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Isabelle Hirschi
Julia Sáez-Angulo
01/11/18 .- MADRID.- Ella se
encuentra ahora en Chicago y hace realidad la idea de que el mundo es una aldea
global, porque es una globe-trotter simplemente porque tiene a sus cuatro hijos
dispersos por el mundo, una en Shanghai , otro en Argel y otros dos en Francia
ya su vez viajeros, su mamá en Avignon… Además viaja también para comprar a
buen precio materia prima para sus joyas a la China, a la India… y sobre todo a
la República Dominicana, pues coincide con la periodista Carmen Valero que es
la isla y el lugar más maravilloso del mundo por su geografía y su gente
amable. En Dominicana compra el larimar, una piedra azul única que pule el
océano y que no se encuentra mas que en esas latitudes. Una de sus series de
joyas la tituló “Homenaje a Cristóbal Colón”, en tiempos de aniversario.
Isabelle Hirschi (Madagascar, 1958),
hija de diplomático suizo e historiadora francesa, nació en ese país exótico
como una premonición de lo que iba a ser su vida. Estudió Arquitectura de
Interiores en la Escuela Camondo de París. Hoy, casada con el Doctor Jean-Paul Larbre,
reconocido especialista en traumatología, reside en Lyon en una hermosa casa
diseñada por el arquitecto Renzo Piano. Creadora nata multidisciplinar, Lyon es
para ella un pie a tierra, un punto de referencia, pues lo suyo es un continuo volar, sobre todo a Asia
o al Caribe, con escalas oportunas y certeras en Madrid, donde cuenta con
amigos y desde donde planea sus exposiciones en el Torreón de Atocha, castillo
de Pedro I el Justiciero, en Torrijos (Toledo), en el Hotel Colón…
Con una vitalidad arrolladora y una
sonrisa permanente, siempre dispuesta a reír una broma o un chiste, Isabelle
Hirschi, cámara en ristre, fotografía casi siempre por series, las ciudades o
la naturaleza, para llevarlas a libros, como el hermoso ejemplar de “Balcones
Ventanas de Madrid”. Una de sus fotografías en el paseo de Recoletos, que
refleja de contrarios la Biblioteca Nacional de España, BNE, ha sido adquirida
por el departamento de la BNE. Un ejemplar precioso. De sus fotos ha hecho
bellas exposiciones en el espacio expositivo de Barclays Bank o en el Club
Meditarranée de Lyon, manifestaciones a las que no ha faltado sus amigos
españoles los pintores Alfonso Sebastián y Guía Boix.
Isabelle Hirschi es una maga como
diseñadora de joyas con piedras nobles, a las que mira y acaricia con amor y
conocimiento. Desde el primer momento que las adquiere en sus viajes y
correrías por ese sugerente mercado lapidario de Oriente y Occidente, concibe y
sabe como va a organizar sus corales, jades, perlas, nácar, azabache, larimar, ámbar... junto a oro o plata… Para ella
cada colgante, collar, pulsera o pendientes es una condensación del planeta,
con referencias a la China, la India, África o las islas caribeñas. De
Marruecos ha adquirido maravillas para su trabajo artístico.
Atenta y diligente trabaja con
diseños que recoge en ordenados cuadernos, que dan ganas de robarle por su
preciosismo. En ellos está la idea germinal de la obra definitiva. Son
verdaderos cuadernos de artista, donde los dibujos, el color y su alternancia para trasladar
a su mundo lapidario sorprenden por su previsión creadora.
Isabelle Hirschi y su esposo viajan
a España con periodicidad y eso nos permite disfrutar de su alegría y
vitalidad. Aunque es de raíces suizas, Isabelle Hirschi se manifiesta como una
latina lúdica. Sus diálogos con el maestro Alfonso Sebastián son de no perdérselos,
se entienden muy bien como buenos artistas.
Ahora en Chicago, la gran ciudad de
la arquitectura, Isabelle Hirschi está disfrutando como nunca. Su objetivo se
dispara sin parar hacia las alturas y hacia el detalle. Seguramente veremos su
exposición en breve.
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