Mezquita de Córdoba
Fotos tomadas de El esplendor de los omeyas
cordobeses, 2001, Fundación El Legado andalusí.
M. Dolores
Gallardo López
Yahya ben Hakam
al Bakri (772/ 864-5), magnífico poeta y astrólogo andalusí, es
comúnmente conocido como al Gazal (“La Gacela”), apodo que le fue dado en
su juventud por su belleza y elegancia.
Nació en Jaén aunque vivió en la Córdoba
de los emires omeyas.
Al Gazal nació en época del emir Abd al Rahman I.
Este príncipe omeya sobrevivió a la destrucción de su familia en
oriente, eliminada y despojada del califato
de Damasco por los abbasíes. Tras derrocar a los omeyas -el último
califa omeya murió con las armas en la
mano en el año 750-, los abbasíes se erigieron
como nueva dinastía califal en la
persona de Abu- l-Abbas Abd
Allah, primer califa de la nueva dinastía.
Con apenas veinte años, el
príncipe Abd al Rahman sorteando enormes
dificultades y numerosos peligros, en una huída digna de una novela de
aventuras, logró escapar a la matanza de su familia en Siria, emigró a África primero y al Ándalus después.
El 14 de agosto del año 755 pisaba el suelo
hispano en lo que hoy es Almuñecar y, al año siguiente, tras vencer a los
representantes del nuevo poder califal instaurado en Damasco, se convirtió en el
primer emir independiente de Al-
Andalus (gobernó desde el año 756 al 788) desvinculando políticamente (no desde el punto de vista religioso) las tierras andalusíes del califato de Damasco.
Nuestro personaje, al Gazal, nacido
como hemos dicho en época de Abd al Rahman I, gozó de gran prestigio en la
corte del emir al Hakam I
(796-822), y brillo sobretodo
en la de
su hijo Abd al Rahman II como
gran poeta y reputado astrólogo.
La estima y confianza en sus dotes que tenía el emir Abd al Rahman II se manifestó cuando, pese a la madura edad del poeta, lo eligió para que encabezara la embajada que en el año 839 envió
como respetuosa contestación al emperador bizantino Teófilo. Fue la primera embajada que salió de Córdoba rumbo a
Bizancio.
El emperador Teófilo para debilitar a sus enemigos, los califas
abbasíes de Damasco, intentó que los
omeyas pensaran en recuperar el imperio
perdido en oriente y, por otra parte quería
a controlar nuevamente la isla de Creta que estaba en manos de
andalusíes expulsados de Córdoba en el año 818
por el emir Al Hakám I tras los tristísimos sucesos ocurridos en
la revuelta del barrio cordobés
del Arrabal.
Por estas razones el emperador bizantino se
dirigió a Abd al Rahman II, el cual, halagado pero sin comprometerse a nada,
envío a su vez otra embajada a Bizancio.
La embajada andalusí partió de Córdoba. Antes de ello al Gazal pidió al emir una generosa pensión para sus hijas, caso de
que no regresara.
Los
andalusíes fueron recibidos con grandes honores en. Se cuenta que al Gazal, al conocer a la emperatriz,
pareció quedar largo rato absorto, contemplándola. Que, después, dijo
que había quedado impresionado por su gran belleza. ¿Fue verdad o sólo un ardid diplomático?: el
poeta afirmaba que halagar a las damas adecuadas era un
método infalible para obtener éxitos diplomáticos. En todo caso, el abundante número
de anécdotas que nos han llegado que
relacionan al poeta andalusí y a la
emperatriz parece indicar que se estableció una buena amistad entre ambos como demuestra,
entre otras cosas, el hecho de que la emperatriz acompañada de su hijo, el príncipe heredero
Miguel, acudiera a visitar a al Gazal al palacio que le servía de residencia.
El viaje a Bizancio reportó a al Ándalus otros beneficios, además del político. Al Gazal consiguió traer
semillas de una nueva variedad de higuera
y alguna otra planta en un nuevo intento de aclimatar plantas
orientales en al Ándalus. Además, hay quienes consideran
que trajo información sobre la seda bizantina pues las primeras noticias en la península sobre esta rica tela -muy anteriores a las que
hubo en el resto de Europa- datan de poco después de la época de esta embajada.
A. Haykal divide la poesía de al Gazal en tres etapas: Etapa de juventud con
temas sobre el amor, el vino, el humor.
Una etapa de madurez con composiciones
burlescas de sentimiento amargo y
pesimista, con espíritu de crítica
social y moral; algunos creen que este tipo de composición fue introducida
por al Gazal en la poesía andalusí. La tercera etapa eran
composiciones relacionados
con el desencanto, el sufrimiento que
aporta el deterioro físico y el paso del tiempo: era una temática nueva en la
poesía andalusí.
Además de esta poesías, sabemos que también realizó un poema de corte histórico: Una composición sobre la conquista de al Ándalus, sus causas, algunos combates y los emires
que gobernaron. Se cree que esta obra alcanzó gran difusión.
En otro orden de cosas, también
destacó como astrólogo: en un poema, transmitido
por Ibn Hayyan, pronosticaba la caída y muerte de Nasr -un eunuco muy estimado por Abd al
Rahman II-, muerte que efectivamente
ocurrió aunque un poco antes de lo que había previsto al Gazal.
Al
Gazal, que alcanzó la edad de 94
años, murió en el 864/65. Su longevidad
lo hizo coetáneo de gran parte de la historia del emirato independiente
de al Ándalus: nació en el emirato de
Abd al Rahman I, fue testigo de la época de
Hisham I (hijo y sucesor de Abd al Rahman I), de la de al
Hakam I (hijo y sucesor de Hisham
I), de la de Abd al Rahman II (hijo y sucesor de al
Hakam I ) y murió en el emirato
de Muhammad I, hijo de Abd al Rahman II.
Fue, por tanto, testigo privilegiado de gran parte del importantísimo
período histórico en el que el floreciente al Ándalus se convirtió lugar de
encuentro entre el mundo árabe y el mundo
mediterráneo y el puente cultural entre oriente y occidente.
Como nota curiosa, este interesante personaje andalusí es el protagonista de la
novela histórica Al Gazal, El viajero de los dos orientes
de Jesús Maeso de la Torre, aparecida en año 2000.
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