lunes, 19 de diciembre de 2022

Exposición: DETENTE INSTANTE –Una historia de la fotografía en la Fundación Juan March

Exposición: DETENTE INSTANTE –Una historia de la fotografía

Fundación Juan March, Castelló 77 -Madrid

Del 7  de octubre de 2022 al 15 de enero de 2023



Mayca NÖIS

                17/12/2022.-  Es una muestra excepcional para entrar, valorar y comprender desde su nacimiento en historicidad la técnica artística fotográfica .Desde 1840,  cuando aparecieron los primeros daguerrotipos, hasta nuestros días. El proyecto tan ambicioso atraviesa desde la mitad del siglo XIX, todo el siglo XX y los inicios del XXI. Son 180 años de historia en  más de trescientas fotografías (casi todas copias de época) procedentes de dos colecciones de este arte de las más importantes de Europa: Dietmar Siegert en Alemania y Enrique Ordóñez  e Isabel Falcón en España.

El escritor y académico Antonio Muñoz Molina hace referencia en el catalogo al título “Detente un instante”: “En una buena foto, como en un haiku, todo sucede de golpe, sobre todo cuando parece que no sucede nada”. El coleccionista Enrique Ordoñez  lo define “Cuando ves las imágenes es algo que lo sientes, esto lo quiero…. Lo más importante de esta colección es que contiene una serie de nombres históricos de la fotografía adquiridos antes de que realmente explotasen”.

El equipo curatorial ha sido comisariado por Ulrich Pohlman, jefe del departamento de Fotografía del Stadtmuseum de Munich, Manuel Fontán del Junco, director de exposiciones  y Maria Zozoya, jefe el proyecto expositivo de la Fundación Juan March.

Dividida en seis capítulos que transitan,  en los 450 metros de la sala, desde la intimidad del color negro-blanco de las primeras imágenes hasta la fotografía contemporánea. Se destacan nombras y fotografías algunos ya conocidos: Irving Penn, Man Ray,Samuel Burne, Sasha Stone, Jeff Wall, Cartier Bresson, Brassaï, Fenton, Atgent, Tillmans …….

La primera parada con “Una nueva manera de ver el mundo” una invención asombrosa para reproducir el mundo natural. Un tesoro para recopilar imágenes de personas para recordar en álbumes. Demuestra cómo la fotografía se convirtió rápidamente en símbolo de un status social.

“Orbis pictus” Al mundo hasta entonces solamente conocido a través de los artistas se le añade un nuevo campo de “experimentación” y es París como la capital del siglo XIX quien más lo refleja a través de la captación de su arquitectura y sobre todo la ciudad moderna. Además conocer de las regiones más remotas con fieles vistas reales. El “El Gran Tour” que pasaba por Italia, España, Grecia, Egipto y Oriente Próximo se convertían en álbumes de recuerdos. Esos mundos desconocidos que fascinaban como la India, muy aceptada por los fotógrafos ingleses .Así como el exotismo de Extremo Oriente con las imágenes de mercaderes, artesanos, monjes o músicos.

Le sigue a este proceso “La ubicuidad de las imágenes” por la que hacia  1900 prima la contemplación y la vida real y es tras la Gran Guerra cuando se consolida representar la realidad de las cosas con una “nueva objetividad”. Se explora el carácter escultural de la belleza de los cuerpos. La Bauhaus introduce modos de expresión experimentales con la representación de retratos con nuevas perspectivas para producir una novedosa concepción estética, moderna y directa. Por contraste en Estados Unidos la larga crisis que afectó a la población rural del sur en oposición con un Nueva York como capital mundial de la modernidad afecta a la toma por los fotógrafos.

Se provocan nuevas situaciones que dan lugar a los “Surrealismos” los fotógrafos  callejean y registran los misterios de la ciudad y los incorporan como hallazgos fortuitos hacia lo fantástico. Se convierte a Eros como un élan vital en el desnudo, casi siempre femenino, en el discurso amoroso del  surrealismo. Fetichizando objetos y partes del cuerpo rompiendo tabúes. Y lo plasman en sus facetas técnicas: solarización, exposición múltiple, collage, decoupage, montajes y retoques de copias, todo lo que contribuye para inventar nuevas realidades.

El ánimo de tristeza y melancolía existencial dejado por la Segunda Guerra Mundial se readapta en “La densidad de lo real” por lo que la fotografía se enfoca a tomar y observar lo que ocurre alrededor sin que el fotógrafo llame la atención. Por lo que logran tomar realidades de la existencia y situaciones de la vida en lo que también entraban las vallas publicitarias, rótulos y carteles.

Con la llegada del color en la década de los cincuenta se marca un nuevo uso artístico. La publicación The Art and Technique of Color Photography (1951) contenía reproducciones de los fotógrafos más conocidos del momento. Aunque en un principio se la tuvo como técnica poco ortodoxa y artística. En solo una década en los sesenta nuevas posibilidades creativas captaron la aceptación por el público.

El desnudo que siempre ha sido artísticamente una piedra de toque a la que en cada época le ha correspondido una mirada desde la escultural a la pura abstracción. A través de la consideración como “La Mirada que fluye” la identidad y la configuración íntima del retratado queda expuesta. El fotógrafo desarrolla sus propios  presupuestos per formativos. Muchos fotógrafos se fueron desprendiendo de premisas estéticas para entrar, sobre todo con el desarrollo del color, en propuestas abstractas y experimentales muy rompedoras. Incorpora nuevas tecnologías: manipula papeles , los rompe,, productos químicos, fotocopiadoras e impresoras para crear imágenes hibridas. Desemboca esta realidad contemporánea en preguntas es la fotografía abstracta ¿una nueva pintura?

Evidentemente este recorrido, tanto para los amantes de la fotografía como los usuarios tan adeptos con los móviles, tiene el interés de conocer y ver con estas dos importantes colecciones el ya aceptado como un arte que es la fotografía desde su nacimiento a nuestros días.

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