sábado, 12 de mayo de 2012


VISITA A LA CATEDRAL DE PAMPLONA DEL GRUPO PRO ARTE Y CULTURA


Julia Sáez-Angulo



La catedral de Santa María la Real de Pamplona es una de las más bellas de España, cuenta con un conjunto catedralicio muy rico; claustro, capilla barbazana, refectorio, cocina y cillería. La espléndida fachada es de Ventura Rodríguez, pero en su mayor parte es gótica, si bien contiene vestigios y actuales excavaciones sobre las épocas románica y romana en su subsuelo.
Los artistas del Grupo pro Arte y Cultura, con Mayte Spínola a la cabeza la han visitado en un recorrido explicado por la historiadora de arte Ana Azauza y el periodista Enrique Martínez. La dirección del Museo de la catedral es de Gonzalo García Escobar.
         El deán de la catedral don Carlos Ayerra recibió cordialmente al Grupo y conversó con Mayte Spínola sobre los cardenales Soldevila y Spínola, pertenecientes a la familia de la pintora. En el recorrido se recordó la visita que el papa Juan XXIII hizo a la catedral, cuando aún no era pontífice, y los elogios que de ella hizo en su diario privado.
         Entre las joyas de la catedral se encuentran la imagen de Santa María que preside el altar mayor, una imagen románica revestida de plata. La sillería del coro, en origen situado en el centro de la catedral, de gran perfección en la talla de sus figuras, así como la verja renacentista del siglo XVI que la cierra. En ella se celebra la misa de canónigos, donde se entona cada día el canto llano en los salmos.
Ante el altar mayor, las sepulturas yacentes de los reyes Carlos III el Noble y su esposa Leonor, con un león y dos perros a sus pies, simbolizando el poder y la fidelidad respectivamente. En la tumba anterior reposa doña Ana de Cleves.

PUERTA PRECIOSA Y VÍRGENES TRONO

         La denominada Puerta Preciosa es otra joya de los canteros. Al pasar por ella los clérigos rezaban a la Virgen: “La muerte es preciosa bajo tu manto”. Muy bella también la Virgen sonriente –tipología francesa- del parteluz de la puerta de entrada al claustro, encima del cual se representa la “Dormición de María” en dos escenas con cierto cambio de escala. Lamentablemente el deterioro de la piedra en los arcos y pináculos del claustro exige la contención de una red, a la espera de su próxima restauración.
         El museo de la catedral situado en el refectorio muestra quince imágenes de la Virgen sedente o Virgen trono, que van del románico al gótico, en las que puede verse la evolución de la presencia del Niño junto a su madre. Todas ellas son policromadas y, además de las presentes, se conservan otras imágenes similares en el depósito. El museo ofrece también imágenes de santos como san Martín  o san Pedro y diversas pinturas góticas.
         La cocina con su chimenea de linterna es otra de las curiosidades de este conjunto catedralicio, así como la sacristía mayor, de uso diario, que más parece una estancia palaciega por sus pinturas murales y sus cobres policromados. La sala capitular ha sido adaptada a la celebración de misas.
        
        

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