Julia Sáez-Angulo
Algunas tiendas y establecimientos definen el espacio y la historia de una ciudad y sus bellos comercios. Es el caso de la joyería Aldao, sita en la Gran Vía y se prepara para cumplir su centenario en 2011, cuando se instaló en la célebre calle del centro de la Villa y Corte.
La joyería Aldao se instaló el 15 de mayo de 1911 en la calle de la Sal y, como referente de la alta joyería, en 1920 se traslado a Gran Vía, entonces gran eje del gran comercio madrileño, en paralelo a la Rue de la Paix en París o la Gallería Vittorio Emmanuelle de Milán.
El establecimiento de Gran Vía, 15, guarda los mismos paneles de madera y el mobililario de sus orígenes, presidido por un busto en bronce de su fundador, don Manuel Fernández Aldao Balbis, realizado por el escultor J. Rubio en 1945.
Proveedores de la Real Casa de España, la joyería Aldao, para damas y caballeros, goza de prestigio como realizadora de más del 90 por ciento de sus diseños, que buscan siempre el prestigio y la calidad de materiales como el platino y el oro, el diamante y el rubí, el zafiro y la esmeralda. En suma, las llamadas piedras preciosas, más allá de la piedras nobles.
Se busca el diseño de lo clásico renovado en el tiempo para condesar la estética de cada generación. Una buena joya es alto patrimonio para su propietario y no se renueva cada temporada como la moda del vestir. La grandes colecciones de los diseños Aldao ha ido denominándose: Amalfi, Grace, Nice, Chiara, Dolce Vita, Paradiso, Imperia, Ada, Mattioli, Provenza o Montecarlo.
En su amplia sede central que atraviesa la Gran Vía hasta la calle convergente de Caballero de Gracia, se dan cita presentaciones de algunas grandes firmas de joyería extranjera; recientemente se hizo de IWC y Cartier.
Para José Luís García-Lubén y Fernández-Aldao, presidente general de Aldao Joyeros, “un profesional de la joyería ha de saber asesorar, transmitir el valor de una pieza y las características que la hacen perfecta para una persona o un momento
. Y ha de saber traspasar las barreras que un establecimiento como Aldao pueda imponer para conectar con el público, sin olvidar nunca los valores de calidad, profesionalidad, tradición y discreción”.
Aldao se ha expandido a nuevos espacios como la calle Velázquez y dentro de los almacenes de El Corte Inglés y su campo de ventas se ha ampliado a relojería y platería. La firma joyera ayuda a financiar la lucha contra la mortalidad materno-infantil en Niger, junto a la ONG Movimiento por la Paz, con la creación de una colección solidaria que lleva la flor de lis como emblema.
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