Julia Sáez-Angulo
Fotos: Cuqui Valero
14/1/24.- Madrid.- A la pintora mexicana, residente en España desde hace más de veinte años, le espera un año de gratos acontecimientos y disfrutes: la tesis doctoral de Davinia López Picazo en la Universidad Francisco de Victoria en Madrid, sobre el Centro de Interpretación de “Las Moradas” de Santa Teresa, junto al Carmelo femenino de Villanueva de la Jara (Cuenca), que ella creo. Por otro lado, recibirá la Medalla de Oro Mayte Spínola en Marmolejo (Jáen) y, el próximo mes de octubre, expondrá su trabajo artístico de los últimos cuatro años en el Centro Cultural de Alarpardo, localidad madrileña en la que reside.
Invitadas por ella, Carmen y Cuqui Valero, y yo, hemos acudido a su gran casa/estudio, para ver y disfrutar su obra, amén de su compañía y su almuerzo. Nos recibió con una copa del que denomina “brebaje Ana Queral”, consistente en un cóctel a base de copa con hielo picado, un chorro de licor de manzana (también sirve de melocotón o granadina), un buen chorro de ginebra (mejor Beefeater) y una botella de agua tónica. ¡Delicioso!
El aperitivo no va a la zaga: patatas fritas con “Dip iraní”, una crema a base de yogur griego sazonado con eneldo abundante, comino, menta y ajo en polvo, más un chorro de limón. Un acierto.
Pero pasamos al estudio/taller, donde la pintora lleva a cabo una serie de trabajos de pequeño y mediano formato, donde las visiones abstractas, geométricas y florales, se alternan en pigmento acrílico y collages de papeles y textiles. “He descubierto que la pelota de ping pong me ayuda a diseñar flores”. Lienzos, lonetas y papeles de distintos gramajes constituyen el soporte de su trabajo. También la tabla.
Ana Queral concibe la pintura como un arte casi metafísico y también como un diálogo o combate entre ella y el autor. “Yo percibo una mancha que me interpela y le contesto con un color, un gesto, una pincelada, y así seguimos dialogando hasta dar por finalizado un cuadro. Se producen una serie de inter-reacciones muy misteriosas”.
Pasamos al almacén de todos sus cuadros, una amplia estancia en planta baja, en la que cuelgan distintos marcos en la pared, mientras decenas de cuadros reposan embalados en papel burbuja sobre palés. Nos muestra la “serie 2020” de obras que pintó durante el cautiverio de la pandemia covid-19. Son principalmente abstracciones donde se muestra el gradual estado de ánimo de la autora. El papel corrugado acoge formas y colores a base de gamas, platas, dorados, collages variopintos… “hay que aprovechar los materiales, el reciclado de los mismos… contribuir al mundo sostenible…”
Atenta a la actualidad, Queral nos muestra dos piezas separadas en el tiempo, que le inspiraron la guerra de Ucrania (2022) y la del Golfo en Oriente Medio (1990). El lenguaje plástico es elocuente.
Ana cree en el valor elevado del arte, de ahí que lo califique de “metafísico”. Es una persona espiritual, ascética, mística, por eso ella pudo concebir como nadie el museo de Las Moradas de Santa Teresa de Jesús. Cuando asistió a la exposición de la tesis doctoral de Davinia López Picazo en la Universidad, uno de los profesores le dijo: “Señora Queral, ya es Ud famosa. Y ella replicó: “No me interesa la fama, sino la verdad”.
"Sí, considero al Arte pictórico en concreto, como una actividad metafísica porque, además de depender de objetos como telas o superficies varias, pigmentos, pinceles y otros instrumentos materiales físicos, también incluye la creación del artista impregnada de imaginación, amor, creatividad, emoción, autenticidad y demás aspectos que no se pueden valorar ni medir ni pesar dentro de la ciencia fisica. Por ello le llamo actividad meta física. El Arte va más allá de la materia", afirma la pintora.
Durante el almuerzo se habló de todo lo divino y lo humano y, entre ello, hablamos de la célebre y primera iconografía sacra de la Santísima Trinidad, por el ruso Andrei Rublev, siglo XV, que se encuentra en la Galería Tretiakov de Moscú: tres figuras aladas iguales en fisonomía y edad, con sus respectivos halos y atributos simbólicos. Ana nos habla del seguimiento que ella hace de la teología del Padre Manuel Carreira.
Hablamos de México. Ana Queral recordaba con nostalgia su hermosa casa en una urbanización construida sobre lava y vegetación, donde de jóvenes corrían con bicicletas y patines. Hoy, todo aquello está en manos del narcotráfico. No me quedan ganas de volver allí por ahora, Tenemos un presidente en el país, que es francamente mejorable”. Ana Queral (viuda del español Regino Díaz Redondo, el que fuera director del periódico "Excelsior" de México) querría vender su casa en España y regresar junto a sus hijos en América, pero los factores se complican. “Solo sé que estoy en manos de Dios y eso me tranquiliza”. Los amigos españoles rezamos apra que no se vaya.
El humor no ha faltado en la conversación, mientras comíamos el pollo al horno, exento de grasa, con arroz y judías verdes. Ana nos mostró un diminuto hueso de pollo en forma arqueada que, en otro similar, mandó dorar a 27 kilates y hoy lo luce como joya, con orgullo y gracia, la pintora Cuchi de Osma, invitada también al ágape del día, pero no pudo asistir, por imponderables familiares.
Cuqui Valero nos cuenta la milagrosa pastilla microchip que una vez tragada lanza sus señales e informes al cinturón adosado y le cuenta al médico por donde ella perdía hierro y le afectaba a su fortaleza. Parece magia, pero es ciencia médica que llena de asombro y esperanza. Ana añade que algunos mendigos neoyorkinos toman una cucharada de yodo periódicamente, para combatir la anemia.
En suma, el arte y la vida se mezclan sin solución de continuidad. Llega el postre de gelatina con piña. No falta el licor de guanábana, extraído de la chirimoya.
Como despedida, un paseo por el jardín, siempre misterioso en invierno. La nicaragüense Lupita Mairena, que nos atendió en la mesa, y que tiene buena mano para las plantas, cuida la nueva hilera sembrada junto al seto de aligustre. Algunas plantas están cubiertas con plásticos para protegerlas del hielo o la nieve. El olivo, junto a la puerta de salida de la casa de Ana, va creciendo poco a poco, necesita una larga paciencia, como en la vida misma.
Más información
https://lamiradaactual.blogspot.com/2009/10/ana-queral-pinta-el-quijote-en-una.html
"Santísima Trinidad" de Andrei Rublev, s. XV (Galdería Tretiakov. Moscú)
Ana muestra su obra a Carmen y Cuqui Valero
Ana Queral entre Carmen Valero y Julia Sáez-Angulo
Ana Queral contempla su obra
7 comentarios:
Enhorabuena querida Ana Queral, tres veces magnífica: Artista, Anfitriona y Ser humano, un honor estar a tu lado para recibir la medalla de Mayte Spínola.
Extraordinaria mujer artista y de grandes valores humanos; enhorabuena por tu premio y reconocimiento. Un abrazo Marciano Ortega
Muchas gracias por acompañarme a recibir la grata e inmerecida medalla de Mayte SPINOLA.
Gracias Don Marciano y doña Paqui. Nos vemos pronto.
Enhorabuena Ana. Hermosa obra
Enhorabuena Ana Queral.
Fantástica obra fruto de tu gran creatividad, trabajo y constancia .
M.Jesús de Frutos
Gracias Ma. Jesús de Frutos
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