L.M.A.
19/12/18 .- MADRID .- Luis Gutiérrez Valentín (Sonseca. Toledo, 1.956). Tras cursar
el Bachillerato, se trasladó a Madrid cuando tenía 16 años. Formación profesional:
Corredor de Seguros por el Ministerio de Economía y Hacienda, Madrid. Escritor,
conferenciante, taurófilo... Además de premiado por distintos poemas, ha publicado: Quien manda en la Fiesta y quien debe mandar.
Ensayo. Editado por la Obra Social de Caja Madrid. ¿Cómo influye el tendido en la Fiesta? Ensayo. Editado por la Universidad
de Navarra. En el año 2005, Poemario: Pases y Compases. Comparte autoría con Luciano Nuevo Editado por Egartorre.
En el año 2008 Novela: Vestida de Luz y
sombras. Editado por Egartorre. En
el año 2012, Novela: Pobre de mí. Editado
por Egartorre. En el año 2015, Poemario: Poemas,
cantares y semblanzas dedicados a mi gente. Editado por Bohodon. En el año
2017, Poemario: Sonetos. Editado por
Vitruvio Ediciones. En el año 2018, Poemario: Brotes de emociones y sentimientos.
Consejos de sencillez y
humildad
Vienen
los aires templados
del
ábrego y del Oriente
la vida
toma un camino,
presagios
de buena suerte,
un niño
ha nacido ya
y se
acuna en un pesebre,
ejemplo
de sencillez
para que
lo vea la gente,
que
tanto piensan en ser,
mas
siendo así es suficiente.
¿Por qué
siendo Rey es pobre,
si es
humilde y tan valiente?
¿por qué
ha querido nacer,
cual si
fuera un fiel sirviente?
Ejemplo
de sencillez,
para enseñar a la gente,
que a la
vida poco a poco
hay que
seguir la corriente,
pero lo
más importante
es darse
lo conveniente.
Pues
quien se ensalza se humilla
y nunca
fue buen pariente,
mas
quien se humilla se ensalza
y da su
talla eficiente,
y el que
lo poco que da
pero
siempre lo que tiene,
es un
hombre de fiar
porque
en la vida se obtiene
más del
que da y nunca pide,
y si le
sobra retiene.
Un
hombre no vale más
por ser
más alto ni fuerte,
el valor
del hombre está
con
serlo, que es suficiente,
porque
nunca alcanzará
valor
más grande que ese,
por eso
el Santo Jesús
quiso
ser pobre, eficiente,
y
muriendo en una cruz
nos
enseñó a ser valientes.
¡Cuánta
gente por la vida
presume
de lo que tiene!
y no
sabe que en la ida
se deja
lo que no vuelve,
si dices
una mentira
antes de
acabar te pierdes,
porque
la verdad es ruta
de los
que caminan siempre,
no
presumas por mentir
que
quien miente mal se vende.
Baja el
curso de los ríos
que
nacen siendo torrentes
y al
final todo su brío
entre
meandros y fuentes
se
amansan, se hacen fluidos
y cuando
son grandes mueren,
en el
mar son diluidos
y el grande
y chico se pierden,
la
vanidad de los hombres
muere
asfixiada y no vuelve.
De
anciano yo quiero ser,
cuando
la vida no encuentre,
sencillo,
humilde a la vez,
un
hombre de los corrientes,
pedir,
si me equivoqué,
perdón,
que siempre se entiende
que un
hombre nunca pecó
por
hacer cosas…, ya entiendes,
si se
viste por los pies
y lleva
en alto su frente.
Agradecido
sí estoy
de los
frutos que me vienen
de arar
bien mi barbechera
y
esparcir lo que tuviere,
amistad
con mis amigos,
querer
muy bien a mi gente,
responsable
en mis labores
y cuando
a mí me midieren
para dar
yo mi fiel talla,
los pies
en el suelo siempre.
Después
de morir en vida
que
recen donde me entierren
y una
inscripción en mi tumba
que diga
tan simplemente
que no
ambicioné fortuna,
pues lo
que tuve me viene
de mi
trabajo y esfuerzo
y de
administrar mis bienes,
y
algunos libros escritos
para si
los leen y aprenden.
Mas
ligero en mis avíos,
cuando
ante Dios me presente,
que me
juzgue, que yo sé
que
sabrá bien comprenderme,
pues el
delito en mi ser
ni se
sostiene ni entiende
si por
sencillo pequé,
como
humilde fui valiente,
al final
siempre pensé:
siendo
así, fui buena gente.
Luis
Gutiérrez Valentín
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