lunes, 2 de septiembre de 2024

AMIGOS, la familia que se elige y tiene costumbres, manías, virtudes y defectos

Mayte Spínola, amistad y generosidad
Cuchi de Osma, Pilar y María Jesus de Frutos, amigas de siempre


Julia Sáez-Angulo

2/9/24 .- Madrid.- Todos sabemos que los amigos son la familia de no sangre, que elegimos libremente, lo cual no quiere decir que sean perfectos, sino que nos van, nos vamos y nos hemos cogido el punto. Con ellos quedamos y lo pasamos bien, en un enriquecimiento mutuo de ideas, conocimientos, sentimientos y gustos, además del dulce placer de la conversación, que es el método indiscutible contra la soledad. “La conversación es el tesoro supremo de la amistad”, acaba de declarar la escritora colombiana Piedad Bonet, que ha sacado el libro “La mujer incierta” Alfaguara, 2024). El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos, dice un proverbio turco.

Todos sabemos también que las costumbres, con el tiempo devienen manías. Y así lo observo en mis amigos y amigas queridas, defectos que unas veces me irritan y aguanto, y, otras, me divierten y celebro. Hay amigos clásicos y otros extravagantes. De todo en la viña del Señor. Aquí van algunas anécdotas de amigos, no necesariamente heróicas.

Mi amiga Lola es incapaz de dormir con un pijama que no casen el pantalón y la chaqueta o parte superior del mismo. Es una cuestión de estética y por tanto de ética, porque según los latinos “Nulla ética sine aesthetica”, alega ella, que es profesora titular, más Bien era, en la UCM. En una ocasión, se confundió en la maleta y cuando la abrió en el viaje que compartíamos habitación, el asunto del pijama dispar se le manifestó como una contrariedad insalvable. Le di una pastilla de las mías para dormir (duermo faltal) y pudo conciliar el sueño.

Mi amigo Víctor es adicto al Martini rojo y cuando quedamos, se empeña en que yo comparta otro Martini igual con él. Aunque no suelo tomar alcohol, lo veo tan entusiasta en su invitación, que acepto y descubro el mundo visto de otra manera. Si es que los amigos enseñan también muchas cosas.

Cuando las amigas quedamos para tomar el té o almorzar juntas, nos prohibimos hablar de enfermedades o pastillas más de medio minuto. Ya lo decían las abuelas. “es de mala educación y mal estilo hablar a los otros de las propias enfermedades”. Lamentablemente hay alguna que no lo puede remediar, pero se le llama al orden.

Otra amiga, crítica de arte, no sabe comer si no se prepara su brebaje diario hecha de un café solo caliente, un limón exprimido y dos bolsas de azúcar moreno, “mezclado, no agitado”, al contrario de James Bond. Necesita la presencia de un tercer vaso alto para mezclarlo todo. Un numerito especial en los restaurantes y algunos camareros acaban locos. Y si no es de la capital, piensa que los madrileños son todos unos hinchapelotas. Nuestra amiga no es madrileña, sino foránea arraigada en Madrid.

        ¿Y qué decir de los amigos que se lanzan enseguida al cutis, te besan, te abrazan, te pasan la mano por la espalda hasta conocer la talla del corpiño, palabra que utilizábamos al traducir a Ovidio o la Ilíada, porque lo de sujetador le parecía impúdico a la profesora pía. No digamos ya "sostén", como le gustaba a Camilo José Cela.

A veces, las amigas nos sorprenden con conductas y actitudes inesperadas y esto sí que es divertido. Tenemos una amiga fina, fina, filipina, que conduce siempre un todo terreno de alta gama, en el que cabemos toda la panda. Pues bien, cuando íbamos buscando aparcamiento por las intrincadas cuestas del monte Abantos, para almorzar en el Horizontal, un tipo nos seguía los talones con su coche, dando la matraca, sin dejar de tocar el claxon. Aquello resultaba insoportable, como si el sujeto no hubiera buscado jamás un sitio para aparcar, en lugar complicado. En un semáforo se atrevió a gritar: 

-¡Señora que el pueblo no es solo suyo!

