* Pertenecía a la Asociación Madrileña de Críticos de Arte
Julia Sáez-Angulo
16/12/24 .- Madrid.- María Tecla Portela Carreiro (1956-2024), culta, erudita, brillante lusista y escritora, nos ha dejado el 16 de este mes de diciembre, en Tui, en su amada Galicia, después de una prolongada enfermedad, donde el dolor estuvo muy presente y ella lo narró y nos lo contaba día a día junto a las pinceladas de vida, que eran los afectos de las personas que le querían y quería, que se acercaban a verla y acompañarla.
“Es todo tan horrible que no puedo ni describirlo. ¡Alabado sea Dios! Han sido sus últimas palabras en los sucesivos whatapps que nos enviaba y a los que tratábamos de contestar con palabras más o menos acertadas de ánimo o de distracción. No le faltaba la fe, ni el humor en tiempos pretéritos.
Tecla Portela era una mujer muy singular, con la que conversar literaria, artística e intelectualmente era un placer. Mujer de personalidad bien marcada. Amaba a Galicia y de ser gallega hacía gala, sin sentido nacionalista o excluyente alguno. Residía en Madrid, pero conservaba su casa en Tui, donde ha fallecido. Tecla era una tudense de pro.
Estudiosa y conocedora bien a fondo de la lengua portuguesa. Quienes la conocían, aseguraban que hablaba la lengua lusa mejor que cualquier portugués y desde luego conocía su no fácil gramática, como señala el conocido epigrama de Leandro Fernández de Moratín: Admirose un portugués/ al ver que en su tierna infancia/ todos los niños en Francia/ sabían hablar francés. «Arte diabólica es»/, dijo, torciendo el mostacho/, «que para hablar en gabacho/ un fidalgo en Portugal/ llega a viejo, y lo habla mal;/ y aquí lo parla un muchacho» Tecla era traductora jurada legal del portugués en tribunales y documentos jurídicos, pero también de poetas portugueses o brasileños. Trabajaba en la Embajada de Brasil.
Amante del arte, Tecla Portela ha escrito diversos textos sobre distintos artistas visuales. Ella era miembro de la Asociación Madrileña de Críticos de Arte AMCA. Era coleccionista de antigüedades y objetos curiosos que lucía en su casa y mostraba con entusiasmo a los visitantes.
Los amigos hablan de uno y los tenía en buen número entre los poetas y artistas plásticos. Entre sus poetas queridos “Florbela Espanca, quimera y saudade” (1991), libro suyo, editado por Torremozas, editorial con la que mantenía una buena cercanía a sus dueños Luz María Jiménez Faro y su esposo Antonio Porpetta, ambos poetas. Escribió también otros libros, como “Fueron los pinceles” (1993).
Tecla Portela nos ha dejado un testimonio de una vida rica en amistad y cultura. Descanse en paz.
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9 comentarios:
TOMAS PAREDES: Descanse en Paz!.Sí.Estupenda mujer,o como diría Shekespeare en Hamlet en boca del sepulturero ya, una que fué mujer.
D.E.P.
Excelente profesional
y amiga de sus amigos colaboro con sus conocimientos del portugues en asuntos con el pais vecino que tuve necesidad de usar de sus conocimientos como traductora jurada. Ultimamente la visite en la Fundacion Jimenez Diaz con Julia
Carmen Valero Espinosa de la Vega.
Franca Lopez Figueroa : Para mí ha sido una sorpresa, dolorosa sorpresa, la muerte de Tecla con la que mantuvimos una muy buena relación. Nos unió la mujer de Ángel Crespo, Maria Luisa, manchega como Emilio, ( su primera mujer). Gracias Julia porque por ti lo he sabido y puedo rezar por ella. Un abrazo. Franca Lopez Figueroa
antonino nieto : Muchas gracias, lo siento mucho. querida Tecla Portela, toda mi fuerza y mi ánimo para tu familia y amigos y lo mejor para ti allá en donde estés
un abrazo grande
Carlos Sánchez TÁRRAGO : Emotivo obituario de lo que, imagino, ha sido una bonita amistad. Una interesante biografía de una persona, muy culta por lo que he leído, cuya ausencia te resultará dolorosa. D.E.P.
Me resulta difícil escribir un comentario, cuando se trata de una pérdida que me afecta por lo triste e inesperado de la noticia. Sabía de su grave enfermedad pero, como iluso que soy, siempre espero una recuperación por un milagro de la ciencia. No puedo presumir de gran amigo, pues no pude tratarla tanto tiempo como me hubiera gustado, pero la apreciaba mucho y sé que ella me apreciaba a mí, quizás por ser gallego. De su persona poco puedo añadir a lo ya escrito, como siempre magistralmente, por Julia, solo hablar de su alegría de vivir, de su honestidad y el amor con el que se conducía cada día. Ahora ella estará alegrando la eternidad a los que con ella moran en el cielo. Descansa en paz mi querida amiga.
Mi más sentido pésame .DEP
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