Luis Magán y un selfie con los invitados al Estudio de Covadonga Leyva
Julia Sáez-Angulo
Fotos: Luis Magán
31/12/24.- Madrid.- Nada de correrías nocturnas. Se impone el tardeo para la despedida del año que se va, y recibir al nuevo 2025, que lo imaginamos lleno de esperanzas y bendiciones. Así lo entiende la pintora Covadonga Leyva, que cada año convoca a los amigos en su silenciosa y abuhardillada Casa-Estudio, no lejos de la Real Academia de la Historia, en medio del meollo del bollo de Madrid. Hora, las 12 del mediodía y hasta la hora del té. ¡Perfecto! Desde la terraza del Estudio, se divisa toda la hilera de torres de la línea del cielo madrileña.
El tardeo en la celebración de despedida y entrada de los respectivos años es lo habitual en numerosos lugares de Europa, donde se sale a la calle, los bares y los restaurantes, desde el brunch, y se recoge en la noche, que está hecha para el descanso. Es lo más civilizado.
Covadonga Leyva ha tenido un buen año de retratos –es su especialidad más primorosa en la pintura, aunque ahora también pinta nubes- y proyectos de exposiciones en marcha, que se mostrarán en el Jardín Botánico de Madrid, primero, y en la Hispanic Society de Nueva York, la siguiente.
En la tradición, los pintores han llamado “género nutricio” al retrato, porque aseguraba el comer al artista durante un tiempo. Covadonga Leyva disfruta con la representación de la figura humana en primer plano, porque le gusta reflejarla junto a un atributo singular, que lo define, lo insinúa o le divierte. Ella ha pintado una parte de la galería oficial de retratos de ministros españoles como José Alberto Lorca, Gustavo Suárez Pertierra, Cristina Alberdi… “de todos los colores”, explica. En 2024 ha pintado el retrato de Isabel Ayuso, presidenta de la CAM, en un tondo precioso y 2025 está a la espera de dos encargos. ("Género nutricio", asegurado por unos meses)
Pero volvamos al encuentro o fiesta de despedida de 2024 en el Estudio de Covadonga. Por allí han pasado Luis Fernández Cifuentes, catedrático emérito de Harvard. Enseñó Literatura en español durante 30 años. La literatura hispanoamericana interesaba más que la española, según cuenta. Cuestión de vecindad. Alberto Gómez Font, que ha presentado este año su libro de relatos y cócteles en Tánger, aseguraba que en su casa tangerina se hacen mejores cócteles que, en los bares de los mejores hoteles, de la que fuera ciudad internacional en los 60. Julio Medem, director de cine, contaba que está terminando su película “Ocho”, sobre dos personas que repasan sus vidas a lo largo de varias décadas. Amor y emoción en el guión, que recorre la historia de España, y que él mismo ha escrito. Nos informó además, que pronto deja Madrid y regresa a vivir a San Sebastián, donde afortunadamente ya despareció la bestia. Lucía Etxebarría, escritora, dice que va a tomarse 2025 como sabático, ella dijo “de descanso”, si bien tiene dos libros todavía en promoción. Quiere cuidarse un poco. La escritora iba bien flanqueada por su joven y cariñosa hija, que tiene un flash idéntico a su mamá y rejuvenecía la media de la reunión.
Isabel de Cantos nos dio una apasionante lección sobre las lenguas y su traducción, a lo que ella se dedica, al tiempo que las artes plásticas, la literatura y la música le llevan a sus artículos en “El Imparcial”. Julia Zorina, la vecina rusa de Covadonga, estudiante de español, se fue pronto a Granada para recibir allí el Nuevo Año. Un sinfín de nombres: Félix Fernández. Arquitecto de Patrimonio Histórico; la fotógrafa y modelo frecuente de la pintora, Natalia Dolz; el diseñador de moda de origen guineano John Epan, creador de de la marca de moda MASAIMAN; Montse Sanz, directora de arte; Jorge Sobrado, Eduardo Sotillos, María Quevedo, Fernando Mier, María José Chaparte, Carlos Morante, Francesco Di Girolamo, el decorador italiano… quien no estaba no es.
Toy es el perro de Covadonga, que la sigue como un perrito faldero por donde camina. Es muy celoso y se coloca siempre entre su adorada dueña y el interlocutor. No se fía de nadie. Es perro de origen callejero muy desconfiado. “El problema de Toy es que no se cree un perro, sino mi marido”, explica la pintora, bajo la mirada arrobada del can. Covadonga que no es entusiasta de posar para las fotos, lo utiliza, si puede, como pantalla de su cara y su cabello a lo Brigitte Bardot.
Y en todo momento, bebimos cava y más cava, con sándwiches de todo tipo, empanadas, bollitos, panetones con chocolate, roscón de reyes con nata… Ya se sabe, las fiestas navideñas con su acarreo de comida y dulces hasta perder la línea. ¡Feliz 2025!
3 comentarios:
jose elgarresta: Tanta "societé" es muy aburrida, pero le va a las fiestas de fin de año.
Juan Diego Roldan Lopez : Gracias. Excelente retratista. FELIZ AÑO NUEVO.
ADRIANA ZAPISEK : + que linda nota sobre esta pintora Covadonga ! Me encantan sus retratos, super bien hechos y con un toque de humor que me parece fantástico. Me gustaria conocerla personalmente, en algún momento, pienso que debe ser una artista interesante por lo q hace,
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