L.M.A.
1/5/22.- Madrid. El libro “Chemari y Manoli. Una pareja feliz”, escrito por la historiadora María Hernández Sampelayo, hija de ambos, y publicado por la editorial Letragrande, fue presentado en la librería Neblí de Madrid.
La autora María Hernández Sampelayo dijo las siguientes palabras:
“Querida familia y amigos, colegas de la universidad, antiguos alumnos, amigas de toda la vida…Quiero empezar estas breves palabras con un gracias a todos mis hermanos y sobrinos que desde el comienzo apoyaron este libro sobre nuestros padres y abuelos. No todos están hoy aquí pues viven fuera de Madrid…Habrá mÁs presentaciones en los próximos meses …
A los que habéis venido esta tarde heladora madrileña a la presentación del Libro sobre mis padres: CHEMARI Y MANOLI, una pareja feliz, apasionados por el mundo en el que vivieron.
A los que habéis escrito vuestros recuerdos sobre CHEMARI Y MANOLI. Sin vuestra colaboración no hubiera sido posible escribirlo….
Gracias a Fernando Cillán, editor de LETRA GRANDE que desde el principio creyó en este proyecto editorial con gran ilusión y facilitándolo. Mariona Borrell, la diseñadora de la portada merece también un recuerdo y agradecimiento especial ….
Chemari y Manoli fueron una pareja madrileña feliz que vivieron en una época de la historia reciente de España, como muchos otros. Mi padre nació en 1924 y mi madre en 1928. Estuvieron casados desde junio de 1954 hasta abril de 1975, así que no llegaron a hacer las Bodas de Plata…En esos pocos años de vida juntos tuvieron 9 hijos y cientos de amigos pues eran personas apasionadas por todo su mundo, como señalo en el subtitulo del libro. Podríamos decir que eran muy disfrutones….
Sus vidas no fueron fáciles, pasaron una guerra y una postguerra, que los que la habéis vivido recordareis. Mi madre perdió a su padre con solo 8 años…ella misma quedo viuda con 46 años… Mi padre tuvo un cáncer de mediastino con metástasis en el cerebro…etc. Prefiero no seguir por ahí pues todos tenemos experiencias duras en la vida. ¿A quién no le han pasado o le siguen pasando cosas?
A mis padres, Chemari y Manoli, les he visto siempre serenos, felices, contentos y preocupados por ayudar a los que tenían a su alrededor. Así lo han reflejado la mayoría de los testimonios recogidos. Ellos supieron aprovechar las oportunidades de su vida que resultaban más costosas o duras para mirar al cielo, sin quejarse, pues tenían un sentido trascendente de su existencia. Ambos habían aprendido desde pequeños, en sus propias familias, ese sentido profundamente cristiano de la existencia humana.
Otra de las características que quiero resaltar de mis padres es su preocupación social por España y por el mundo: capacidad de servicio, mi padre en la vida pública: Presidente de la Asociación de Amigos de la Rábida desde muy joven y mi madre con los enfermos y personas mayores”.
Más información
https://drive.google.com/file/d/1W9r-UCe_Ce9wr3OCwhvFUPshJwDvCVuP/view
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