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Prof. historiador Víctor Morales Lezcano
L.M.A.
26/12/18
.- LAS PALMAS DE GRAN CANARIA .- Presentó hace pocos días una edición
actualizada de su libro Fernando
León y Castillo, embajador (1887-1918). Un estudio sobre la política exterior
de España. ¿Qué necesidad le indujo a
renovar la obra?
La razón por la que actualicé el
libro en 1998 fue porque el entonces presidente del Cabildo, José Macías, se
puso en contacto conmigo para refrescar esta obra y presentarla en Madrid, en
la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Evidentemente, la figura de
F. León y Castillo no debe ser conocida solo en Canarias, porque el político
liberal tuvo una dimensión nacional e internacional considerable. Asimismo, a
principios de este año, el consejero de Cultura del Cabildo Insular y yo mismo
convinimos en reeditar por tercera vez este libro en 2018, ya que coincide con
el año del centenario de la muerte del histórico personaje. En consecuencia, he
presentado el libro en la Casa-Museo León y Castillo con la presencia de
Oswaldo Guerra, director general de Cultura y Museos del Cabildo Insular, y
Francisco Domingo González, director de la institución teldense. Procedía, por
tanto, conmemorar esta efeméride, debido a que F. León y Castillo ha sido de
los políticos más ilustres nacidos en Canarias.
Usted ha reiterado múltiples veces que debemos recordar
la labor del político, ¿qué podemos encontrar en su obra?
Este libro fue un proyecto de juventud, que realicé
gracias a una subvención otorgada por el Cabildo lnsular en los años 70 y,
además, con el apoyo del servicio cultural de la embajada de Francia en Madrid.
Más que de una biografía se trata de un estudio sobre la política exterior de
España durante la Restauración, aunque mi intención fue también la de analizar
cómo F. León y Castillo se desenvolvió ante el panorama de una nación, cuya
presencia en el sistema internacional de la época venía gradualmente a menos:
primero, con la pérdida de colonias insulares como Filipinas, Cuba y Puerto
Rico; y, en segundo lugar, por un conjunto de agudos problemas internos.
Entre 1887 y 1916, F. León y Castillo fue un pilar
diplomático en el papel de España en otro horizonte exterior, llamado Guinea y
norte de África. Por otro lado, antes del estallido de la Gran Guerra en el
verano de 1914, él tuvo que lidiar con Francia en las arduas negociaciones
conducentes al protectorado hispano-francés en Marruecos (1912). Cuando,
finalmente, estalló la guerra, España se declaró neutral, aunque León y Castillo
defendió reiteradamente que la neutralidad de España con Francia e Inglaterra
debía ser “benévola”. O sea, nada germanófila.
Por lo que cuenta, León y Castillo vivió épocas muy
importantes para la política exterior de España. Es obvio que todos conocemos
su figura en Canarias, ¿pero en el ámbito peninsular está reconocido?
Yo soy consciente de que en Canarias el “leonismo” (como
se denomina la actividad política de los hermanos León y Castillo) se ha
estudiado con frecuencia. La dimensión internacional del político, sin embargo,
no es muy conocida, ni en la península ni en Canarias. Cuando se lanzó la
segunda edición, el Cabildo Insular decidió presentarla inauguralmente en
Madrid. Me pregunto si, debido a los replanteamientos que está atravesando actualmente
el Estado de las Autonomías, no procedería que la dimensión nacional e
internacional de F. León y Castillo se difundiera más en otros círculos
historiográficos del país.
¿Qué destacaría de la trayectoria de Fernando León y
Castillo para aquellos que no tienen mucha idea de lo que hizo?
En general y, sobre todo, se debe dar a conocer su
gestión durante la Primera Guerra Mundial, un dramático paréntesis histórico
que él vivió de pleno y desde dentro: París, Biarritz, Madrid, Las Palmas. Él
era muy consciente de las limitaciones de todo género que sufría España, las
comunicaciones y el comercio de Canarias en particular, si se entraba en la
guerra, por ello el embajador siempre subrayó hasta la saciedad que la
neutralidad del Estado español procurara ser “benévola” con la causa de Francia
e Inglaterra en la contienda europea. Creo que mi libro ha arrojado alguna luz
sobre la trayectoria internacional de F. León y Castillo. Posteriormente, otros
historiadores de la ULPGC han abordado con solvencia varios aspectos del tema,
como es el caso de Francisco Quintana Navarro y Javier Ponce Marrero, entre
otros.
Comentó usted el papel del político en las negociaciones
sobre el norte de África. ¿Se podría relacionar ese momento de la historia con
las relaciones que tenemos ahora con esos países?
Siempre en la historia existe una relación entre pasado y
presente. Vea usted: el período colonial francés en el Magreb no terminó
demasiado bien en Argelia. En cuanto a las relaciones hispano-marroquíes, le
recuerdo que es capítulo al que he dedicado cientos de páginas a partir de la
primera edición de una monografía que lleva por título El colonialismo hispano-francés en Marruecos (1898-1927) (Madrid-Méjico, ed. Siglo XXI, 1976). A propósito, el
servicio de publicaciones de la Universidad de Granada ha lanzado la tercera
edición de este libro. Esta última cuestión por la que usted me pregunta
merecería un nuevo abordaje académico por parte de las universidades de La
Laguna y Las Palmas, con las correspondientes de Rabat, Casablanca y Agadir. Y
es que la sinergia universitaria se impone en tiempos en los que predomina el
conocimiento invertebrado, como ocurre frecuentemente hoy en día.
(ENTREVISTA EN LA
PROVINCIA – DIARIO DE LAS PALMAS)
1 comentario:
magnifica entrevista a nuestro amigo Victor, parece continuación del picoteo del otro día a la salida de la conferencia en la Fundación Ortega y Marañón, en la que nos expuso sus conocimientos sobre esta materia y África. Felicitarle de mi parte que no tengo su Email
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