la levedad, sirviéndose siempre del juego, del humor y de la ironía. 

La exposición, ideada como “una muestra colectiva de Bruno Munari” –como él tituló una de sus exposiciones– incluye una selección de cerca de trescientas pinturas, dibujos y esculturas, proyecciones y juegos de luz, piezas de diseño gráfico e industrial, ejercicios tipográficos y escritos y libros infantiles procedentes de colecciones particulares e instituciones públicas y privadas. Tanto la muestra, que abarca desde sus primeros trabajos vinculados al futurismo y al diseño gráfico hasta sus últimas experimentaciones de los años noventa, como la publicación que la acompaña están organizadas en torno a los conceptos metodológicos esenciales al trabajo de Munari: el tiempo, el método, la levedad, la experimentación y la contemplación. 

Además, el espacio de la muestra acoge un laboratorio didáctico en el que niños, jóvenes y familias pueden experimentar con materiales siguiendo el célebre “método Munari”, pensado para aprender a través del juego y el trabajo. Complementa la exposición un completo catálogo de más de trescientas páginas que contiene un ensayo sobre la exposición firmado por el equipo curatorial de la muestra, diez ensayos de algunos de los principales especialistas en Munari y su obra y un nutrido aparato crítico. Así como la exposición se cuenta entre las más completas dedicadas al artista fuera de Italia, se trata de la primera publicación completa dedicada al tutto Munari en español.

La muestra se abrirá al público el día 18 de febrero a las 14:00h. A las 18:30h tendrá lugar un acto inaugural en el que el mago Miguel Ángel Gea realizará una serie de números de ilusionismo en homenaje a Munari. También intervendrán el director de la Fundación Juan March, Javier Gomá, su director de Museos y Exposiciones, Manuel Fontán del Junco, y Marco Meneguzzo, comisario invitado de la muestra. El acto incluirá también conexiones en directo con otros especialistas y diversos recursos visuales y musicales.

El 28 de febrero a las 18:30h complementará dicha presentación, en el formato La exposición explicada, “Acerca de Bruno Munari”, una conversación sobre la exposición a cargo del arquitecto y diseñador Juli Capella y Manuel Fontán del Junco, moderada por la periodista e historiadora especializada en arquitectura Anatxu Zabalbeascoa. Unas semanas más tarde, el 8 de abril, tendrá lugar el estreno, en Filmin y en Canal March, del videoensayo Bruno Munari, la magia del arte, en el que se hará un recorrido por los aspectos más originales de la obra del artista: el juego, el humor y la ironía. 

Un “Leonardo de nuestro tiempo”

Así definió Picasso a Bruno Munari (Milán, 1907-1998), uno de esos artistas que tanto han influido en el arte y la cultura del siglo XX, pero cuyo conocimiento (paradójicamente) es solo relativo. Munari se movió con libertad entre disciplinas y lenguajes distintos, los del arte, el juego, el diseño o la literatura, tratando de comprender su funcionamiento y su capacidad de comunicación. La amplitud de medios que empleó, desde la pintura, el dibujo y la escultura, pasando por las proyecciones y juegos de luz, los objetos y piezas de diseño gráfico e industrial, publicidad, ejercicios tipográficos, escritos teóricos, libros de artista, libros infantiles y hasta propuestas pedagógicas –con las que llevó a cabo una labor pionera–, le llevaron a convertirse en un artista multifacético, con una actividad muy relevante no solo como artista sino como diseñador gráfico y editorial, además de pedagogo.

De un modo u otro, su obra puede entenderse “como un brillante y continuado ejercicio por que nos fijemos en todo aquello que está ante nuestros ojos y con frecuencia no vemos”, como explican Manuel Fontán del Junco, Marco Meneguzzo y Aida Capa en el capítulo introductorio del catálogo de la muestra. Con la paradoja de que este artista, que afirmó haber “tratado de comunicar lo que los demás no ven: un arco iris de perfil, por ejemplo”, que hizo visible el aire organizando una lluvia de papel sobre la plaza de una pequeña ciudad italiana en 1969, o que definió el árbol como “la lentísima explosión de una semilla” no es todo lo conocido y visible que le correspondería.

Después de sus experiencias gráficas futuristas en la década anterior a la II Guerra Mundial, en la década de 1950 Bruno Munari se confirmó como una especie de “inventor” de formas y como el inventor de una idea general de “proyecto” que aunaba arte y diseño, gráfica y práctica cromática y, a partir de la década de 1970, enseñanza creativa y pedagogía. Una capacidad para jugar en diferentes “terrenos de juego” que hace que su figura siga siendo muy actual.

Sus inicios artísticos coincidieron con la segunda generación de futuristas italianos, aunque después se alejaría de ellos, para dar en 1930 un giro hacia la abstracción, que culminaría con la realización de sus “máquinas inútiles”, toda una definición, y muy precisa, de lo que es la obra de arte en la modernidad. Ese interés por el dinamismo de las formas le llevaría a investigar con tecnologías recién inventadas como la fotocopiadora, o a derrochar su ingenio poético en obras como los Fossili del 2000 [Fósiles del 2000], los Forchette parlanti [Tenedores parlantes] y los Libri illeggibili [Libros ilegibles]. También a darse cuenta, con la simpleza que caracteriza sus invenciones, de que los libros infantiles no debían tener protagonista, sino que en ellos el protagonista debía ser el propio niño.

En cuanto a su trabajo como diseñador gráfico y editorial, fue consultor de grandes empresas italianas como Mondadori, Einaudi, Montedison y Olivetti, y el alma de la marca Danese, para la que diseñó piezas como el cenicero Cubo que forman parte de la historia del diseño mundial. Desde la década de 1960 perfeccionó un método –el “método Munari”– que hoy sigue gozando de gran éxito; propuso a la Olivetti una exposición itinerante basada en la muy moderna idea de “programación” a la que se adhirió toda una generación de artistas, la titulada Arte Programmata, pese a lo cual su obra no ha sido todavía objeto de grandes exposiciones internacionales.  

Casi trescientas obras, imaginación, “método” y un “laboratorio”

La exposición Bruno Munari reúne una selección de en torno a trescientas obras y materiales del artista, divididas en seis ámbitos cuyos títulos aluden a los procesos de pensamiento que dan lugar a las diversas tipologías que caracterizan la obra del artista: “Ser en el tiempo”; “De las dos a las tres y a 

las cuatro dimensiones”; “Método como método”; “Superar el límite”; “Anular el tiempo”; y, por último, “Descubrir el mundo”. Bajo estos procesos se encuentra siempre lo que él llamó “método”: “el secreto –escribió– consiste en que yo parto siempre de la técnica, no del arte. […] Si partes de la técnica sabes hasta dónde puedes llegar”.

La selección incluye pinturas, dibujos y esculturas, revistas, productos y piezas de diseño, películas experimentales, acciones y ensayos lumínicos, proyecciones y juegos de luz, objetos y elementos de diseño gráfico e industrial, diseños publicitarios y deditoriales, ediciones, ejercicios tipográficos, escritos teóricos, libros de artista, libros infantiles y propuestas pedagógicas, adema´s de documentación sobre obras efímeras, textos y fotografías.

También se incluye un “laboratorio” basado en el método pedagógico de Munari, especialmente ideado para esta muestra y dirigido por maestros formados en dicho método. Para su desarrollo se dedica un espacio entero, donde niños y jóvenes convivirán con las piezas del gran Alfabeto Lucini, letras creadas por el artista a partir de materiales diversos.

Obra de Bruno Munari

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