“Zarco. Figuraciones y Abstracciones”
Caminos de Ida y Vuelta
Antonio Zarco
Museo Luís González Robles
Universidad de Alcalá
Alcalá de Henares. Madrid
Junio-Julio 2010
Julia Sáez-Angulo
Más de medio centenar de obras, entre óleos, collages, dibujos y grabados, constituye la exposición retrospectiva del pintor Antonio Zarco (Madrid, 1930), que tiene lugar en el Museo Luís González Robles en la histórica Universidad de Alcalá de Henares. Se trata de un reconocimiento y homenaje a los 80 años del autor.
Esta muestra viene a poner de manifiesto la fecunda carrera plástica de un artista polifacético, profesor en la Facultad de Bellas Artes de Madrid, que ha sido repetidamente galardonado por sus obras, con primeros premios en la Fundación Rodríguez Acosta, en el BMW, Gubbio (Italia), Grabadores de Madrid, Cámara de Comercio de Madrid, Bienal de Alejandría, Círculo 2, entre otros.
El título de la exposición, "Figuraciones y Abstracciones” quiere poner de relieve la reflexión y tensión pictórica entre la figuración y la abstracción de la forma que Zarco ha llevado a cabo en su pintura. “Siempre me ha interesado la definición de la forma”, explica el artista cuando muestra su obra en la que alterna en el cuadro las denominadas “zonas de silencio”, que potencian zonas más complejas o dibujadas.
Las obras presentadas abarcan desde 1950 a la actualidad. En los cuadros de Zarco no hay perspectivas lineales sino frontales al espectador, porque le interesa potenciar las líneas horizontales y verticales que conforman la arquitectura del cuadro, confiriéndole una mejor trabazón.
Pese a que Zarco es un gran artista del paisaje, ya que ha dado numerosos cursos de verano sobre esta especialidad en Priego (Córdoba), la exposición incide principalmente en la figura humana, con escenas singulares de la vida cotidiana al aire libre.
Fuerza expresiva en la figura humana
El “pathos” de la escena representada parece estar fuera del cuadro y son las figuras las que aluden al mismo con su mirada, posición o gestos. “Obra en la calle”, “Parejas”, “Cansados”, “El parque”... Zarco prefiere insinuar más que contar porque no busca la pintura narrativa. Varias de sus composiciones en forma de Uve manifiestan el deseo de expandir la figuración a medida que se eleva.
Hay cuadros impresionantes de gran formato como “Violencia”, donde se aprecia una escena silenciosa de tres mujeres de tres generaciones, una de ellas desnuda, bajo un árbol del que penden unos pies. “Es de las pocas concesiones alusivas que hice a la noticia de un violador que más tarde se ahorcó”, explica el autor.
Al pintor le gusta deshacer la forma del natural y el paisaje, bordear la abstracción, entrar en ella y volver a salir, componer a base de una mancha o un color que ordena."Lo maravilloso es jugar y disfrutar con las formas en la Pintura", afirma Zarco.
Cotizado grabador, Zarco presenta en esta exposición algunas de sus series como la llevada a cabo sobre la obra cervantina “Rinconete y Cortadillo” o “Dolores la escandalosa”, inspirada en la novela de Pío Baroja “La Busca”.
El pintor ha hecho dos retratos excelentes en grabado sobre Miguel de Cervantes y Pío Baroja. Confiesa que le gusta la la punta seca, técnica en la que está trabajando últimamente.
No ha cultivado mucho el retrato, aunque llevó a cabo cuatro para la Sala Capitular del Real Monasterio de El Escorial, lugar para el que también realizó la obra “Las dos ciudades”, de 420 x 300 cm., título que alude a la obra de San Agustín.
Antonio Zarco ha trabajado su propia obra sin abandonar la docencia, actividad que le satisface por el deseo de transmitir a los alumnos todos los conocimientos y avances logrados en la Pintura. Actualmente considera la posibilidad de dejar su obra en una Fundación o Museo.
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