TAJO DE RONDA |
PLAZA DE TOROS |
GALERIA EQUESTRE |
REAL GUARNICIONERIA |
SALA DE ARMAS |
M. DOLORES GALLARDO
LÓPEZ
La hermosa ciudad de
Ronda -universalmente conocida por el famoso e impresionante “tajo” que la divide- es sede de
la Real Maestranza de Caballería de Ronda, cuyo origen se remonta al año
1573.
Las maestranzas de
caballería eran sociedades de caballeros
que, en principio, tuvieron por objeto ejercitarse en la equitación y mantener el ejercicio de la caballería con
fines militares. La de Ronda fue pionera en España.
Hoy día es
una entidad privada sin ánimo de lucro. Fue declarada de utilidad pública en
2002. Su principal actividad gira en torno a la gestión de su legado histórico (fondo documental, la Plaza de Toros y la
Escuela de Equitación).
Esta Real Maestranza a finales del siglo XVIII
emprendió la construcción de su magnífica plaza
de toros: es una de las más antiguas y bellas que existen en la
actualidad.
De
estilo neoclásico, fue realizada en piedra arenisca, con doble galería de arcadas sostenidas por 136
columnas toscanas y 68 arcos que soportan el techo (no
hay tendidos al descubierto). Tiene un
aforo de unas 6000 personas. Su monumentalidad y belleza es extraordinaria. Su ruedo de unos 60 metros, circundado por dos
anillos de piedras, es el más amplio del
mundo.
Conocida
popularmente por la famosa corrida
goyesca que, desde 1954, en ella se realiza cada año a primeros de septiembre, el conjunto arquitectónico de la plaza de la Real Maestranza es muchísimo
más que una plaza de toros.
En la corrida inaugural
de la Plaza participó el gran
torero Pedro Romero (1754 -1839), perteneciente a la familia de los
Romero, que dio varias generaciones
toreros, si bien él fue el más importante.
En el siglo XX
los toreros de la familia Ordoñez, en especial
Cayetano Ordoñez “El niño de la Palma” (1904- 1961) y su hijo, Antonio Ordóñez Araujo
(Ronda 1932- 1998), dieron renombre y fama a Ronda. Esta
familia de toreros continúa hoy día con los hermanos Francisco y
Cayetano Rivera Ordoñez, nietos del gran Antonio Ordóñez.
La corrida goyesca. Con motivo del II centenario del nacimiento de Pedro Romero
se celebró la primera corrida goyesca. Toma este nombre por estar inspirada, en
cuanto a vestuario y parafernalia, en los tiempos del pintor Francisco
de Goya. Tradición que continúa hasta hoy.
En dependencias anejas
a la plaza de toros se albergan:
La
Galería de la Real Maestranza
Interesante y didáctica,
esta Galería propone al visitante un
ilustrativo repaso cronológico del origen del caballo español de pura raza
y los orígenes de la doma desde sus antecedentes en Grecia -que describió el
historiador griego Jenofonte-, pasando
por las prácticas guerreras de la Edad Media y el momento en que jóvenes caballeros, con el fin de estar en buena forma -por si les era preciso
guerrear- practicaban juegos a caballo y otros ejercicios, iniciando así un nuevo concepto de
adiestramiento y educación ecuestre, ya no dedicado en exclusiva a la guerra o a la caza. En el
Renacimiento se escribieron varios tratados de equitación.
Felipe II creó las cofradías de caballeros y esas cofradías
fueron las primeras escuelas de equitación.
La Real Maestranza de Caballería de Ronda -nacida, como ha quedado dicho
más arriba, en 1573- fue pionera.
La
escuela de equitación
La escuela de
equitación está dedicada a la enseñanza
y formación en la doma clásica; allí se ven diariamente trabajar a los
alumnos con caballos de pura raza
española. La titulación que otorga está reconocida en el catálogo de la
educación equestre profesional.
Bajo los tendidos de la
plaza se encuentra el M U S E O
En este Museo hay
partes bien diferenciadas. De un lado está el Museo de la Tauromaquia, ideado por José
Antonio Guerrero Pedraza que fue su director durante años.
En la actualidad esta parte del Museo contiene aguafuertes, grabados, litografías del mundo
del toro, una edición de la tauromaquia de Goya y obras de autores extranjeros, algunos óleos de XVI, XIX
y XX, cartelería taurina, algunos objetos relacionados con el mundo del toro y varios trajes de algunos toreros (de las familias relacionadas con Ronda anteriormente mencionadas); también hay un
traje femenino de “goyesca” que fue utilizado
por la fallecida Duquesa de Alba con ocasión de presidir la corrida goyesca y
otro de Dña Soledad Becerril por el
mismo motivo. En líneas generales, tal como está hoy día configurada esta parte del
Museo, resulta bastante banal
y no vale mucho la pena, por más que pueda
tener éxito popular.
Lo que hace
verdaderamente excepcional el Museo de
la Real Maestranza de Ronda es:
a)
La
extraordinaria colección de sillas y accesorios de montar
de refinada factura; los accesorios
para carroza y los uniformes de los cocheros, tanto de uso diario como de gala.
Pertenecieron a los duques de Montpensier:
la infanta María Luisa (hermana de la
reina Isabel II) y su esposo, D. Antonio de Orleans (quinto hijo del rey
Luis Felipe de Francia y duque
Montpensier), que se afincaron en Sevilla, en el palacio de San Telmo, en
1846. Todo está exhibido en magníficos
armarios de suelo a techo y
perfectamente protegido.
b)
La magnífica colección de armas de fuego,
tanto de caza como de duelo. En esta
parte del Museo hay piezas originales
procedentes de las Reales Armerías de
Carlos III, de Felipe IV, de Luis XIV de Francia, de Napoleón, de reyes
ingleses; carabinas europeas de los siglos XVII, XVIII y XIX; pistolas de
percusión de los siglos XVIII y XIX, etc. En total se exhiben 290 piezas.
En
resumen, un magnífico Museo que no hay que perderse si se visita la hermosa ciudad de Ronda.
SILLA DE MONTAR Y ACCESORIOS |
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