Julia Sáez-Angulo
Salomé
es el prototipo de mujer fatal como lo es Lilith en el imaginario de las artes:
poesía, teatro, música, pintura, escultura…. Oscar Wilde hizo su versión
poética, modernista sobre la mujer que se enamora de Jokaanan -Juan el Bautista-,
encerrado en la cárcel de Herodes Antipas, porque denuncia al tetrarca por
haberse casado con la mujer de su hermano, Filipo después de hacerlo matar.
El
Teatro Fernán Gómez ha puesto en escena esta obra de Wilde, Salomé, prohibida en Inglaterra y
estrenada en París (1891), cuando el escritor británico cumplía condena. Una
Salomé que da una vuelta de tuerca a la versión evangélica ya que Salomé pide
la cabeza del profeta por despecho, porque Jokaanan la desprecia como mujer de
Sodoma y Babilonia.
En la
versión original, la evangélica, Salomé pregunta a su madre Herodías, que pedir
al tetrarca Herodes, quien le ha prometido incluso la mitad de su reino si
baila para él. Ella, que odia a Jokaanan porque le acusa de su pecado de
incesto, hace que solicite su cabeza. Salomé lo hace en una suerte de inocencia
y banalidad ante el mal. Oscar Wilde sin embargo la convierte en víctima del
despecho.
Se trata
de una obra dramática en un acto, que el director Jaime Chávarri ha resuelto
muy bien en una coreografía de Ricardo Cue, sobria y suficiente para evocar
ambiente de palacio y prisión.
Victoria
Vera interpreta el papel de Salomé
con corrección, si bien una piensa que no es el papel adecuado para ella, ya
que Salomé es una joven, más bien una nínfula y Vera, aunque conserva belleza y
buen saber hacer, no tiene la edad adecuada. Manuel de Blas está espléndido en
su papel de Herodes admirador baboso de Salomé, dispuesto a todo, incluso a lo
que no quiere llevar a cabo. Inés morales está perfecta en su papel de
Herodías, erguida y arrogante.
Sí se ha
cuidado el personaje de Jokaanan, José Carlos Illanes, un actor guapo y bien
parecido que representa bien al hombre que atrae fatalmente a la princesa de
Judea. Jacinto
Bobo, Ignacio Gijón, Joaquín Oliván, Álvaro Navarro y Miguel Berlanga cumple
con el resto de los papeles.
La
música de Richard Strauss, compositor también de una obra Salomé –inspirada en
la de Wilde-, suena de fondo en algunos momentos de la interpretación dramática
en un diálogo acertado, principalmente en la danza de los siete velos.
Margarita
Xirgu representó en 2010 el papel de la Salomé
descrita por Oscar Wilde.
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