Eugenio Suárez-Galbán Guerra, escritor y profesor
Julia Sáez-Angulo
12.03.13.- Madrid .-Eugenio Suárez-Galbán Guerra es doctor en
Lenguas y Literaturas Románicas por la Universidad de Nueva York y en
Literatura Anglo-americana por la Universidad de Leiden. Comenzó su carrera docente en la Universidad
de Nueva York, donde enseñó entre 1964 y 1966, para pasar a Mount Holyoke
College hasta 1975 cuando decide mudarse a Madrid. En Madrid, ha sido profesor en varias
universidades norteamericanas, dictando, además, conferencias y ofreciendo
seminarios en universidades europeas y americanas. Entre otras, ha sido profesor visitante en el
Departamento de literatura comparada de la Universidad de Puerto Rico, y en el
Departamento de español de la Duke University, habiendo ejercido asimismo la
Cátedra de Humanidades en la Universidad de Colgate.
Como crítico, ha publicado recientemente The Last Good Land: Spain in American
Literature, y antes La “Vida” de
Torres Villarroel: literatura anti-picaresca, autobiografía burguesa ,
una Antología
crítica del teatro del Siglo de Oro, los tomos colectivos José Lezama Lima, y Puerto Rico antes el 98 visto desde España, unos ochenta artículos
sobre literatura comparada, española y latinoamericana y unas cincuenta reseñas
en revistas académicas y en la prensa de Las Palmas, así como alguna en el New York Times Book Review. Su obra creativa incluye las novelas Balada de la guerra hermosa (Premio
Sésamo, 1982), Cuando llevábamos un sueño
en cada trenza, y Donde posan su
sombra las estrellas, los libros de cuentos Como una brisa triste entre los olivos y Los potros de bárbaros atilas y dos tomos de poesía, Lima, Lezama y Última soledad de César Vallejo y otras soledades. Un cuento suyo fue escenificado en Sevilla
con motivo del aniversario de la muerte de Lorca en 1986. Ha traducido España pagana, de Richard Wright y La vida como sueño real, del poeta Beat Lawrence Ferlinghetti y
(del inglés) Liu Xiaobo, Elegías del 4 de
junio. Durante quince años, dirigió
la Editorial Orígenes en Madrid.
1¿Qué es lo mejor de su experiencia docente con los
estudiantes norteamericanos?
En
general, revelan mayor motivación y capacidad de trabajo, así como mayor
entrenamiento analítico en vez de simplemente memorizar, aunque debe tenerse en
cuenta que los alumnos que enseño en España ya deben venir con un mayor interés
al haber elegido estudiar aquí entra una posibilidad bastante considerable de
opciones.
2.¿Qué Literatura Española les enseña?
Actualmente,
El Quijote y una clase mixta de historia y literatura como reflejo de la
civilización y cultura españolas. En otro cuatrimestre, enseño esta misma clase
y también una clase de literatura dedicada a obras que tratan de Madrid, y si
se considera que el cine puede ser luiteratura filmada, también en este otro
cuatrimestre enseño un siminario de un mes sobre cine español. En el pasado, he
enseñado literatura española de todas las épocas (edad media, renacentista,
barroca, decimonónica, siglo XX, contemporánea).
3. ¿Hay diferencia de interés entre la literatura de
autores españoles e hispanoamericanos en sus cursos?
No
hace mucho dejé de enseñar literatura latinoamericana, ya que la universidad
argumentaba que no tenía mucho sentido enseñarla en España, máxime habiendo
tantos buenos latinoamericanistas en EEUU. Luego, los estudiantes no siempre
opinaban lo mismo, y de hecho, comentaban que la visión desde una perspectiva
transatlántica les resultaba más completa. En general, la tendencia de los
estudiantes norteamericanos es considerar que la literatura latinoamericana
tiene mayor relevancia para ellos por razones hemisféricas, de origen (muchos
son de padres inmigrantes latinoamericanos), relaciones de todo tipo con
América Latina, etc.
4. ¿Por qué aspectos se interesan más?
Indudablemente,
vienen con los tópicos a cuesta y es difícil quitárselos de encima, pero con el
tiempo se van dando cuenta que España es más que fiesta y siesta, toros y flamenco,
y se sorprenden de la variedad cultural y literaria de España y su diferencia
con el resto de Europa (si conocen la escuela de Américo Castro, hoy menos
influyente que en antaño en EEUU), aunque también las similitudes.
5. El cine cobra protagonismo en su enseñanza ¿A qué
se debe?
Sí. Se debe a la lamentable tendencia hacia
menos lectura que comenzó con el cine y se ha agravado con el ordenador (Pilip
Roth dixit).
6. ¿Qué libro recomienda siempre a sus alumnos?
-Don Quijote
7. ¿Qué experiencia suelen llevarse de España a los
Estados Unidos?
-
Sorpresa positiva: todavía consideran que en España la vida es más placentera,
aun cuando al irse ya no tengan la idea simplista de que aquí no se trabaja ni
hay competencia ni materialismo. Un número considerable se queda más tiempo, o
vuelve esperando encontrar trabajo durante algún tiempo.
8. ¿Hasta cuándo le gustaría seguir con la docencia?
-¡Hasta
morir! Si no me fallan las facultades, claro, y minetras las evaluaciones
estudiantiles sigan siendo positivas.
- Iba
regularmente, a veces llevando a alumnos. Ahora me reúno una o dos veces al mes
con viejos amigos escritores.
10. ¿Qué libro está leyendo actualmente y por qué?
-Leaving the Atocha Station,
para una conferencia en la Universidad de Valladolid; 3 novelas de Cormack
McCarthy para un curso de verano en la UIMP; una novela de Mo Yan para un curso
de verano de la Universidad de Zaragoza en Jaca.
11. Usted fue editor ¿Le queda nostalgia de aquella
actividad?
-
Sí, a menos que venga acompañada con los recuerdos de las ventas impagadas, las
letras a pagar, las quejas de los autores por las ventas, las devoluciones y un
largo etcétera.
12. Como lector de poesía ¿Qué echa de menos en el
panorama español en este campo?
-
La ausencia cada vez mayor de revistas y editoriales dispuestas a publicar
poesía (cuando era editor, había distribuidores que al insistir yo en publicar
poesía, me decían que me tenían que dejar de distribuir). Por lo demás, no soy
ten pesimista como otros en cuanto a la supuesta baja de calidad, pues la
propia naturaleza del género poético siempre tendrá una sorpresa a mano, o así
me suele ocurrir, pues leo bastante poesía de amigos y jóvenes que me lo piden,
y esa sorpresa se da con relativa frecuencia.
13. ¿Qué le gustaría ver en Venezuela y en Cuba tras
la desaparición de sus líderes más conspicuos?
-
Que no pierdan el ideal de justicia social, pero sin demagogia ni intolerancia,
o sea, que se abran a la democracia, aunque tampoco a la nuestra, sino una que
luche contra la corrupción y los fallos de un sistema jurídico que
sospechosamente permite salir indemne de casos claramente punibles.
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