Julia
Sáez-Angulo
“La
Pasión de Cristo vista por un médico” ha sido el título de la conferencia
impartida por el Dr. Alonso Mateos en el Aula de san Ginés en Madrid, dentro
del curso organizado por el voluntariado Spíritus Artis.
El
conferenciante Alonso Mateos Rodríguez (Córdoba, 1984) hizo un recorrido por la
Pasión de Cristo, según los Evangelios, y la interpretación de la misma por
parte de artistas en la pintura y los imagineros, así como en la Sábana Santa
de Turín.
El Dr.
Mateos se refirió en todo momento a El
hombre de la Sindone, al
referirse a las marcas y huellas de sudario turinés, y no a Cristo, aunque bien
pudiera ser Él, ya que según los laboratorios internacionales que analizaron
con el Carbono 14 la sábana santa, hablan de hallar en ella vestigios del
tiempo de Cristo. “La Sindone es como un negativo”, dijo.
Como
buen cofrade de Hermandad andaluza, el Dr. Mateos señaló las huellas de heridas
y laceraciones de carga en el Cristo de José Manuel Miñarro, imaginero que ha seguido al pie de la letra –salvo en
el paño de pureza- de lo que refleja el Hombre de la Sindone. El escultor lleva
a cabo los bordes levantados de las heridas como en la realidad.
José
Manuel Miñarro López (Sevilla, 1954) es un reconocido escultor y restaurador
imaginero, que ha realizado entre otros para Cofradías de Semana Santa, el Cristo de la Universidad de Córdoba
(2012) y el de la Séptima Palabra de
Zaragoza (2014).
Alonso
Mateos recordó lo dicho en el Evangelio de que a Cristo no le quebraron ni un
solo hueso, pero su cuerpo fue lacerado y herido por el flagrum taxilatum, un látigo de
36 puntos con bolas metálicas o huesos de astrágalo y la corona de ziziphus jujuba o espina de Cristo. Por ello, Miñarro presenta el
rostro de Cristo hinchado, coágulos y el color de la sangre seca, la nariz golpeada…
El
conferenciante recordó las indicaciones del Concilio de Trento para el respeto
y la veneración de las imágenes en iglesias y procesiones. Repasó la
iconografía de Cristo atado a la columna, baja o alta, según diferentes
interpretaciones; la crucifixión con clavos en las muñecas –entre el radio y el
cúbito, ya que en la manos no sostendría el cuerpo; las partes de la cruz:
estipe y patíbulo; los condenados a muerte solían llevar sobre los hombros el
patíbulo hasta la cumbre.
Finalmente,
el Dr. Mateos terminó con la luz de la Resurrección en la iconografía, a la que
sigue Nuestra Señora de la Alegría en la procesión de Córdoba.
En el coloquio
se habló de la miel mezclada con hiel para aliviar a los condenados y de las obras de caridad,
misericordia y solidaridad de las Cofradías que se conforman en Hermandades al salir a la calle.
Itziar Aragonés, directora de Spíritus Artis, recordó
el libro La amarga Pasión
de Nuestro Señor Jesucristo conforme a las Meditaciones de Anne Katherine
Emmerick (1833), en el que la
beata alemana (1774 - 1884) narra sus visiones.
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