L.M.A.
6/5/22.- MADRID.- El cantautor Amancio Prada interpretó, con su voz y su guitarra, un concierto sobre su “Cántico Espiritual” para clausurar la exposición de la obra artística de Antón Lamazares, que bajo el título de “Cantico Espiritual, tiene lugar en la galería de arte madrileña Odalys. Alfonso de la Torre, crítico de arte, dijo en la presentación:
“Poetas del norte, pensé al comenzar a escribir sobre este encuentro. Si conocida es la pasión poética que insufla el quehacer de Amancio Prada, no desdeñemos los poemas de Lamazares, este artista asaltado/zaherido por la letra y por lo esquivo de la palabra. Viajero desde la afasia al exceso del verbo. Coincidentes en su nacimiento al norte, otro leonés (Dehesas) que sumar a esta galería (Teresa Gancedo, Antonio Gamoneda, Antonio Colinas). Bienvenido, por cierto, a una galería capaz, hace unos años de homenajear al poeta Claude Esteban, “El trabajo de lo visible”. Con quien, por cierto, comenzaba también el texto de Jesús Matheus. Con Pound comenzaba también un proyecto de “Terminología” (2020).
Prada y Lamazares. Otras coincidencias: Infancia rural, colegios religiosos, quizás Amancio Prada sea otro “labrador”, como gusta en decir Lamazares de sí (soy otro labrador, le digo a veces).
También, tentando las palabras, volviendo a su música recientemente, pensé que a Amancio Prada le debemos otra generación (gracias) haber crecido entre música y poesía, frente a la zafiedad de hoy. Ha musicado poetas, como un écfrasis sonoro, ya lo saben: Rosalía de Castro; García Lorca o, ahora estamos aquí, con Juan de Yepes que, por decirlo en términos fraileros, pensaba, ha sido su hermano en el camino de la vida. Amancio de la Cruz, estuve tentado de escribir. Mas también (alfabéticamente) Gustavo Adolfo Becquer, Cunqueiro, García Calvo, Jorge Manrique. O, unido a nuestro Juan, la voz descalza de Santa Teresa.
Un estado total de poesía. Entre el ir y venir de lo que no está, ausente la Amada, ha cantado secular Amancio al Descalzo en la nada fecundada, esa intensa noche entre las noches, canción entre lo obscuro, la sosegada que atiende la espera de los levantes de la aurora, mas también la tenebrosa noche que alumbra a la noche. “Vida e morte”, título de su primer disco, 1974.
Canta Prada, Amancio El Descalzo, asomándose al borde del silencio. Fluye a veces su voz rumorosa, tal suspendida sin dirección que torna embriagante la palabra como un rêve de vol a lo Bachelard. Son las palabras de Juan de Yepes, expresadas por Prada en sus canciones verdadera poesía del resplandor de lo que estuviese sólo en el mundo. Como sucede en las pinturas de Lamazares, la suya es una palabra que, dicha, jamás sería escuchada, una voz situada perseverante en el umbral, siempre en el umbral del mundo. En el umbral”.
Antón Lamazares y Amancio Prada
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