L.M.A.
21/9/22.- Madrid.- El descubrimiento de mujeres empoderadas en el pasado va trayendo una nómina apasionante y olvidada. Es el caso de Olimpia, la mujer que desafió a todo un reino para que su hijo Alejandro Magno alcanzase la gloria. La escritora Laura Mas ha novelado la vida de “Olimpia”, en el libro que lleva ese título de su nombre y que ha sido editado por Espasa.
Con prosa ágil y amena, la periodista y escritora Laura Mas (Las Palmas de Gran Canaria, 1989) nos sitúa en su novela en el año 357 a. C.
La joven princesa de Epiro, Mírtale, se instala en el palacio de Pela tras su matrimonio con Filipo, rey de Macedonia. Ambos han sellado una alianza inmejorable entre sus respectivos reinos, pero pronto Mírtale hallará obstáculos para adaptarse a una corte en la que debe convivir con el resto de mujeres de Filipo. Además, su afición por las serpientes generará el rechazo de algunos aristócratas y nobles, incluido el de su propio esposo.
Un año más tarde, Mírtale dará a luz a un niño y cambiará su nombre por el de Olimpia, iniciando así una etapa en la que su máxima prioridad será la supervivencia de su dinastía. Ambiciosa e inconformista, Olimpia sorteará todas las dificultades que se le presenten y desafiará a todo aquel que ponga en peligro sus intereses.
A partir de lo poco que se conoce de esta mujer fascinante, Laura Mas construye una novela en la que da voz a Olimpia, quien nos explicará en primera persona su propia historia: durante años, tratará de hacerse un hueco en una corte en la que florecían las intrigas y las luchas de poder. Avalada por su fuerte carácter, su clara inteligencia y, sobre todo, por la autoridad que le daba ser madre de Alejandro, la reina luchará contra todo y contra todos para colocar a su hijo en el trono.
Olimpia es el retrato de una mujer que traspasó los roles de género de su época para alzar su dinastía a la gloria. Temida por sus contemporáneos y denostada por la Historia, fue la verdadera responsable de que Alejandro Magno reinase en Macedonia.
1 comentario:
Queridos amigos
No leí el libro pero sin duda Olimpia habrá sido una personalidad fascinante. No existía en aquellos tiempos el feminismo... pero eso ni significa que no haya habido mujeres de férrea voluntad y de gran inteligencia.
Nuevos saludos,
Raúl
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