Se dice que las futuras guerras del planeta no serán por el
petróleo, sino por el agua y su escasez. El agua es un elemento bello y
valioso, al que la pintora Lola Saelices ha querido rendir un homenaje en su
último trabajo pictórico que se abre en paisajes de luz. La artista expone actualmente en Móstoles (Madrid)
El agua como metáfora de la inmensidad de los mares y
océanos; no en balde somos el planeta azul, si nos atenemos a las tres cuartas
partes de agua salada que lo conforma. El agua que baña, a lengüetadas
espumosas, las playas de la geografía y de los cuadros serenos de la pintora.
El agua como fluido de vida en ríos, afluentes y arroyos,
que fecundan las riberas y de las que emerge una fecunda vegetación de arbustos
y árboles, que la artista plasma cromáticamente en matizados colores fríos de sabias
gradaciones tonales. En paisajes esplendentes.
El agua de lluvia, lagos, estanques, albercas, pilones…
siempre el agua elegida como pretexto pictórico, para plasmar el movimiento
sutil de corrientes, ondas o reflejos. Junto al agua, la textura y el color de
otros elementos sólidos que contrasta y dialogan pictóricamente con el agua.
Lola Saelices es una pintora virtuosa en la representación,
efectos y calidades del arte figurativo al que se consagra. Sabe componer y
plasmar de modo poético sus cuadros, sobre soportes de lienzo, tabla o papel,
con diferentes pigmentos como el óleo, acrílico o acuarela. Es una artista
versátil en el manejo de elementos.
Las playas de Galicia o del Mediterráneo están presentes en
sus paisajes de esta pintora, así como los ríos, riberas y estanques de Toledo,
del Retiro o El Capricho madrileños, de Arenas de San Pedro, de Atienza, de
Marchamalo, Combarro o Campello. Todo se hace pintura y paisaje en la mirada
atenta de Lola Saelices. Pintura al aire libre, retocada en el estudio.
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