Monumento a Guillermo Fernández-Shaw, poeta y libretista, en San Lorenzo de El Escorial
Julia Sáez-Angulo
25/8/24 .- El Escorial.- Salvo el de la Reina María Cristina, todos los monumentos del Real Sitio son de personajes masculinos, incluso de personajes literarios, como el dedicado a Crispín, el ingenioso pícaro de “Los intereses creados”, célebre obra del dramaturgo español Jacinto Benavente, premio Nobel 1922. Me resigno a la inercia de los tiempos. Ni siquiera la gran jurista María de Echarri, que lucho tanto por los derechos laborales de las mujeres obreras, nacida en San Lorenzo, ha merecido una calle, como para tener un monumento. ¡Muy mal, por parte de los ediles sucesivos en el tiempo y el espacio escurialense!
Pero hoy quería escribir sobre el periodista, escritor, traductor y libretista de célebres zarzuelas, Guillermo Fernández Shaw (Madrid, 1893-1965), cuyo sencillo monumento me asalta cada vez que doy la vuelta en automóvil, al bajar del restaurante El Horizontal, de El Pinarillo en la calle Concha Espina o de la residencia de las Carmelitas Vedruna, lugares que frecuento y que se encuentran en las lomas del monte Abantos. ¡Voy a escribir sobre este colega!, me digo al cruzarme con el perfil del escritor en un altorrelieve de bronce sobre una gran losa de piedra, muy cerca del Real Monasterio.
Lo bueno del periodismo es que, no solo informa al lector, sino al propio periodista que escribe un texto. Don Guillermo no nació en territorio escurialense, sino en la mismísima capital de España, si bien, con muy buen gusto, decidió tener una casa para respirar aire puro y descansar en el Real Sitio (y, como reza el dicho popular, lo hizo como el Marqués del Viso: “porque pudo y porque quiso”). En los lares escurialenses escribió y compuso buena parte de su obra literaria y musical, por lo que de alguna manera se impregnó del humus del lugar, en sus prolongadas estancias.
El monumento a Guillermo Fernández-Shaw, por tanto, se lo merece, aunque en este tipo de cosas las propuestas, sugerencias y puesta de cuartos de espada, hacen mucho en un sentido o en otro. Que se lo pregunten si no, a Víctor de la Serna y Espina, respecto al nombre de la calle para su madre Concha Espina, que no residió en el Real Sitio (pese a todo, está muy bien hecho, pues hizo un santuario de la escritora en su casa del Abantos), o al Dr. Don Florentino García González, que no logra una simple calle para el gran escritor José María Sánchez Silva, que sí residió en San Lorenzo y que fue premio Andersen, que viene a ser el Nobel de la Literatura Infantil. Cosas de políticos sectarios, cerriles o apocados hasta la náusea. Cosas de la Ley de Memoria Democrática, alegal algunos. "Hay que crear tensión" recomendaba siempre J.L. Rodríguez Zapatero, más conocido como "el malevo ZP".
Volvamos a Guillermo Fernández-Shaw, que es quien me ha inspirado escribir esta crónica, que trabajó como periodista en “La Época” y, como hombre de cultura, tradujo de Edmond Rostand, Schiller o Goethe. Pero recordar, sobre todo, que fue el gran libretista de famosas zarzuelas, que muchos todavía entonan en sus romanzas, no solo en España sino en países como Argentina y México. Buena parte de los libretos zarzueleros los escribió en colaboración con Romero Sarachaga y, otras, con su hermano Rafael Fernández-Shaw. Ahí van los títulos más célebres:
La canción del olvido; Doña Francisquita; El caserío, La rosa del azafrán; Luisa Fernanda; La Chulapona; La Cibeles, La tabernera del Puerto, La Lola se va a los puertos (sobre un texto de los hermanos Manuel y Antonio Machado, para Ángel Barrios). La mayoría de ellas las compuso con el gracejo andaluz de su padre.
Actualmente tiene lugar en Madrid una buena selección de zarzuelas en el Teatro Pavón, bajo el título "Cállate corazón", una historia del género chico, llamado así porque dura una hora y no dos o tres, como muchas óperas. María Rodríguez, actriz y cantante, es una grande entre las grandes de la zarzuela. Hasta el 15 de septiembre.
7 comentarios:
Muchas gracias, Julia, por su cariñoso artículo dedicado a mi abuelo Guillermo. Es cierto que cada día que paso por delante pienso en todo lo que él hizo por este pueblo, pero muchos aún lo desconocen. Sirva ese texto para recordar su figura, su obra y su legado. Muchas gracias.
Querida Julia, tus interesantes comunicaciones sobre tan distintos personajes, siempre son interesantísimos, claras, concretas y concisas, esas tres c, té definen perfectamente.
Me encanta leerlas y poder decirte...adelante... tu cultura es enormes y con suaves pinceladas nos llevas a penetrar en la esencia de tus personajes seleccionados.
Gracias
Hay un personaje femenino que tiene calle en San Lorenzo y que es muy desconocida. Se trata de Rosario Muro (calle paralela a Concha Espina y a Maestro Alonso). Creo que veraneante y artista frustrada, pero no sé más de ella. Saludos y gracias por tu cotidiano artículo.
Yurihito Otsuki : Excelente foco de tema y figuras literarias y musicales estrechamente vinculadas con nuestro pueblo. Y me alegro mucho de que sacará a la luz el nombre de gran escritor José María Sánchez Silva, escritor de cuentos infantiles más internacionales de España pero completamente sepultado su nombre aquí por la enorme mezquindad de interés política, como tú bien dicho.
Su mundialmente conocido y apreciado obra gracias por la maravillosa película "Marcelino pan y vino" me marcó mi infancia cuando vi primera vez en Japón, como un hito de experiencia espiritual y sentí primera vez la verdad mística de cristianismo, no sólo yo sino muchos jóvenes japoneses.
Muy interesante, Julia!!
Gracias por refrescar la memoria y actualizar la cultura, porque eso es la cultura tener datos y estar documentado, para valorar con objetividad
ANÓNIMO : De José María Sánchez Silva también estaba la petición del capellán de la Capilla del Barrio del Rosa-rio, Padre Licinio OSA, y un dossier con más de 250 firmas de los vecinos del Barrio, solicitando de la Corporación Municipal la concesión del nombre de una calle o plaza, próxima al último domicilio que tuvo Sánchez Silva en el Tomillar, a partir de 1973 hasta su fallecimiento en el año 2002.
Todo esto de la no concesión se lo debemos a la Ley de “Memoria Histórica”. Al parecer este señor era franquista, y perteneció a Falange.
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