viernes, 30 de mayo de 2014

Mario Campaña, autor del libro “Linaje de malditos”. De Sade a Leopoldo María Panero





Julia Sáez-Angulo

            Hay pose o prestigio en muchos escritores malditos, con frecuencia asociados a la bohemia. El libro de Mario Campaña, Linaje de malditos. De Sade a Leopoldo María Panero, estudia el asunto al paso de nombres de prestigio como Sade, E.A. Poe, Baudelaire, Lautrémont, Rimbaud, Artaud, Burroughs, Bukowski, Jim Morrison y Leopoldo María Panero.

            El libro, que  ha sido publicado por la editorial Paso de Barca, se abre con la cita de Gilles de Rais: “Yo hice lo que otras personas sueñan, yo soy vuestra pesadilla”. La cita de Joseph Conrad es aún más fuerte: “En la vida, ¿sabe usted?, no hay mucho donde escoger. Hay que pudrirse o quemarse”.

            La rebelión del mal es el título de introducción, donde se recuerda que son diez los personajes abordados como malditos, “pero en la nómina podrían caber muchos otros: Louis Ferdinand Céline, Joseph Roth, Malcolm Lowry, Dylan Thomas… ¿Los artistas malditos sólo son hombres? No me atrevo a afirmarlo”.

            El satanismo bordea a unos cuantos malditos, por lo que el abismo inferior bordea sus escritos de desesperación o nihilismo. Baudelaire hizo una loa a Satán. El problema del mal se aborda en el libro de Mario Campaña.


Edgard Allan Poe


            El autor Mario Campaña (Ecuador, 199), residente en Barcelona, es un reconocido poeta, traductor y estudioso de la poesía. Entre sus libros figuran En el próximo mundo (2011), Aires de Ellicott  (2007). Ha traducido al castellano a  Stephen Mallarmé en el título Para una tumba de Anatole.

            Para Campaña: “ni el sufrimiento, ni la locura, ni el libertinaje, ni el alcohol, ni las drogas, ni la transgresión, ni la intransigencia social, ni la automarginación, ni la tortura, definen a un artista maldito. Pueden convertirlos como a cualquier persona, en un mártir, un disoluto, un enfermo o un revolucionario, pero no en un maldito. En su vida práctica, el artista maldito elige también también el mal como principio rector, y en ese sentido es contestatario: un insurrecto”.

           


1 comentario:

Luis Manteiga Pousa dijo...

Lowry más que Bajo el volcán estaba metido de lleno dentro de él.