Escultura en Fuenmayor
L.M.A.
Me encuentro ante la dificultad de realizar una semblanza de
ALEJANDRO RUBIO DALMATI, dificultad
por dos razones. La primera es lo arduo que resulta para mí
el expresarme con la palabra, puesto que
lo mío son las imágenes y lo segundo, por la imposibilidad
de sintetizar en unas pocas líneas una vida
tan larga y prolífica que da para escribir una novela
histórica por sus vivencias, viajes e incontables
obras realizadas. Mi tío, que para mí fue como mi segundo
padre, a la vez que maestro y compañero
de andadura artística, nació en Chile hace 100 años, en
Chillán capital de la provincia de Ñuble, cuna
de ilustres chilenos, tales como BERNARDO O’HIGGINS padre de
la patria o el gran PABLO NERUDA.
A la edad de seis años su familia se traslada a Logroño,
ciudad que desde siempre sintió como suya
ya que, aunque no pudo escogerla como lugar de nacimiento,
sí que la eligió para vivir, amar, crear e
incluso para morir.
Aquí comienza su educación y vocación artística, aprende a
tallar la madera en el taller de su padre
JUAN RUBIO SÁENZ DE CABEZÓN, natural de Fuenmayor, tallista
y profesor de la escuela de Artes y
Oficios de Logroño. Aquí conoció a su mujer MARUJA IRIGOYEN.
Fue un niño prodigio, que ya nos sorprende con un dibujo
realizado con apenas nueve años en el
colegio de los Hermanos Maristas de Logroño, que representa
la huida a Egipto y que para sí quisieran
muchos artistas adultos. Numerosas tallas, estudios de
dibujo, etc. realizados a temprana edad, dejan
constancia de su incipiente maestría.
A los 16 años ya aparece en las páginas del diario Acción
Riojana como un gran artista al que hay
que tomar en serio. Se codea con los mejores escultores de
su época en el concurso convocado
por el Ministerio de Instrucción Pública para conmemorar el
tricentenario de Lope de Vega, donde le
conceden el premio que posteriormente le es arrebatado al
comprobar el jurado que es casi un niño y
dicen que premiarlo sería una ofensa para el resto de los
participantes, aunque los críticos que forman
parte del jurado, entre los que figuraba JOSÉ FRANCÉS, le
prometen tenerlo en cuenta más adelante.
Sus padres le envían a Madrid para que estudie arte en la
Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando. Durante su estancia en Madrid conoce y trata a
muchos personajes famosos de las artes
de su época, tales como SALVADOR DALÍ, DANIEL VÁZQUEZ DÍAZ,
que le enseña a pintar al fresco,
FEDERICO GARCÍA LORCA ,VICTORIO MACHO, con quien entabla
amistad y acude a su taller y los
premios Nobel , GABRIELA MISTRAL y PABLO NERUDA, ambos
chilenos como él, etc.
No contento con la forma académica de enseñar, abandona San
Fernando y sólo asiste a las clases de
anatomía y técnicas. Acude al hospital San Carlos para
realizar prácticas de disección en cadáveres y
monta su propio taller. La promesa de los críticos se cumple
cuando en 1936 realmente es reconocida
su obra en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid,
donde su pintura y escultura son
expuestas en la primera sala y periódicos como La Voz,
comentan con entusiasmo sus obras en la
capital de España, lo que le hace conseguir una fama fugaz
que casi le cuesta la vida al comienzo de la
Guerra Civil, debido a las envidias de sus colegas y que le
marcaría para siempre.
Estalla la Guerra Civil y ve truncadas todas sus
expectativas, es injustamente encarcelado y aunque
logra librarse de ser fusilado, tiene que emigrar a su
tierra natal, Chile. Ausente desde los seis años, se
siente extranjero en su propio país...
ALEJANDRO NARVAIZA RUBIO
Texto extraido del catálogo «Dalmati- Narvaiza, 1913-2013».
Dalmati-Narvaiza
1913-2013
Sala Amós Salvador, Logroño.
Del 12 de septiembre al 3 de noviembre de 2013.
Horarios:
De martes a sábado de 11 a 13 y de 18 a 21 horas.
Domingos y festivos de 12 a 14 y de 18 a 21 horas.
San Mateo, 20-25 de septiembre, horario de festivo.
Lunes, cerrado.
www.culturalrioja.org
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