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Julia Sáez-Angulo
28/08/18 .- MADRID .- Lleva once
años en Madrid, ciudad que le acogió muy bien como artista pintora, como
retratista, pero ha decidido dar un quiebro a su vida con, de momento, un año
sabático en los Estados Unidos, donde trabajará en una organización en favor de
los derechos humanos, con su fluidez trilingüe en francés, español e inglés. Un
año en Florida, aunque ella hubiera preferido California. En la vida no siempre
se puede elegir del todo.
Lisa Cuomo (Pau. Francia, 1987) es
hija de italiano y española residentes en Francia y vivió en la ville rouge del Midi francés. Sus abuelos paternos eran grandes colonos en Argel, pie noirs al volver a Francia con el
cuestionado -para ellos- presidente De Gaulle y sus abuelos
maternos, exiliados por la guerra civil, entre otros españoles en
Toulouse. El español no es su lengua materna, porque su progenitora, una gran
dama, no le habló español en casa, pero ella lo aprendió divinamente y lo habla
con galanura. Al viajar a España no buscaba sus raíces, de por sí diluidas,
sino una experiencia pronto fructífera de su carrera pictórica. Madrid no le
decepcionó, pero ya se iba convirtiendo con el tiempo en más de lo mismo. Había que romper la dinámica de la rutina.
El retrato ha sido su “género
nutricio”, como se ha llamado habitualmente al género entre los pintores del
pasado. Le ha dado de comer y mantenido en la capital de España, porque lo hace
muy bien y el boca a boca ha funcionado entre sus clientes, que repetían
retratos con sus hijos, abuelos y en grupo. Los retratos familiares son más
complejos, pues han de mostrar una relación o conversación entre sus
componentes y Lisa Cuomo lo conseguía como un maestro del Renacimiento. Ella ha
estado siempre cerca de la Aliance Française y de la docencia de la lengua de
Molière.
Ha retratado al embajador de Francia
en Madrid, Bruno Delaye, y a numerosos franceses de la colonia política gala en
la capital de España. Los protagonistas de la Banca también le han confiado su
efigie. El retrato le gusta tanto, que experimentaba con él creando una serie
de Retratos imaginarios, a la maniera
italiana u holandesa, que expuso y vendió en la Sala de Correos del palacio de
Cibeles. Rostros clásicos, exóticos o pop, en una sucesión de miradas
inteligentes o inquisitivas. No faltaban los retratos de Andy Warhol, Penélope Cruz, Barak Obama, Isabel II de Inglaterra...
Bajo el título de Mutatis mutandis (“Cambiando lo que haya
que cambiar”), mostró su primera serie de fotografías, después de comprobar que
su trabajo al objetivo se vendía bien en Internet, incluso para portada de
libros. medio en el que ella se defiende con desenvoltura. Cree que muchas
galerías de arte están llamadas a desaparecer, mientras no arriesguen o sigan
exigiendo el pago de alquiler por exponer a los artistas, algo a lo que ella se
niega por principios.
Aunque sus retratos son en general platónicos
y favorecedores del personaje que posa, experimenta igualmente con el retrato
expresionista, cuando el modelo se lo permite. Me pidió permiso para hacerme un
retrato expresionista y se lo concedí encantada, para horror de algún familiar mío o colega de la autora. Lo tengo destinado al Museo Mayte Spínola de Marmolejo.
De la Duquesa Cayetana de Alba hizo un retrato en esta línea, aunque algo más contenido;
le interesó el personaje
Además del retrato y la figura
humana, Lisa dibuja y pinta muy bien árboles ramas y flores, porque le interesa
la naturaleza, modelo por excelencia en el arte. Ha organizado exposiciones en su
estudio de pintura y no le ha ido nada mal. La pintora ha diseñado también una
interesante línea de dibujos en línea, a lo Cocteau, para una colección de
cojines. Varias firmas se interesaron por ello, pero no cuajó. Ya se sabe que el diseño, como la arquitectura, no fabricado supera al llevado a su objetivo. Algún día saldrán.
Lisa Cuomo es tambien poeta en
español. La sensibilidad de esta mujer joven, bella, valiente y emprendedora es
algo evidente. Su trilogía poética sobre la guerra es digna de meditación
profunda.
Siento en el alma que Lisa Cuomo se
vaya de España; se han dejado escapar esta joya los varones hispanos; como
verán me gusta hacer de Celestina o más bien de casamentera, pero los hados no me
han sido propicios en este deseo mío de retener a Lisa en Madrid. Con un
poco de suerte, quizás después del año
sabático con vuelco de actividad, regrese y se instale de nuevo en la capital
de España. De momento un contrato nuevo y con una actividad diferente le va a
servir de estímulo, para romper la dinámica del “más de lo mismo”. Ella no
quiere aburguesarse y Madrid era ya casi un territorio conquistado. Dice que
seguirá dibujando mucho, pero tendrá que aparcar un poco la pintura, que exige
un planteamiento espacial y material más
amplio.
Más información
http://lisacuomo.com/blog/
http://lisacuomo.com/blog/
Lisa Cuomo
Retrato del embajador francés Bruno Delaye
Retrato de Penélope Cruz, por Lisa Cuomo
Retrato exresionista de Julia Sáez-Angulo, por Lisa Cuomo
Retrato del embajador francés Bruno Delaye
Retrato de Penélope Cruz, por Lisa Cuomo
Retrato exresionista de Julia Sáez-Angulo, por Lisa Cuomo
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