Julia
Sáez-Angulo
La Navidad es una de
las fiestas más celebras por los ciudadanos de todo el mundo. El historiador
Francisco José Gómez ha escrito una breve historia de la Navidad con datos y
amenidad para los lectores. El libro de 294 páginas, que ha sido publicado por
la editorial Nowtilus, lleva ilustraciones en blanco y negro, así como una rica
bibliografía.
Una
consulta con el autor a través de un correo electrónico permite la comunicación
de los lectores con el historiador.
Los capítulos del libro recorren aspectos como: De la indiferencia al entusiasmo; La
festividad se define y toma fuerzas; La Navidad en la Edad Media; Teatros y
belenes; Grandes protagonistas; Comida propias; La Navidad en el mundo
hispánico; Los Borbones llegan a España; La Navidad llega a América, y La
Navidad en el mundo contemporáneo.
Pronto llega el
Adviento, cuatro semanas antes de la Navidad, el tiempo de espera y preparación
para la venida del Salvador que nació en Belén de Judá. La liturgia de la
Iglesia lo celebra con salmos y antífonas de exaltación y júbilo ante el
nacimiento de Cristo, el personaje judío, el Mesías para los cristianos que ha
salvado la humanidad y que ha marcado el calendario y el tiempo, por más que
muchos se empeñen en decir antes y después de nuestra era en un afán secularizador.
El nacimiento del Príncipe de la Paz nacido en tiempos de
Augusto, ha merecido toda suerte de fiestas, rituales y celebraciones que el autor del libro recoge con
documentación e ilustración elocuente.
La Iglesia cristianizó el solsticio de invierno, colocando
la fiesta de celebración del nacimiento de Cristo, “el Sol que viene de lo alto”,
según los salmos, el 25 de diciembre. “Señor, ven pronto”, muéstranos tu rostro
que salva”, rezan otros salmos.
Los belenes o pesebres son una tradición artesanal y
artística que ha dado mucho juego en la Iglesia Católica que afortunadamente no
ha sido iconoclasta como otras ramas del cristianismo. Desde San Francisco a la
actualidad, la instalación de dioramas y belenes por todo el orbe católico es
una actividad que llena de regocijo a grandes y pequeños.
Si entramos en la representación de la Navidad en la gran
pintura, encontraremos obras maestras de los grandes como el hermoso cuadro de Velázquez,
donde al Niño fajadito se le reserva el blanco como color del resplandor
celeste.
Los autos de Navidad han sido clásicos en el teatro español
y de ello se ocupa bien el libro de Gómez. Un libro que ilustra y entretiene al
mismo tiempo.
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