Julia
Sáez-Angulo
Hay
pose o prestigio en muchos escritores malditos, con frecuencia asociados a la
bohemia. El libro de Mario Campaña, Linaje
de malditos. De Sade a Leopoldo María Panero, estudia el asunto al paso de
nombres de prestigio como Sade, E.A. Poe, Baudelaire, Lautrémont, Rimbaud,
Artaud, Burroughs, Bukowski, Jim Morrison y Leopoldo María Panero.
El
libro, que ha sido publicado por la
editorial Paso de Barca, se abre con la cita de Gilles de Rais: “Yo hice lo que
otras personas sueñan, yo soy vuestra pesadilla”. La cita de Joseph Conrad es
aún más fuerte: “En la vida, ¿sabe usted?, no hay mucho donde escoger. Hay que
pudrirse o quemarse”.
La rebelión del mal es el título de
introducción, donde se recuerda que son diez los personajes abordados como
malditos, “pero en la nómina podrían caber muchos otros: Louis Ferdinand
Céline, Joseph Roth, Malcolm Lowry, Dylan Thomas… ¿Los artistas malditos sólo
son hombres? No me atrevo a afirmarlo”.
El
satanismo bordea a unos cuantos malditos, por lo que el abismo inferior bordea
sus escritos de desesperación o nihilismo. Baudelaire hizo una loa a Satán. El
problema del mal se aborda en el libro de Mario Campaña.
Edgard Allan Poe
Edgard Allan Poe
El
autor Mario Campaña (Ecuador, 199), residente en Barcelona, es un reconocido
poeta, traductor y estudioso de la poesía. Entre sus libros figuran En el próximo mundo (2011), Aires de Ellicott (2007). Ha traducido al castellano a Stephen Mallarmé en el título Para una tumba de Anatole.
Para Campaña: “ni el sufrimiento, ni la locura, ni el libertinaje, ni
el alcohol, ni las drogas, ni la transgresión, ni la intransigencia social, ni
la automarginación, ni la tortura, definen a un artista maldito. Pueden
convertirlos como a cualquier persona, en un mártir, un disoluto, un enfermo o
un revolucionario, pero no en un maldito. En su vida práctica, el artista
maldito elige también también el mal como principio rector, y en ese sentido es
contestatario: un insurrecto”.
1 comentario:
Lowry más que Bajo el volcán estaba metido de lleno dentro de él.
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