martes, 13 de febrero de 2018

Encuentro Jorge Rando - Carlos Ciriza. Inauguración de sala: Cuarenta días antes…





Museum Jorge Rando: Desde el 14 de febrero hasta el 25 de marzo podrá visitarse en la Sala 3


 Carlos Ciriza y Jorge Rando



L.M.A.

            13/02/18 .- MÁLAGA .- Cuarenta días antes… es la reflexión compartida por los artistas Jorge Rando y Carlos Ciriza ante la llegada de la Cuaresma. Pintor y escultor aluden al humanismo a través de su creencia religiosa. 
            En el cristianismo, la Cuaresma es una época de introspección; una preparación espiritual que llama a sus creyentes a ejercer el ayuno -no solo en términos alimenticios- sino el ayuno del egoísmo, de la insensibilidad, de la destrucción, de la deshumanización y de todo aquello que atente contra la naturaleza humana.

            Resulta indivisible la relación entre el arte europeo y la mitología cristiana a lo largo de la historia, siendo uno de sus principales símbolos la representación de Jesucristo y de la cruz. En la actual exposición Jorge Rando y Carlos Ciriza trasladan estos conceptos milenarios a la contemporaneidad artística. 

Siempre en mi mente, y sobre todo en estos últimos años, ha estado martilleándome la palabra Pasión, lo que me ha llevado, muchas veces, a cerrar los ojos e imaginar, en mis limitaciones, los hechos ocurridos hace dos mil años.


Jorge Rando .- Pintura religiosa es uno de los ciclos de Jorge Rando que más agitan la conciencia de quien los contempla. En esta ocasión el pintor nos presenta dibujos de escenas del calvario al que fue sometido Jesucristo; momentos del escarnio, de la humillación o del sufrimiento como alegoría de la historia del ser humano, y que son acompañados por lienzos que nos muestran la esperanza a través de la representación del abrazo. Un muestra ante la que el pintor escribe: «(… ) que Jesucristo se baje de la Cruz y que jamás nosotros lo volvamos a subir en ella y que Él tampoco se deje crucificar, que la Cruz permanezca como símbolo de la cristiandad, pero vacía (…)». 

Son piezas llenas de vida, que quieren transmitir esperanza,  fuerza, fuego, una mirada hacia delante.

Carlos Ciriza representa la cruz como diálogo actual entre el arte, la cultura y la fe. Un recorrido de cruces fraccionadas en su parte central, aludiendo a un camino en el que entra la luz a modo de mensaje. Las cruces están abiertas, se rompen, se dividen, se deshacen, no se quedan en un símbolo sino que lo superan para alcanzar otra dimensión. Una introversión que, al igual que la del pintor malagueño, alude a la esperanza: cruces que se desplazan hacia los cuatro puntos cardinales para abrazar a la humanidad, para llenar el vacío existencial del ser humano en su búsqueda de sentido a este espacio y tiempo en el que le ha tocado vivir. Cruces que invitan a canalizar nuestra energía hacia la posibilidad de transformación y cambio. 

            En estas fechas de tradición religiosa el arte nos invita a la reflexión contemplativa;  Cuarenta días antes… nos pregunta sobre nuestra condición y acción en la sociedad a la que pertenecemos. 


1 comentario:

Amalia de Toca dijo...

Hermosa exposición, necesaria sacudida ante tanta injusticia, ante tanta zancadilla... una exhortación a dejar de crucificar a los demás.

Enhorabuena!!!

Un abrazo.

Amalia