-¡Vete a tomar por culo!, le respondió con ganas nuestra amiga fina, fina filipina, asomando medio cuerpo por la ventanilla. Las amigas que la acompañábamos nos quedamos de plástico, no por las “palabras mágicas", en sí -somos todas talluditas-, sino porque salieron de la boca de nuestra amiga fina, fina filipina. Nunca creímos que pudiera conocer tamaña expresión.

        Por tener, tenemos hasta una amiga cleptómana, que hay que tener cuidado con ella, cuando se acerca a las casas.

    Hay libros preciosos sobre la amistad, uno de ellos, la novela reciente: “Buenas noches, Irene” (AdN, 2024), del profesor mexicano Luis Alberto Urrea, sobre la amistad de su mamá y su amiga Dorothy, dos mujeres de la Cruz Roja, que recorrían en camiones el frente de soldados de la II Guerra Mundial. Hacían de todo. De todo. ¡Leanlo!

    Otras novelas de amistad conocidas: Don Quijote y Sancho; Mujercitas; Tom Sawyer; Emma; El señor de los anillos; Nada; Patria; Sira…

    “Sobre la amistad”, escribió Cicerón; “La amistad” es un ensayo interesante de Michel de Montaigne. “Elogio de la amistad” es el título de otro libro de Gim Ferrer… Los clásicos siempre atentos a las grandes cuestiones del hombre.

    Los dichos y proverbios sobre la amistad son infinitos: Quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Algunos no exentos de humor, como los que ofrece “Cosmopolitan”. 

1. Los amigos son la forma en que Dios se disculpa por algunos parientes.

2. Guarda a tu mejor amigo bajo llave, conoce demasiado de tu vida.

3. ¿Quieres contar cuántos amigos verdaderos tienes? Préstales dinero.

4. Son los amigos a quienes puedes llamar a las 4 de la mañana los que importan.

5. Seremos mejores amigos para siempre porque ya sabes demasiado.

6. Es el privilegio de la amistad decir tonterías y que se espeten sus tonterías.

7. Siempre estaré ahí para ti, aunque a veces me canse de escucharte hablar de lo mismo.

Mayte Spínola y amigas en Mallorca
Luis Magán, amigo y caballero
Susana Arregui y Luis Magán, amigos fieles

Carmen Valero Espinosa, buena amiga

La Dama de Elche. Su amiga Adriana Zapisek la visita con frecuencia en el Museo Arqueológico Nacional

Patricia Larrea y Cecilia Liao, buenas amigas


Mayte Blázquez, buena amiga de sus amigos
Mercedes Ballesteros y Adriana, buenas amigas

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Que genial eres Julia, no paro de reír con tu crónica, y es que la amistad tiene su divertimento y cuando esa amistad se va cultivando a lo largo del camino es como los buenos vinos, solera pura y como se dice por algunas partes de América ÑAÑITAS DE EL CORAZÓN ❤️
Patricia Larrea Almeida

Anónimo dijo...

Julia que grande eres. Me gusta mucho leer tus crónicas siempre tan acertadas. Si si completamente de acuerdo con “quien tiene un amigo tiene un tesoro” es un disfrute enorme contar con una amiga. Un abrazo virtual

Anónimo dijo...

Gran AMIGA. Y Ser HUMANO. GRACIAS ♥️🍀✨🙏🏻🇪🇸

Julia Saez Angulo y Dolores Gallardo dijo...

Noni Benegas : Excelente!

Julia Saez Angulo y Dolores Gallardo dijo...

juan Diego Roldan Lopez : Gracias amiga.

Anónimo dijo...

Amiga.Me has obligado a cambiar de coche😂😂😂

Julia Saez Angulo y Dolores Gallardo dijo...

Julia Marina : Muy buena crónica

Julia Saez Angulo y Dolores Gallardo dijo...

Manuela Picó : Me ha encantado.

Julia Saez Angulo y Dolores Gallardo dijo...

Rosa jimenez Maroto : Muy de acuerdo con tu forma de ver la amistad, muy divertida la forma de contarlo.

Adriana Zapisek dijo...

Genial Julia, como siempre !! Tu crónica sobre la Amistad es graciosa pero profunda, me encantó !!!