Julia Sáez-Angulo
Siempre estamos a vueltas con el federalismo en España.
Diecisiete autonomías -- el “café para todos” de Adolfo Suarez—llevaron a
nuevas tensiones entre los territorios de España que los carlistas llamaban, quizás
con mejor tino, “las Españas” formadas por reinos que al unirse formaron el
primer Estado del Renacimiento. Roberto L Blanco Valdés ha escrito el libro “Los
rostros del Federalismo”, que ha publicado Alianza editorial.
Al libro se lo califica como “imprescindible para comprender
el actual debate sobre el federalismo en España”. El Estado de las Autonomías
ya tiene ciertos visos de federalismo y cotas de autonomía superiores a la de
ciertos estados federados de Europa.
Roberto
L Blanco Valdés, autor del libro es catedrático de Derecho Constitucional en la
Universidad de Santiago de Compostela y ha escrito numerosos ensayos sobre su
disciplina. Buena parte de sus obras se publican en Alianza Editorial.
El
índice del libro acoge los capítulos: Federalismo, Federalismos; Orígenes y
expansión del Federalismo; Las Constituciones del Estado Federal; Las
instituciones federales; Poderes repartidos, y Poderes compartidos. En el epílogo se afronta el
tema del “Federalismo y nacionalismo; de la construcción a la destrucción del Estado”.
En este punto se estudia el particular caso español, dign de tener en cuenta.
El Partido Socialista Obrero Español, con toda su
indefinición progresiva, siempre ha tenido cierto sentir y deseo federalista, quizás peligroso
en un país termocéfalo como España, que diría el desaparecido ministro de
Educación Julio Rodríguez.
Montesquieu definía el socialismo como “una sociedad de
sociedades”, sistema al que se acogen países como Estados Unidos, Suiza,
Australia, Canadá, Argentina, México, Brasil, Rusia, Alemania, Austria o
Bélgica. Francia es Estado unitario y jacobino y los Borbones lo instalaron en
España.
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