martes, 15 de abril de 2014

El Guernica sirve de escenario a Josué Ullate para interpretarQuiebro, una coreografía de su padre, Víctor Ullate



El 27 de abril el Reina Sofía se suma al Día Internacional de la Danza

·        El acceso gratuito al Museo permitirá al público a lo largo del día ver a los bailarines realizar asaltos de danza en los diferentes espacios. Es la primera vez que la obra de Picasso entra en diálogo con la danza

·        A las 20:30h, en el Auditorio 400, se representarán todas las piezas vistas en el Museo

03-Salas Colección con público peqJosué Ullate, Quiebro
                                                                                                       

L.M.A.


La Asociación de Profesionales de la Danza en la Comunidad de Madrid y la Asociación Cultural por la Danza, junto con el Reina Sofía, han organizado Los Asaltos de Danza, una iniciativa enmarcada dentro de los actos del Día Internacional de la Danza que se celebra el próximo domingo 27 de abril, ocasión que aprovecha el Museo para ofrecer la entrada gratuita.

A través de una serie de coreografías, se ofrece al público la posibilidad de presenciar un total de 10 actuaciones, a diferentes horas y de diversos estilos de danza (contemporánea, ballet, clásico español, flamenco de creación actual o danzas urbanas) en convivencia con las artes plásticas.

Guernica y danza se unen por primera vez

Uno de los espacios elegidos para Los Asaltos de Danza es el que acoge la emblemática obra de Picasso. Se trata de la primera vez en que el cuadro entra en diálogo con esta disciplina artística. Víctor Ullate creó esta coreografía, que únicamente ha sido interpretada por su hijo Josué en dos ocasiones: la primera cuando fue galardonado con el premio Positano de la Danza Léonide Massine al mejor bailarín revelación y la segunda, con motivo de la celebración del 25º aniversario de la Compañía de Víctor Ullate, de la que forma parte.

Este solo de marcado tinte español, -en palabras del propio coreógrafo- nace como un lamento, un quejido, un grito interior y desgarrado que busca ser oído, de una infancia y de una experiencia vital. El cuerpo retorcido de un bailarín que al ritmo del cante intenso y sentido de Enrique Morente, y después de su hija Estrella, lucha por salir de una boca muda. “Quiebro” es ese quejido que encuentra en el Guernica ese grito desgarrado de una sociedad masacrada, de la barbarie de la guerra, de todas las guerras, con movimientos secos, contundentes, dolorosos…El bailarín, encerrado en una urna que desea abrir, será el toro, será el caballo herido, será el pájaro alado que se adivina al fondo y será, finalmente,  el grito amargo de Guernica.


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