Julia Sáez-Angulo
09/08/17 .-
Dos grandes lacras pesan sobre la mitad de la humanidad, la femenina: la pobreza y la misoginia global. ¿Causas? Diversas, graduales y variadas según las zonas geográficas del planeta. No se excluyen de la cultura occidental, que pasa por ser la más generosa en el trato y consideración de las mujeres. Con solo acudir a las estadísticas oficiales se comprueba la inferioridad de salarios en igualdad de trabajos, la habitual carga de la prole sobre ella, así como las tareas domésticas siguiendo el peso de la tradición.
Dos grandes lacras pesan sobre la mitad de la humanidad, la femenina: la pobreza y la misoginia global. ¿Causas? Diversas, graduales y variadas según las zonas geográficas del planeta. No se excluyen de la cultura occidental, que pasa por ser la más generosa en el trato y consideración de las mujeres. Con solo acudir a las estadísticas oficiales se comprueba la inferioridad de salarios en igualdad de trabajos, la habitual carga de la prole sobre ella, así como las tareas domésticas siguiendo el peso de la tradición.
Todo hombre es nacido de mujer, pero
el varón la sigue considerando inferior aunque la ame. No soporta que ese ser,
con menos fuerza física que él le rebata o compita en cualquier campo. Algunos
varones se encargaron de escribir doctrinas en la historia, que fijaran el
sometimiento de la hembra al varón, para facilitar las cosas.
El machismo es una cuestión de
fuerza física –por más que el sexo débil haya hecho gimnasia. Una mujer no
tiene más que media bofetada, eso lo sabe un varón y por ello la domina o la
humilla sin piedad en una junta de vecinos o en cualquier otro foro. Ante otro
varón, el macho siempre se medirá la cresta. Los malos tratos y el exterminio
de la mujer en todo lugar del planeta responde a esto. La misoginia, al ver
como la hembra levanta la cabeza y sigue luchado por su equidad y diferencia.
1 comentario:
Estoy de acuerdo en que la mujer está siendo víctima de una ignorante e ilógica "caza". Pero, por favor, no nos meta a todos los hombres en el mismo saco.
Un abrazo.
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